Serpientes y escaleras - Ocotepec
En opinión de Eolo Pacheco
El alcalde lo dijo con todas sus letras: la ronda protege a la delincuencia. ¿Y luego?
Ocotepec
Los hechos violentos del martes pasado en el poblado de Ocotepec expusieron el serio problema en que se ha convertido el manejo de la seguridad en ese lugar. Bajo la excusa de que esa colonia se rige “por usos y costumbres”, ni la policía municipal ni la estatal brindan protección a los pobladores y ello ha provocado, según lo declaró un día después el alcalde José Luis Urióstegui, que “la ronda” actúe de manera arbitraria y proteja a la delincuencia organizada. ¿Y luego?
Fue poco antes de las nueve de la noche del martes pasado cuando a los números de emergencia se reportó un atentado en el poblado de Ocotepec; al arribar las autoridades de seguridad encontraron a dos personas heridas por arma de fuego, así como marcas de disparos en la fachada de la ayudantía. De los agresores, como siempre, no se supo nada.
No es la primera vez que en esa población ocurren hechos de violencia, de hecho se ha vuelto costumbre que en ese lugar ocurran ese tipo de cosas y constantemente se da cuenta de personas que pierden la vida en ataques armados, sin que ello cambie la conducta de la ronda, ni provoque la intervención del municipio o del estado.
El problema es muy serio y a ello se refirió el abogado Urióstegui al recapitular algunos de los acontecimientos de este tipo en el pasado reciente; “En los últimos años la ronda ha actuado de manera más arbitraria que de costumbre, se le vincula con protección a la delincuencia organizada, han detenido a elementos de autoridad del ayuntamiento y a personas bajo un supuesto orden decretado por el pueblo, que no es así; actúan de manera autónoma y muchas veces al margen de la ley. Hemos tenido pláticas con las autoridades del lugar, con comuneros y con ayudantes, y queda claro que la manera como han venido operando es lo que genera este tipo de situaciones”
Ocotepec es una población que se mueve en paralelo al ritmo de la ciudad, en donde no aplican las leyes de los demás y un lugar en donde algunas personas utilizan el argumento de los “usos y costumbres” para crear y ejercer su propia ley. En ese poblado se han suscitado diversos hechos de violencia, ejecuciones, levantones y secuestros, se denuncia cobro de piso, de ubican casas de seguridad, negocios operan sin permisos y en varias ocasiones las autoridades se han referido a Ocotepec como un lugar en donde se refugian grupos criminales, porque no patrulla la policía.
Ahora que el presidente municipal de Cuernavaca pone el dedo en la llaga resulta importante conocer hasta donde está dispuesto a llegar el ayuntamiento en su intento de poner orden en ese lugar; si José Luis Urióstegui ya entabló conversación con las autoridades del pueblo y coinciden en que la ronda está operando de manera discrecional y al margen de la ley, lo que procede es actuar en consecuencia, para acabar con la impunidad y ayudar a la población.
Poner orden en Ocotepec no implica una intromisión en las costumbres del pueblo, más bien sería un acto de autoridad para garantizar la seguridad de los habitantes y mejorar las condiciones de vida quienes ahí radican y de quienes los visitan. El atentado contra dos elementos de la ayudantía es grave, pero lo peor es que no es el primer acto de este tipo, ni la única situación violenta que ocurre en esa comunidad.
Lo que haga el ayuntamiento de Cuernavaca en Ocotepec debe ser acorde con el plan de seguridad que se implementa en todo el municipio y tiene que estar sincronizado con otras acciones de tipo administrativo. Ocotepec es una comunidad representativa de Cuernavaca, rica en cultura y valor histórico, sobresaliente por sus costumbres, icónica por sus tradiciones y reconocida por la calidad humana de sus habitantes. Empero, todo se empaña cuando aparece la violencia y se expone que poco a poco ese lugar se ha convertido en tierra sin ley.
Poner orden y brindar seguridad a Ocotepec es una prueba de fuego para la nueva administración capitalina, porque para aplicar la ley se requiere de una enorme labor de convencimiento y socialización; el reto de todos es que sin perder su identidad ni sus costumbres, el pueblo recupere la tranquilidad y con ello la vitalidad que otrora formaba parte de su riqueza.
Ocotepec representa una paradoja en Cuernavaca, porque a diferencia del resto del municipio en esa comunidad las autoridades tienen que negociar la ley y a veces son sometidos por la fuerza por algunos habitantes que amparados en los usos y costumbres abusan del gobierno municipal y de sus propios vecinos
Como presidente municipal José Luis Urióstegui ha dado un paso histórico al resolver de una vez por todas el añejo problema con la empresa PASA; poner orden en Ocotepec sería un segundo gran logro de esta administración y rompería con un coto de poder individual que le ha restado brillo y vitalidad a uno de los poblados más bonitos y tradicionales de la capital.
Pueblo y autoridad coinciden que la ronda se ha excedido. La pregunta es ¿Qué van a hacer al respecto?
- posdata
El gobierno de Cuautla se está convirtiendo en un referente de problemas sociales y políticos que podrían superar las historias de horror que en esa comunidad provocó el edil anterior. Jesús Corona llegó a la presidencia municipal con un respaldo social importante y poco a poco fue dejando ver el verdadero rostro de un hombre al que le ganó la ambición y terminó señalado como uno de los peores gobernantes que ha tenido la dos veces histórica ciudad de Cuautla.
Rodrigo Arredondo no tuvo el arrastre social de Corona, su triunfo fue resultado de la ola obradorista a través de las siglas de Morena y como jefe de gobierno está mostrando su incapacidad e indolencia para ejercer el poder. Peor: cuentan sus paisanos que en el ayuntamiento de Cuautla no gobierna Rodrigo Arredondo, sino su esposa, que la personalidad explosiva y arrogante del alcalde se combina con el temperamento de su mujer y ambos ejercen un gobierno en pareja que hasta ahora está resultando peor que el anterior.
Los despidos masivos de personal que ha hecho el nuevo edil se justifican con el argumento de sanear las finanzas, pero esa hipótesis se cae cuando los propios trabajadores del ayuntamiento dan a conocer la contratación de más trabajadores de confianza, exhiben los elevados sueldos de los amigos del alcalde y denuncian la vida de lujos que se da la familia del presidente municipal a costa de las arcas municipales.
Con Rodrigo Arredondo ya van dos muy malos alcaldes del Movimiento de Regeneración Nacional en Cuautla; si se toma en cuenta a Antonio Villalobos tendríamos una tripleta de pillos que amparados por el discurso de la cuarta transformación llegan al poder para abusar del poder y ganar dinero fácil.
¿Cuánto tiempo pasará antes de que Morena se desmarque de Rodrigo Arredondo, como lo hizo de Jesús Corona?
Ambos personajes son iguales.
- nota
Desde hace varios días el presidente de la mesa directiva del congreso local ha abierto la posibilidad de regresarle la presidencia de la junta política a la morenista Paola Cruz y la titularidad de las comisiones a los demás integrantes del G8.
Obvio: la parálisis legislativa les pega a los veinte integrantes de la cámara de diputados de Morelos, pero lastima más a quienes tienen el control de los órganos internos de control y los que tienen mas capital político; ergo: Francisco Sánchez, Agustín Alonso, Luz Dary Quevedo y Alberto Martínez.
Regresar la presidencia de la junta política a Paola Cruz es una acción con jiribilla: los diputados del G11 necesitan que la Junta Política vuelva a operar, porque por ahí caminan los juicios de procedencia y en ese lugar se tiene que definir también al suplente del diputado Juan José Yáñez.
Los tiempos en la política legislativa han cambiado y ahora favorecen al grupo minoritario, porque sin el G8 los demás diputados no pueden avanzar en los temas que les interesan, ni tampoco pueden proceder en asuntos que les urge poner en la mesa de debate.
Luego de cinco meses de maltrato el acuerdo debe ir más allá del regreso de las comisiones al G8; si las damas de la 4T entienden el escenario y su circunstancia se darán cuenta que están en condiciones de negociar mucho más que solo las comisiones, porque ahora es al G11 al que le urge reactivar los trabajos parlamentarios y romper con la parálisis.
¿Se dan cuenta en el G8 que en este momento pueden obtener mucho mas que sus antiguas comisiones?
- post it
Esto opina el exalcalde de Cuernavaca Manuel Martínez Garrigós sobre el pago de 38 millones a PASA y su eventual regreso a prestar el servicio de recolección de basura en Cuernavaca:
“Nosotros les dejamos el cheque en la tesorería (a PASA) y nunca quisieron pasar por él; lo que se les adeudaba eran 38 millones de pesos, ellos cobraban casi 23 millones de pesos mensuales, es decir, ni siquiera les adeudábamos dos meses completos y nunca quisieron pasar por el cheque. ¡Eso es importantísimo! siempre he estado más que seguro que es el litigio bien llevado, sin ningún interés más allá que el de cuidar los recursos de la comuna, se tuvo que haber ganado… el dueño de PASA era Garza Santos, un conglomerado de empresas de basura y desechos sólidos que incluso llegaron hasta al ámbito transnacional; se dice que Canales Clariond era uno de los socios mayoritarios, eso no lo sé, lo que sí sé es que los Garza son de Nuevo León y los Santos de San Luis Potosís; los socios de PACSA son los Ortiz Mena, primos hermanos del ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación… de acuerdo al contrato, si dejaban de dar el servicio por tres días consecutivos era motivo para rescindirles el contrato, lo que no era un argumento para rescindir el contrato era que no se les pagara, pero insisto: nunca quisieron pasar por el cheque correspondiente a su pago; el cheque no cubría el total del adeudo, pero si gran parte de los 38 millones de pesos… un dato muy importante: imagínate que caro y que sobreprecio tenía PASA en esos momentos que nos cobraba casi 23 millones de pesos al mes: yo baje el servicio de recolección, confinamiento y destino final de la basura a ocho millones de pesos… ¡Imagínate el sobreprecio que tenía el contrato de basura si después de tantos años ahora están cobrando 20 millones de pesos al mes, cuando en ese momento PACSA cobraba 23 millones de pesos. ¡Imagínate nada más el sobreprecio que tenía ese contrato de basura!”
- redes sociales
La próxima semana se cumplen los primeros cuatro meses que el presidente municipal de Cuernavaca José Luis Urióstegui se puso a sí mismo como plazo para hacer una evaluación del trabajo de su equipo de gobierno y, en su caso, hacer los ajustes correspondientes.
En cuatro meses el abogado ha tomado decisiones que confirman que no es un político cualquiera, ni se guía por los tabúes tradicionales, por ello podemos esperar que al llegar al plazo establecido tome decisiones en beneficio de la ciudad, como lo prometió.
Imposible pensar que nada pase, porque evidentemente la expectativa ciudadana no se ha cumplido. Los titulares de las secretarías de administración y desarrollo humano, por ejemplo, no dieron el ancho.
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