Disneylandia y el informe de AMLO

En opinión de José Román

Disneylandia y el informe de AMLO

Vivimos en un paraíso, indudablemente. En esta nación para nuestro gobernante, todo camina sobre ruedas, todo es maravilloso. No dijo AMLO nada nuevo en su informe triunfalista que no difiera mucho de lo que se menciona en las mañaneras.

La nación de 20 años a la fecha se debate en una crisis interminable de delincuencia que, con este gobierno ajeno a resolverse, se complicó, pero, sobre todo, comenzó a tener dos espacios antes no ocupados: El político y el económico. En ambos la delincuencia compite con el gobierno y en algunas regiones, es superior al gobierno establecido. Eso no se dijo en el informe. Michoacán, desde hace tiempo es claro ejemplo del vacío de poder que se genera, sobre todo en tierra caliente donde la ausencia de autoridad rebasa toda prudencia. La economía ahí se rige por las disposiciones de los delincuentes y de alguna forma es una economía narca. Los habitantes están a merced de la delincuencia, no de la justicia y eso el presidente omitió referirlo. Pero ojalá solo fuera Michoacán dentro de lo malo que significa, no, por desgracia hay puntos ya marcadamente señalados donde la delincuencia comienza notoriamente a rebasar a la autoridad: Sinaloa, Sonora, Chiapas, Parte de Veracruz, California, sobre todo en Tijuana, donde incluso los candidatos o gran parte de ellos están y son por consentimiento de la delincuencia, como se ha mencionado últimamente.

Esa calamidad que constituye el delito en sus diversas facetas la hemos tenido y se ha agudizado golpeando aún mas a la sociedad cuando para complicar las cosas aparece la pandemia. A la sociedad le llovió sobre mojado. Esto, no se dijo en el informe.

Las cifras del desempleo en este gobierno y la pobreza, se han dimensionado peligrosamente, de ahí parte de la delincuencia que miramos a diario. En un afán triunfalista omite el presidente enfrentar la realidad del desempleo y la delincuencia. Esto trae un precio que todos los ciudadanos pagamos con sangre de nuestros jóvenes o con la salud diezmada de tal vez cientos de miles de enfermos del covit que lograron sobrevivir y que quedan en muchísimos casos con secuelas graves que en parte los inhabilita para ser útiles. Tampoco dijo en el informe la grave escasez de medicamentos que hacen falta en las clínicas dependientes del gobierno, ni de los millones de pobres que se han generado como consecuencia de las políticas gubernamentales. Los mismos datos oficiales mencionan, por decir un ejemplo de los graves problemas sin mencionarlos y menos aun enfrentarse con seriedad, que mas de 9 mil personas desaparecieron en 2019, algo que el presidente, no informó, menos aún relató como enfrentará el reto en el futuro. La lista de delitos en crecimiento es algo que agobia y lesiona la actividad económica y su notable crecimiento en este gobierno, es innegable sobre todo en violencia familia, robo en transporte público, extorción, robo a transeúntes, etc. Todos en crecimiento.

La droga, causa y motivo de una gran parte de delitos comienza a penetrar peligrosamente en la sociedad, sobre todo cuando el consumo por parte de los jóvenes nos hacen  presentes como un mercado apetitoso para el delincuente que al provocar el vicio inhabilita a personas, mujeres y hombres que se convierten en piltrafas humanas, víctimas de su vicio por el que son capaces de delinquir y asesinar. Éso, ése dilema social responsabilidad del gobierno no se mencionó en el informe y desde luego tampoco se habló de algún proyecto tendiente a paliar este flagelo social.

Habló y como siempre, acusó a los conservadores de todos los males y ya lleva tres años en el gobierno sin precisar nombres, delitos y actividades que dichos conservadores han cometido en agravio de la sociedad. Llego a la conclusión de que nuestro presidente sufre un delirio de persecución o de que las sombras de su mente lo abaten todos los días a todas horas. Porque no entiendo la razón por la que no ha denunciado, perseguido y castigado a tales conservadores si es que han cometido delitos. Porque él, el presidente, es la autoridad que válidamente puede investigar y denunciar a través de sus dependencias y no lo hace. No miro a políticos realmente importantes sometidos a juicios por cantidades importantes estafadas a la sociedad en su calidad de ex funcionarios.

Si miro con tristeza el paso del tiempo perdido miserablemente sin hacer nada al respecto, sin realmente investigar y sí miro a mi presidente refugiado en un mundo fantasioso y lleno de mentiras cuando habla sin sustento acusando sin bases, mencionando la inexistencia de corrupción en su gobierno, cuando los datos lo desmienten, lo que dice AMLO es más propio de ese mundo de Disneylandia que el de las calles de mi país. Triste, pero real, no es lo que esperaba.