Cuando sea demasiado tarde… - Morelos feminicida.

En opinión de Gabriel Dorantes Argandar

Cuando sea demasiado tarde… - Morelos feminicida.

Me van a perdonar que no cite las fuentes en las que baso las observaciones que estoy por verter en este texto, pero me consuelo con saber que a cualquiera que le interese el tema, no deberá de ir muy lejos para encontrar información al respecto, desde notas hasta columnas de opinión. Esta semana aparecieron dos niñas que lamentablemente perdieron la vida por causas que a estas alturas de la columna vamos a decir “desconocidas” (siga usted leyendo, apreciado lector), pero cuyos cadáveres fueron abandonados en las inmediaciones de la autopista México-Cuernavaca, o en el caso de Ariadna, en la carretera La Pera-Cuautla, la cual se desprende de la vía anteriormente mencionada. Si mal no recuerdo, los casos de esta semana deben juntar cuatro cadáveres de muchachas que aparecen en tal vía nada más en este año, aunque no estoy seguro de que me alcancen los caracteres para explorarlos todos. Me centraré en el caso de Ariadna Fernández López, que es el caso que más ha sonado, aunque además, mientras escribo estas líneas trasciende que secuestraron a otra chica en el centro de Cuernavaca, ojalá sea falso y/o que la niña aparezca con bien.

                La versión oficial de la fiscalía morelense es que Ariadna falleció por broncoaspiración derivada de un consumo excesivo de alcohol etílico (osease, la chica se pasó de copas, se quedó dormida y se vomitó encima hasta que se asfixió). Esto se anuncia unos días después de que fue descubierto su cuerpo bajo un puente. Vamos, la versión estándar para hechos de esta naturaleza, aquí no pasó nada, se fue con el novio, se le pasaron las copas, lo lamentamos mucho y buenas tardes. Esa una práctica que se viene practicando desde varios fiscales para atrás. Es un poco como el libramiento, que desde que lo ampliaron causa más muerte de lo que hacía antes de que lo ampliaran, y ya era uno de los 10 puntos negros más relevantes de toda la gloriosa República Mexicana, ¿y quién tiene la culpa de la accidentalidad? El conductor, por supuesto. No vaya usted a culpar a la corrupción, a Ruiz Esparza o a Graco Ramírez (el pequeño).  

                Ahora bien, todo lo consecuente que lea usted en estas líneas está basado meramente en notas periodísticas, luego no vayan a decir que yo dije o que yo me conozco las versiones. Sobre todo, porque andar poniendo las opiniones en el periódico puede llegar a ser perjudicial para la salud de uno y de los suyos. Pues bien, al parecer la versión de la fiscalía morelense es imprecisa, y aparece la jefa de gobierno de la capirucha a decir que ella tiene otros datos. Aquella versión versa sobre que la fiscalía morelense no sólo tenía conocimiento de que Ariadna pierde la vida en la Ciudad de México, sino que también realizó acciones por obtener evidencias relevantes al hecho, como las grabaciones donde se puede observar al presunto agresor transportar el cuerpo de la chica sobre un hombro. Además, que el cuerpo presenta evidencia de haber sido sometido a tortura y que es muy probable que la causa de la muerte sea otra que la broncoaspiración.

                Aquí fue donde el porcino hizo tornillo el rabo, pues los medios explotaron con notas y videos y versiones y entrevistas sobre lo procedente en el caso. Leí por ahí versiones de los peritos de la fiscalía local que sostienen que se hizo la necropsia en condiciones de ley y protocolo, incluso se argumenta que no se puede practicar una segunda necropsia en virtud de la alteración de las evidencias, aunque por lo menos se podría conocer el contenido de alcohol en la sangre para descartar la versión oficial. Luego salió el Commander in Absence a pedir a los diputados que destituyan al Fiscal, a lo cual respondieron que no lo harían por ser un tema político y, lamentablemente coincido, no hay evidencia concreta o sentencia firme de tal cosa (todavía). Mientras, la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México sostiene que llevará las cosas a autoridades superiores. Quedan en el aire las acusaciones de encubrimiento y supuestas relaciones entre empresarios y políticos morelenses, y detalles que rayan en lo kafkiano como la liga de contenido pornográfico que manda el Fiscal Uriel Carmona Gándara, o las llamadas solicitando se “maticen las versiones” emitidas por Sheimbaum. Da la impresión de que ahora se usará el caso para por un lado darle fuerza a una candidata que va por la grande, y por el otro pegarle al gobernador morelense y/o al Fiscal. Lo que sí me queda claro es que la cosa se tornó política y Ariadna ha pasado en gran medida a segundo plano.

                Dentro de los casos de los cuerpos aparecidos en la autopista está el de Mónica Citlalli, una docente cuyo cadáver aparece a la altura del poblado de Parres, todavía del lado de la Ciudad de México. No ha sonado tanto el caso en los medios locales, aunque trasciende que su pareja sentimental también ha desaparecido. No hay mucha más información al respecto y, aunque las autoridades locales no han abordado el tema por la misma razón, considero que es parte de una conclusión a la que llegué hace algunos meses y esta semana vuelve a sobresalir. ¿Ha notado usted, apreciado lector, que los municipios con alerta de género activada en el estado de Morelos, son los mismos en los que se encuentra un alto número de homicidios, desapariciones forzadas, y actividad relacionada al narcotráfico y al crimen organizado? ¿Será posible que sean todos parte de un solo fenómeno, y esté todo relacionado? No se pierda usted la columna de la siguiente semana, que estaremos hablando un poco sobre la Psicopatía y el colectivo de trastornos relacionados a la misma (a menos que aparezca una nota relevante más allá de la inundación permanente de Dos Bocas, o que el AIFA no tiene actividad comercial alguna). Pronta resignación para los familiares de las víctimas.

                Así que, apreciado lector, si no tiene a qué salir, le ruego no lo haga. El orden social de mi glorioso estado y mi glorioso país están a dos de colapsarse, y una vez que lo haga será un sálvese quien pueda como en el salvaje oeste, porque el orden social no ha muerto, pero le prometo que no vamos a llegar a 2030.