Violencia infantil
En opinión de Hertino Avilés
La violencia infantil, es un problema que persiste en México desde hace varias décadas, sin embargo, en los últimos años esto paso de ser un tema del ámbito privado a convertirse en un problema del ámbito público; puesto que en últimas fechas el nivel de violencia que sufren las y los niños ha ido en constante crecimiento.
El confinamiento ocasionado por el virus COVID-19, trajo como consecuencias que la violencia cometida en contra de las y los niños tuviera un considerable crecimiento; en el mes de mayo pasado, la Unicef denunció un considerable incremento de la violencia contra niños y adolescentes en México, durante el periodo de confinamiento por la pandemia de coronavirus Covid-19.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Niños y Niñas y Mujeres de México (ENIM), seis de cada 10 niñas, niños y adolescentes en México; entre 1 y 14 años han experimentado algún método violento de disciplina infantil en sus hogares, mientras el 63% de los niños de 1 a 14 años de edad recibe en los hogares disciplina violenta.
El aumento de estrés, la crisis económica, el desempleo y la restricción de movimientos son elementos que pueden debilitar factores que previenen la violencia contra niñas, niños y adolescentes.
Ante el aumento del maltrato cometido en contra de las y los niños, las diversas autoridades del Estado Mexicano, modificaron leyes con las cuales se pretende erradicar la violencia infantil, así mismo la Suprema Corte de Justicia de la Nación, emitió diversos criterios con la finalidad de salvaguardar la integridad física y psicología de los menores.
Sin embargo, aun y con las modificaciones que se han realizado, el maltrato infantil es un problema que sigue en aumento, y que ha traído como consecuencia en algunos casos la muerte de niños y niñas a manos de sus familiares.
Lo anterior es así, puesto que en la actualidad el 44 por ciento de los hombres que son figuras paternas consideran que la violencia y castigos físicos como cachetadas, nalgadas, golpes, manazos y coscorrones son necesarios para la educación ya que, en su experiencia, son prácticas eficaces; debemos recordar que en México está normalizada la violencia intrafamiliar pues entre los mexicanos es común decir que “la chancla nos educa” o que “si nuestros papás nos hubieran dado un golpe a tiempo estaríamos bien”.
Como sociedad no debemos normalizar la violencia infantil y mucho menos justificarla con argumentos tales como “que es por el bien de nuestros hijos”.
Este dos mil veinte, nos dejó muchos estragos que nos deben poner a reflexionar como personas, en que es lo que estamos enseñando a nuestros hijos; todos nos acordaremos de esta pandemia y como sociedad tenemos la gran oportunidad de dejar buenos o malos recuerdos a nuestras niñas y niños, recordando siempre que la violencia genera más violencia.