Repaso - EVOCACIÖN DE UNA MARCHA MAGISTERIAL

En opinión de Carlos Gallardo Sánchez

Repaso - EVOCACIÖN DE UNA MARCHA MAGISTERIAL

Gobernaba Morelos Jorge Carrillo Olea, cuando un grupo de agentes judiciales entró al edificio de la Sección 19 del SNTE para aprehender a Gerardo “Galo” Demesa, profesor tepozteco que se había distinguido por su activismo disidente y por su participación en la lucha de la Atenas Morelense (como se le llamó algún tiempo a Tepoztlán) contra el repudiado proyecto del Club de Golf.

 

La Secretaría General de la Sección 19, si no estoy errado, la desempeñaba Enrique Vargas Larios, quien tuvo que enfrentar la presión de sus compañeros para exigir un acto de desagravio por parte de las autoridades gubernamentales de aquel tiempo.

 

Por su parte, el entonces líder magisterial convocó a las maestras y los maestros a una gran marcha de protesta ante la impunidad con esos agentes judiciales y sus superiores, con la que  allanaron la sede sindical.

 

Miles de trabajadores de la educación en la entidad acudieron al llamado. Se veía la fuerza de la Sección 19 y su combatividad. Bueno, eso se supuso, porque los acuerdos no difundidos con la parte oficial daban otro sentido a dicha manifestación.

 

Este opinador, el día de la marcha estuvo en la oficina de Armando Ramírez Saldívar, a la sazón director de Gobierno, quien desde allí recibía los reportes de lo que en las calles ocurría.

 

Una de esas llamadas, me comentó Ramírez Saldívar, fue precisamente la de Enrique Vargas Larios, para informarle que  todo había transcurrido con normalidad. Controlador, el funcionario referido prácticamente le sugirió - instruyó al dirigente gremial que evitara la concentración de manifestantes en la plancha del zócalo, como en efecto sucedió, cuidando que conforme los contingentes pasaban por la calle de Galeana, atrás de Palacio de Gobierno, dieran las instrucciones para que no se detuvieran. Sólo un grupo de irredentos maestros disidentes se trasladó a la plancha del zócalo y allí gritaron las consignas que para ese caso creyeron convenientes. Su reducido número no implicaba riesgo alguno para la administración de Carrillo Olea, empecinado más en imponer el Club de Golf en Tepoztlán, cuestión que, eso sí, le representó verdaderos dolores de cabeza. Como se sabe, la tozudez de los tepoztecos al final se tradujo en la cancelación del proyecto por parte de la empresa promotora.

 

Hasta donde recuerdo, el gobierno estatal en ningún momento hizo una declaración formal de desagravio por la detención de “Galo” Demesa en el edificio de la Sección 19. Sabían los funcionarios carrilloleistas que nada se movería desde la dirigencia de entonces si no lo autorizaba. Vistos así los hechos que relato, la gran marcha magisterial de aquel tiempo fue sólo un montaje. Atole con el dedo, pues. Dudo que, además del griterío que en esa fecha se escuchó, no hubo un planteamiento serio, propositivo, exigente, para darle su lugar en los hechos y en las acciones oficiales al magisterio estatal sindicalizado.

 

De refilón

 

Me preguntó si la marcha de hoy, convocada por diversos grupos de maestros para exigirle al Comité Ejecutivo Nacional del SNTE la publicación de la convocatoria que dé paso al proceso de renovación del Comité Seccional, así como para pedir la salida inmediata de la maestra Gabriela Bañón Estrada, sólo tiene esas miras y no la concepción reflexiva de lo que necesita ese sindicato para fortalecerse democráticamente, así como para empezar a delinear un plan de acción que obligue o sensibilice al desgobierno de Cuauhtémoc Blanco Bravo para dar respuesta convincente a los reclamos de diversos sectores magisteriales, que han constatado la renuencia, negligencia y mala leche de esta administración al regatear los recursos económicos necesarios. Hasta la fecha, se la pasan explicando que hacen las gestiones al gobierno federal, porque seguramente de las arcas estatales nada quieren destinar.

 

Creer que un movimiento se legitima sólo por pedir elecciones prontas, es muy limitado. Es como cuando se quitó a Carlos Jonguitud Barrios para que llegase la maestra chiapaneca Elba Esther Gordillo Morales. El cambio fue de grupos de poder que no se reflejó en logros sustantivos para todo el magisterio nacional.

 

Rebaba

 

¿Habrá algún aspirante a la Secretaría General de la Sección 19 del SNTE que desde ahora, si el voto de los maestros le favorece, se comprometa con decisión y firmeza, a plantársele al ex futbolista que dice gobernar Morelos, para exigir cumplimiento cabal a los requerimientos de los docentes morelenses? ¿O sus críticas ante la presunta falta de representación de la dirigencia actual son sólo recurso discursivo y no convicción de un líder comprometido? Ya se verá.

 

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