A dos fuegos
En opinión de José María Román
Tener vecinos es contagiarnos de sus problemas, es ser, sin querer parte frecuente de lo que les pasa. Y así sucede con Guerrero y Morelos, dos estados íntimamente ligados por la emigración y por la historia. También desafortunadamente en estos tiempos igualmente ligados por la delincuencia. Tal es nuestra liga que Capella en su momento decía cuando perseguían a los delincuentes en la vecina entidad, que corrían en parvada y como cucarachas los delincuentes de allá a refugiarse en Morelos. De ahí el origen de tanta delincuencia en la zona sur del estado.
Y es que Arde Guerrero, como dicen algunos medios y por la otra parte, Morelos, no muy distante, arde intensamente. El ardor acá en casa es doble, está en la criminalidad y en la política posiblemente. Pero al final no salimos de apuros. Aquí en Cuernavaca asesinan a una diputada (Gabriela Marín) con tintes de delincuencia organizada: La clásica, dos muchachos en motocicleta quizá robada, o de esas que venden por mayoreo y con facilidades en cualquier tienda de autoservicio, baja uno de la moto, asesina arteramente a la nueva legisladora y tranquilamente, ante la falta de autoridad, se marcha rumbo a la impunidad. Esto me recuerda a Gisela Mota de Temixco que pasó lo que dice la canción campirana, “No tuvo tiempo de montar a su caballo pistola en mano se le echaron de a montón, cuídate Juan que por ahí, etc.” A Gisela, ni siquiera le dejaron tomar el cargo porque horas después de declararla ganadora como nueva presidenta de Temixco ya en casa, la ejecutaron. Las causas se medio sabe fueron la política mesclada con la delincuencia ya que no quiso atender indicaciones de gente que no es de bien respecto a nombramientos de cargos, aunque a ciencia cierta y definida, no se sabe que se haya aclarado quien es o fue el autor intelectual. De hecho el asunto ha quedado en el olvido y solo lo traigo a cuenta como referencia de impunidad y de continuación de este tipo de hechos.
Por otro lado, ya en Guerrero, los 20 o tal vez más que resulten del asesinato masivo del presidente Municipal de Totolapan hace escasos dos días fue y es como consecuencia de una delincuencia que no para ante un estado y gobierno federal y estatal, que no saben qué hacer y si saben, no lo quieren hacer bien por incapacidad o bien por miedo o tal vez por intereses porque hay que razonar que esa zona es altamente productora de amapola, un producto por cierto muy consumido en EU debido a sus derivados.
Tanto en Morelos como en Guerrero, estos asuntos son más de fondo o tienen mucho más de fondo y la causa común es la impunidad y la incapacidad para perseguir e investigar y desde luego combatir a los grupos delincuenciales. Pedir como ya se ha hecho, que el gobierno resuelva la ola nacional de delincuencia es inútil ya que se sospecha que muchas de las autoridades estatales y municipales están directamente unidas o bien copadas por la delincuencia, esa delincuencia que financia proyectos electorales y que incluso goza de la protección presidencial. Y así, pues resolver estos problemas, jamás será posible y formarán parte del archivo olvidado de los crímenes sin resolver que en México supera el 95%. La nueva Ley que reformará a la guardia nacional tampoco resolverá nada por la sencilla razón de que los soldados no están ni capacitados ni entrenados para investigar. Se lamenta el hecho por ser la diputada Morelense una jovencita que prometía futuro así como se lamenta la muerte indiscriminada que aconteció en plena presidencia Municipal de Totolapan Gro. ¿Pero qué podemos hacer?: Nada de momento, porque es altamente probable que lo acontecido pase a las filas de la impunidad. ¿Quejarse? Es inútil, eso elegimos de autoridad federal, estatal o municipal y Guerrero al igual que Morelos los gobernantes están en la silla de gobierno, por azares del destino, no por su capacidad. En Guerrero una jovencita hija de un cacique Morenista que por sus antecedentes no la logró ser candidato oficial de Morena y nombró a su hija, él, macedonio, delincuente, hombre que Anabel Hernández la escrito e investigadora identifica como parte de la delincuencia desde que era Presidente Municipal de Acapulco y el otro, el Tepiteño, sacándose la lotería estando en tiempo lugar y circunstancias en que los políticos Morelenses, sobre todo los de Graco, se distinguieron por la corrupción junto con el ex gobernador. De la diputada Gabriela Marín se rumora ya en las redes que puede tener su origen su asesinato en los intereses del grupo del Gobernador Morenista Cuauhtémoc Blanco para tener más control en el congreso local y ella estorbaba. Cierto o no, los rumores están al día y ni quitarán a Cuauhtémoc que goza del apoyo público de AMLO por cierto muy reiterado y menos a la hija del cantante, artista, actor y violador, borracho y pendenciero Félix Salgado Macedonio, se dice por ahí compadre de AMLO.