Simulación en el combate a la corrupción

En opinión de Roberto Salinas

Simulación en el combate a la corrupción

 

Hay poco que celebrar en el día internacional del combate a la corrupción que se celebra el 9 de diciembre. En Morelos, las instituciones responsables de prevenir y sancionar la corrupción han dado pocos o nulos resultados, la mano política de la justicia selectiva es una constante en nuestra entidad.

La simulación en el combate a la corrupción inicia con la captura de los puestos de quienes están al frente de las instituciones, como el instituto de transparencia (IMIPE), la Fiscalía Anticorrupción, el Tribunal de Justicia Administrativa, las contralorías, el Tribunal Superior de Justicia y la auditoría (ESAF) están ocupadas por amigos y cuates de quienes en su momento o actualmente ocupan el poder. En el Congreso y muchas veces dirigido desde el Poder Ejecutivo se han encargado de que estos cargos no sean asignados en procesos abiertos y profesionales, porque perderían el control de la fiscalización y el aseguramiento de impunidad.

Transparentar las designaciones a cargos públicos ayudaría en gran medida al combate a la corrupción, por ello, no está en el plan gubernamental que ciudadanos independientes y con capacidades puedan dirigir estas instituciones. No les importa el desarrollo y el futuro de sus ciudadanos, su intención es acumular poder y recursos que les permitan mantenerse el mayor tiempo posible.

En la administración estatal es clave controlar la Dirección General de Adjudicaciones, el área encargada de los procesos de compra y contratación de servicios, en la que diversos funcionarios encabezados por su titular no cumplen con el perfil para ocupar el puesto, aún así, son los responsables de compras millonarias y de “justificar” la exención de realizar licitaciones públicas.

En el sector salud de manera reiterada entregan información incompleta sobre la adquisición de medicamentos y materiales médicos, las asignaciones de contratos millonarios están aseguradas con la excepción de la licitación y el “riesgo” para la salud y la capacidad de abasto si no se realizan de forma directa.

A nivel municipal se contratan servicios como el de recolección de basura que de 2018 a 2019 se duplican para llegar a 248 millones de pesos, asignado de forma directa y en detrimento de la inversión y mejora de la infraestructura de Cuernavaca.

Pasan y pasan cientos de irregularidades cada día en la administración pública. ¿En dónde están los contralores y comisarios? ¿En dónde está la Auditoría? Pasan los años y no ven las violaciones a la ley, auditan cosas insignificantes y fondos revolventes (como en SAPAC) quitando la vista a las adquisiciones y gastos millonarios.

La simulación del combate a la corrupción ha hecho mucho daño a los ciudadanos, no seamos nosotros parte de esa simulación. Sabemos que hay corrupción, pero la dejamos pasar. Debemos ser parte de la revisión, de la fiscalización y análisis, de lo contrario seguirán abusando del poder y los recursos. No seamos ciudadanos simuladores, seamos parte de la solución, cada uno, poniendo al servicio de los demás un tiempo para este esfuerzo de revisión que con seguridad traería mejores resultados y la posibilidad de construir un mejor futuro para nosotros, nuestros hijos o nietos.