A Nivel Banqueta - ¡Arrancan las campañas! ¿del aburrimiento?
En opinión de Francisco Valverde Prado
Llegó el nuevo año y con el, entramos de lleno al calendario electoral en el estado de Morelos. Los rostros -casi griegos y llenos de promesas- han comenzado a aparecer detrás de peseros, espectaculares y algunos otros medios de contaminación visual. Una temporada triste y de mucha frustración para los ciudadanos de a pie. Sí, de mucha frustración porque en temporada electoral, nos vuelven a recordar -una vez más- que estamos secuestrados por las siglas de los distintos partidos políticos.
¿Quién de nosotros puede decir que siente emoción al ver una cara más en el Paso Exprés o algún otro punto de la ciudad? ¿Qué sentimos cuando leemos una frase que nada significa? Lo primero que viene a mi mente es la palabra indignación, en especial cuando van más de ciento treinta mil muertes por COVID. En un país como el nuestro y un Morelos tan carente y necesitado, indigna ver como estos personajes gastan miles de millones de pesos en campañas políticas que nada bueno enarbolan y mucho menos representan. Por el contrario, sus campañas brillan por la ausencia de propuestas y causas ciudadanas. Candidatos que en su inmensa mayoría, no cuentan -siquiera- con los estudios necesarios para poder desempeñar de manera exitosa, el cargo al que aspiran llegar.
Quizás el único don que podríamos reconocerles es el saber moverse en arenas movedizas. Hacerse de un partido político y administrarlo como botín, no es cosa menor y mucho menos sencilla. Digamos que ser un buen capo, por vergonzoso que sea, también tiene sus retos, ¿verdad?
En las elecciones del próximo 6 de junio, habrá veinte partidos políticos plasmados en las boletas electorales del estado de Morelos. Otra cosa más en la que logramos ser campeones, sólo que de bajo “pa rriba”. ¡De pena ajena!
Humildemente, vuelvo a preguntar: ¿sabemos de algún posible candidato que en verdad emocione? ¿O seguimos en las mismas, tratando de adivinar cuál será el menos ladrón o el “menos pior”? El cambio que la mayoría de nosotros deseamos no será posible mientras los partidos políticos continúen siendo un negocio, franquicia o vulgar club de Toby.
Los partidos políticos fueron creados para que los simples mortales tuvieran la oportunidad de participar en política. Una de las promesas más sublimes de una democracia, es el derecho a ser representado, a votar y ser votado. Vuelvo a preguntar: ¿se siente usted representado por su diputado, regidor o alcalde? ¡Claro que no!
No es casual la crisis de liderazgos que vivimos; ni tampoco llegamos a esta situación por accidente o broma de mal gusto. Nuestra democracia está en crisis gracias a la falta de mecanismos de participación. Mecanismos que en verdad incentiven y estimulen la participación ciudadana. Mientras esto no ocurra, seguiremos viendo a las mismas personas, por viejas que sean, de un color o de otro, de aquí para allá y de allá para acá, pero siempre con una constante: la ausencia de proyectos y propuestas que en verdad busquen mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
Así que por ahora, seamos pacientes, vienen tiempos difíciles, de mucha contaminación visual y pobreza intelectual. Ser testigos de como un pequeño grupo de hombres y mujeres, tiran a la basura miles de millones de pesos, mientras que miles de ciudadanos se enfrentan a la perdida de un empleo, negocio o un ser querido, no es cosa fácil y mucho menos, racional.
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