A Nivel Banqueta - Las lluvias de Cuernavaca; aprovechar la abundancia

En opinión de Francisco Valverde Prado

A Nivel Banqueta -  Las lluvias de Cuernavaca; aprovechar la abundancia

En últimos días la lluvia no ha parado en Cuernavaca. Pareciera también, que cada año los daños y desorden que provocan, son más dramáticos y caóticos. 

 

Al ser una ciudad accidentada en su forma y terreno, Cuernavaca fácilmente se transforma en un conjunto de ríos urbanos que buscan salida a costa de lo que sea. 

 

La gran paradoja resulta ser que a la par que nos inundamos y sufrimos por las intensas lluvias, el agua es cada vez más un articulo de lujo y codiciado tesoro. Sabemos que la ciudad no tiene dinero suficiente para invertir en infraestructura hidráulica pero son varias las acciones que pueden realizarse con un bajo presupuesto o por lo menos iniciarlas para más tarde concluirlas. Hablar de beneficios a corto, mediano y largo plazo, siempre será una opción más positiva que cero resultados.

 

Si mucha del agua que llueve fuera cosechada o captada, tanto en casas como en calles y avenidas, la ciudad no sólo tendría un mejor drenaje o cause para las aguas pluviales, también tendríamos agua para miles de personas que ahora no la tienen.

 

Para tener algunos datos: un metro cuadrado de azotea puede cosechar hasta setecientos cincuenta litros por año. Si esta cifras las multiplicamos por un techo de ochenta metros cuadrados, podríamos tener  sesenta mil litros de agua, suficientes para abastecer a una familia por alrededor de ocho meses del año. Información demostrada y probada por la iniciativa “Lluvia para Todos” de  la organización no gubernamental, Isla Urbana, tanto en Ciudad de México como en otras ciudades del nuestro país.

 

Si habláramos del costo de posibles sistemas de captación de aguas pluviales, sin duda serían bastante más económicos que nuevas redes hidráulicas, bombas y pozos, que además de gastar energía y explotar los mantos acuíferos, no son una opción sostenible a largo plazo ni amigable con el medio ambiente.

 

La pregunta que uno se hace es por qué acciones como éstas no han sido privilegiadas por nuestras autoridades, tanto municipales, como estatales y la respuesta es bastante más sencilla de lo que parece: ¡porque les vale madres!

 

Los partidos políticos en su inmensa mayoría están totalmente rebasados en cuanto a capacidad y preparación se refiere, los que llegan son perfiles muy pobres que nada entienden de lo que su trabajo realmente representa. En la política han encontrado la forma de tener lo que trabajando nunca podrán y mucho menos tienen un sentido de servicio a su comunidad.

 

Dicho en otras palabras, los que llegan casi siempre son los menos preparados para el puesto y le deben la silla a una siniestra lealtad.

 

No seamos ingenuos y mucho menos tontos, la política tiene sus propios códigos y reglas, negarlo es negar también los beneficios y alcances del quehacer político. Lo único que no se vale es cuando la política se convierte un novela barata, corriente y vulgar. Por lo menos entiendan las funciones del puesto a desempeñar: ¡no jodan!

 

Regresando al tema del agua, para el año 2030, su escasez será mucho mayor y de quedarnos “milando, como el chinito” y sin hacer nada, seremos muchos más los que no tendremos agua suficiente para subsistir o satisfacer nuestras necesidades primordiales. ¡Que Dios nos agarre confesados!

 

Si algo sabemos es la existencia del Cambio Climático y sus devastadoras consecuencias. Una amenaza real y presente para preservar la vida y su continuidad. Urgen ciudadanos más críticos, informados, que al votar, no le apuesten al entretenimiento, la televisión o a un partido político en lo particular, sino a la inteligencia detrás de las propuestas, planteamientos y acciones reales y posibles, con la fuerza suficiente para mejorar nuestra calidad de vida de forma medible en peras y manzanas.

 

Lo que tenemos en el estado de Morelos no es una clase política, es un circo, con animalitos, enanos, magos y entrenadores de perros.

 

El verdadero cambio también es nuestra corresponsabilidad, seamos críticos, participativos y de ser posible, informados sobre lo que una ciudad, estado y país requieren para vivir en paz y de buenas.

 

Con tan sólo 10,000 instalaciones de captación de agua de lluvia, se captarían alrededor de trescientos setenta y cinco millones de litros por año. Equivalentes a cuarenta y seis mil ochocientos setenta y cinco pipas.

 

¿Qué parte no entendemos?

 

"La civilidad es una forma de urbanidad entre las personas y respeto hacia las leyes que permite crear sociedades justas y fuertes". Gilbert Keith Chesterton, Escritor ingles (1874-1936)

 

Email: fvalverdep@gmail.com