La Encrucijada - El gran negocio de la especulación
En opinión de Luis Alberto Machuca Nava
Luis Alberto Machuca Nava 
Las especulaciones no se han hecho esperar en estos primeros meses de gobierno; muchos reclaman una transformación mágica de un día para otro, como si por decreto nuestro México pudiera sacudirse años y años de corrupción e impunidad.
Los cambios profundos necesariamente trastocan estructuras que se consideraron en un momento dado intocables, un golpe de timón de esa envergadura, alborota cualquier avispero.
Quienes sufren en primera persona la transformación radical no son los más vulnerables, si no los más privilegiados por los otroras regímenes, los círculos de poder político y económico que se consolidaron al amparo del poder presidencial son los verdaderos afectados.
Jamás en la historia política de nuestro país se había generado tanta inconformidad de los conservadores, incluso hoy partidos de “izquierda” se mimetizan con aquellos que durante años fueron sus némesis, acuerdan y se agrupan en torno a desprestigiar y cuestionar cualquier acción del ejecutivo federal, muchas veces más que oposición parecen bufones, que sin mayores argumentos que el de la especulación, tratan de ganar adeptos.
Quienes llaman más la atención en estos menesteres son el PRD y MC, antiguos aliados de AMLO, defensores de sus ideales, hoy convertidos en férrea “mini oposición”, ambos en realidad atienden al ego enfermizo de sus jefes políticos.
Será momento de un análisis concienzudo cuando todos y cada uno de los programas impulsados por el gobierno federal por fin estén plenamente en marcha, funcionando al cien por ciento, cuando existan verdaderos elementos para juzgar las nuevas políticas públicas de esta administración, las expectativas y lo que “puede suceder” no gozan de juicios de valor contundentes.
Por supuesto que se observan muchas cosas por corregir, fallas que deben desaparecer y sobre todo, echar a funcionar en óptimas condiciones una maquinaria que sirvió y enriqueció a sólo unos cuantos, cambiar de chip no es fácil, romper paradigmas no es reto para cualquiera, cambiar el mapa mental es casi imposible para algunos.
Este gobierno no puede fallar, no puede equivocarse, son muchísimos los que esperan un cambio.
La tarea no es fácil, muchos, sobre todo aquellos privilegiados del anterior sistema, buscarán a toda costa que fracase, inventaran historias y juntarán en un momento dado sus fortunas para tal propósito, ahí veremos a intelectuales, políticos, partidos políticos, periodistas y un sin fin de cortesanos que anhelan recuperar “el país que perdieron.”
Que a México le vaya bien, que las promesas se hagan realidad, y que de una vez por todas se descubra para quienes trabajan los hoy defensores del “Frente Por la Recuperación de Los Privilegios Perdidos.”
PD. La estupidez no siempre es espontánea, algunas veces se alquila.
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