Escala de Grises - La Secretaría de la Cuarta Transformación

En opinión de Arendy Ávalos

Escala de Grises - La Secretaría de la Cuarta Transformación

Tras separarse de sus respectivos cargos, las personas que buscan la candidatura presidencial de Morena empezaron su campaña el lunes de esta semana. La temporada inició con publicaciones en plataformas digitales, eventos en diferentes puntos del país y propuestas insólitas, como la realizada por Marcelo Ebrard.

 

El otroro Secretario de Relaciones Exteriores, luego de establecer que su lealtad hacia Andrés Manuel López Obrador sigue intacta y que durante su gobierno no dará marcha atrás a los proyectos insignia del presidente, puso sobre la mesa la posibilidad de crear la Secretaría de la Cuarta Transformación.

 

De acuerdo con el excanciller, este organismo formaría parte del gabinete y estaría encargado de supervisar programas sociales y obras prioritarias. Pero eso no es todo. Marcelo Ebrard consideró que Andrés Manuel López Beltrán, hijo del presidente, sería un excelente candidato para estar al frente de la secretaría en cuestión.

 

Sin embargo, López Beltrán optó por rechazar la propuesta de presidir la inexistente secretaría. A través de un comunicado, el segundo hijo de AMLO aseguró que prefiere mantenerse al margen y declinar la oferta para que no sea utilizada en favor o en contra “de ninguno de nuestros compañeros que, de manera legítima, trabajan también por liderar la defensa de la cuarta transformación del país”.

 

Para dejar clara su postura, Andrés informó que tiene la convicción de apoyar a López Obrador en su trabajo, seguirlo en su lucha y no intervenir en el proceso de sucesión presidencial. Estas declaraciones fueron consideradas como razonables por parte de Ebrard, quien confirmó que “Andy” (como se refirió al hijo del presidente) es un gran elemento.

 

Por su parte, el presidente de México afirmó que ni él ni su familia cercana o sus hijos se involucrarán en el proceso interno de Morena. Además, se hizo un llamado a las corcholatas para que se abstengan de hacer promesas de campaña que no se apeguen a la normativa electoral.

 

Las campañas para convertirse en el “coordinador de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación” (como se refieren a los candidatos que buscan llegar a la boleta presidencial del 2024) comenzó hace tan solo tres días y quedan más de dos meses por delante para que el partido tome una decisión. ¡Imagínese! ¿Qué otras barbaridades nos esperan?

 

Si bien, las personas participantes a nivel interno no pueden hacer referencia a los logros del Gobierno ni promoción personal, hay un espacio en blaco disponible para cualquier otra estrategia que pueda garantizarles la candidatura. Independientemente de las medidas cautelares impuestas por el Instituto Nacional Electoral y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

 

A pesar de los esfuerzos realizados por parte de las casas de la democracia, los puntos ciegos son incontables y los recursos discursivos casi infinitos. Si algo nos han enseñado las campañas políticas es que apelar a las pulsiones más básicas de la opinión pública resulta sencillo. Lo realmente difícil es cumplir con las promesas que se hacen, ojo.

 

Ahora, las contradicciones son evidentes. Uno de los principios básicos de Morena fue romper con los privilegios de aquellas personas cuyo único mérito es estar cerca de las autoridades, ¿no es así? ¿Qué ocurre con López Beltrán, según Marcelo Ebrard, entonces? ¿En él sí aplican excepciones?

 

Ahora, resulta impactante que la preocupación principal de las corcholatas sea demostrar su lealtad, su cercanía y su compromiso con el presidente per sé. ¿Qué hay de la filosofía del partido o de la genuina preocupación por representar a la población que podría garantizarles el triunfo? ¿Cuáles son las prioridades en la agenda?

 

La cercanía con el presidente no garantiza que cualquiera de las corcholatas sepa gobernar un país que, evidentemente, no se encuentra en las mejores condiciones. La competencia para convertirse en la persona elegida inició desde hace mucho tiempo.

 

Sin embargo, basta recordar que  la sucesión presidencial es un proceso que requiere una observación detallada, no tomarnos nada a la ligera y mantener un pensamiento crítico para tomar la mejor decisión al momento de tachar la boleta.

 

¿La esperanza de México?

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