De mal en peor

En opinión de José Román

De mal en peor

Vamos de desastre en desastre. Desde los naturales, hasta los provocados por los mexicanos. Ante este fenómeno el gobierno actual desde sus inicios bajó la guardia y expuso y sigue exponiendo a los mexicanos al peligro de su seguridad y la seguridad de sus bienes. El problema es que, ante esta eventualidad, pudiendo calcular y prever, se eliminó esa posibilidad que teníamos en el pasado en cuanto a desastres naturales; y en cuanto a la seguridad, sobra decir que el ciudadano está expuesto a los intereses del delincuente, más que a los intereses de la sociedad o del gobierno.

AMLO deshizo el FONDEM bajo el argumento de la corrupción imperante. Esto fue con todos los fideicomisos, excepto con unos dos o tres que por ahí quedan, prácticamente sin fondos para operar. Aquí el tema es que el presidente en lugar de investigar, meter a la cárcel, y recuperar el dinero de los fideicomisos saqueados, optó por eliminarlos y disponer a su gusto del dinero que había en ellos para otros fines que no eran para lo que fueron creados. Jamás, que se sepa investigó ni mencionó quienes habían saqueado los fondos de los fideicomisos y menos aún menciono sus nombres y denunció o formó expedientes para castigarlos y recuperar lo sustraído ilegalmente. Por principio esto hace suponer que no hubo tal saqueo y que el argumento solo fue un pretexto para disponer de ese dinero que hasta la fecha no se ha precisado con exactitud a donde fue a parar.  Bajo el amparo del dominio del congreso con la legislatura de diputados que acaba de concluir el presidente movió a su antojo los recursos de todos los mexicanos sin prácticamente entregar cuentas ni justificación del gasto.  La decepción y el entreguismo de los legisladores de Morena, incapaces de levantar el dedo para oponerse o para pedir justificaciones, hicieron que el dinero gastado se esfumara. Hablamos de miles de millones de pesos que nos faltan, no de cualquier cosa.

Hoy estamos en un predicamento porque por un lado se presenta el fenómeno de las lluvias hasta cierto punto atípico pero que con lo que sucedió en Tabasco el año pasado basta para haber previsto la posibilidad de que se repitieran las cosas, tal como está pasando ahora en Veracruz y en Hidalgo y una buena parte de Guerrero. Los daños que presentan las lluvias y los temblores deben ser atendidos por el gobierno federal bajo dos premisas: rapidez y eficacia. Y eso es lo que no se está haciendo debido a que se tiene que efectuar un procedimiento que retarda la entrega de los apoyos, tal es el caso de Veracruz que a mas de una semana, apenas se acaba de anunciar la ayuda respectiva y a cuenta gotas.

La sociedad necesita a través de su gobierno prever estos fenómenos hasta donde nuestras posibilidades lo permitan porque si tenemos contemplado el hecho, los recursos que se requieran podrán entregarse con la oportunidad que se necesitan y para eso, sí es necesario crear un organismo encargado de manejar un fondo suficiente para que cuando el hecho se produzca, se pueda apoyar.

Las quejas del ciudadano es que el abandono del gobierno en las tareas de reconstrucción es lenta y poco clara, tal como nos pasó en Morelos y el D.F en el caso de los temblores anteriores y que afectaron seriamente a Jojutla, donde incluso a la fecha, aún no se ha terminado de proporcionar los apoyos que requirieron para que las familias medio rehicieran sus vidas en los hogares que resultaron dañados. El otro aspecto, la delincuencia es cuento de no acabar porque cada vez vivimos más en un cúmulo de asesinatos constantes de luchadores sociales y ciudadanos comunes productos de extorción, asalto y secuestro sin que ningún gobierno investigue o muestre capacidad de hacerlo, como en el asunto del Chepe y de Rodrigo Morales, uno con el tema del SAPAC que está ardiendo y el otro con el relleno sanitario de Loma de Mejía; los demás asesinatos, por lo general son cometidos por la delincuencia sin castigo, sin solución y sin investigación, la impunidad absoluta, pues. Asuntos sin solución por ineptitud y negligencia o tal vez por interés de grupos sin investigar. Solo Dios sabe quién los comete, porque lo   que es la autoridad, bien gracias, solo está engrosando expedientes…si es que hay.