TERCERO INTERESADO - N2116, ¿depreciación del litio?

En opinión de Carlos Tercero

TERCERO INTERESADO - N2116, ¿depreciación del litio?

Desde su irrupción pública en noviembre de 2022, la inteligencia artificial no nos deja de sorprender con cada vez mayores alcances y aplicaciones, entre ellos, en la química y la ciencia de materiales. Hace unos días, investigadores del Laboratorio Nacional Pacific Northwest del Departamento de Energía de Estados Unidos en colaboración con Microsoft, haciendo uso de la inteligencia artificial y computadoras de alto rendimiento, lograron analizar y ejecutar el proceso de selección en menos de una semana, de más de 32 millones de materiales orgánicos, lo que hubiese tomado al menos dos décadas utilizando los métodos tradicionales de investigación de laboratorio, logrando con ello, identificar 18 materiales potenciales, destacando un electrolito sólido el N2116, que abre la posibilidad de reducir hasta en 70% el uso del litio en las baterías recargables.

Este descubrimiento es un logro mayor de la ciencia pero al mismo tiempo representa la posible depreciación del litio, hasta hoy referido como el  “oro blanco” y promesa de prosperidad, al grado que el Gobierno de México, lo declaró mineral estratégico, patrimonio de la nación, procediendo a decretar su nacionalización, a fin de garantizar su explotación responsable en beneficio del pueblo al no entregarlo en concesión a empresas mineras privadas, en muchos de los casos extranjeras, como sucede con el resto de la riqueza minera del país.

La demanda del litio a nivel internacional ha venido creciendo exponencialmente en los últimos años potenciada por el auge de los autos híbridos y eléctricos, por lo que, la combinación del litio mexicano con nuestra experiencia creciente en la industria automotriz ofrecía un panorama inigualable de desarrollo y crecimiento económico, de ahí la significación de equiparar el acto de nacionalización del litio el 18 de febrero de 2023, con la expropiación petrolera de Lázaro Cárdenas del Río el 18 de marzo de 1938, y en consecuencia la pertinencia de crear LITIOMX-Litio para México, organismo público descentralizado de la Administración Pública Federal, cuyo objetivo es realizar la exploración, explotación, beneficio y aprovechamiento del litio ubicado en territorio nacional, así como la administración y control de las cadenas de valor económico. La dirección de este organismo fue confiada a Pablo Taddei Arriola, profesional especializado en sistemas sustentables y medio ambiente.

Hoy el destino nos ratifica que lo único constante es el cambio. De consolidarse el reemplazo del litio por el mineral denominado hasta hoy N2116, la expectativa de crecimiento y desarrollo basada en la explotación y comercialización del litio nacional, se podría venir abajo, por ello será interesante conocer la postura oficial y, sobre todo, la gerencia y gestión del cambio en este contexto, pues la acelerada transición energética no se detendrá en su avance hacia la descarbonización y, por tanto, pudiera ser momento de fortalecer la certeza jurídica respecto a la reforma a la Ley Minera que estableció como parte del cambio en las políticas públicas en este sentido, que la exploración, explotación y aprovechamiento del litio sean actividades a cargo del Estado, sin posibilidad de otorgar concesiones, por tratarse de actividades de utilidad pública, pero que sin embargo, dejó en el sector una percepción de doble régimen jurídico; dado que existen concesiones ya otorgadas, reguladas y vigiladas por la Secretaría de Economía y, con la entrada en vigor de dicha reforma, se establece que la exploración y explotación posterior a la reforma será facultad del Estado a través de una empresa estatal.

Incluso en el supuesto de que el sorprendente descubrimiento de la inteligencia artificial, limite en un futuro la demanda del litio a un 30%, seguirá siendo sin duda un espacio de oportunidad para el país, y con ello, hacer posible que la explotación y procesamiento del litio se traduzca en beneficio para las y los mexicanos, de ahí la importancia de contar con leyes y políticas claras, consistentes y que garanticen la confianza y credibilidad para invertir y hacer negocios en México.

Carlos Tercero

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