Serpientes y escaleras - Los quince votos

En opinión de Eolo Pacheco

Serpientes y escaleras - Los quince votos

Volvió el estilo graquiano de sesionar de noche y en secreto.

 

Los quince votos

La noche del miércoles, de manera sorpresiva, sin convocar a los medios de comunicación y de forma apresurada quince de los veinte integrantes de la 55 legislatura de Morelos sesionaron, tomaron protesta a la suplente de la diputada Gabriela Marín y aprobaron el paquete económico 2023. La actuación de los diputados se enmarca en las facultades que les concede la ley, pero también forman parte de la querella política con el jefe del ejecutivo, un desquite en donde nuevamente la sociedad queda en medio. Por quinto año consecutivo Morelos no tendrá presupuesto.

Lo ocurrido esa noche llama la atención por varias cosas, la primera porque el bloque opositor pasó de 14 a 15 integrantes; este análisis pasa por el hecho de que los hermanos Yáñez hicieron de lado su preacuerdo con el ejecutivo en caso de regresar a la cámara y de nueva cuenta se colocan en su contra a través de la nueva integrante de la legislatura, Marguis del Rayo Salcedo, esposa de Roberto Yáñez Moreno.

Con este voto el bloque opositor volvió a recuperar la mayoría perdida tras el asesinato de Gabriela Marín y sumaron un sufragio más, con lo que cuentan ya con el 75 por ciento de la representación parlamentaria. Con ello pueden hacer todo, incluido aprobar el presupuesto del estado a su modo, como lo hicieron esa noche en la misma sesión.

El paquete económico enviado al congreso del estado por el ejecutivo hace unas semanas fue autorizado casi sin cambios, dijeron ayer por la tarde en una rueda de prensa los diputados. Ojo: al momento de votarlo no estaban los legisladores afines al gobernador ni tampoco los representantes de los medios de comunicación. La sesión se llevó a cabo casi en la clandestinidad, en un recinto parlamentario rodeado por elementos de seguridad de la fiscalía y sin divulgar hasta el momento lo que se votó en términos presupuestales. Insisto: el contenido de lo aprobado no se ha dado a conocer aún, salvo los detalles que los representantes populares quisieron dar a la prensa.

Frente a esto el ejecutivo a través del secretario de gobierno celebró los acuerdos parlamentarios, pero advirtió que esperarán a conocer el contenido de lo aprobado para fijar una postura formal al respecto; el mismo gobernador Cuauhtémoc Blanco advirtió que el presupuesto aprobado podría ser vetado si afectaba la operación del gobierno.

Lo aprobado la noche del miércoles, afirman los diputados, es benéfico para Morelos, resaltan el aumento de recursos al campo, apoyo económico a la universidad, más dinero para obra pública, para seguridad, para los municipios… todo lo que el ejecutivo había ya considerado en su propuesta. Lo nuevo fue la eliminación de la cláusula de transferencias. Detengámonos en este punto.

Desde hace más de veinte años los titulares del ejecutivo han tenido la facultad de transferir recursos de un lugar a otro en función de las necesidades que se presentan en el día a día; esta cláusula siempre ha sido motivo de polémica porque se considera que a partir de ella el gobernador puede utilizar el dinero como quiera, sin importar lo que se apruebe en el congreso local. Pero no es así se sencillo.

La defensa que han hecho una y otra vez los representantes del ejecutivo sobre este tema es que esta facultad es necesaria porque la operación del estado no es lineal, ni está ajena a cambios o eventualidades. Constantemente se tienen que hacer ajustes y esta facultad permite al ejecutivo actuar con más rapidez y con más eficiencia, porque si en cada caso se tuviera que solicitar autorización al congreso la operación se complicaría porque los diputados casi siempre están en pugna, divididos y ello dificultaría su autorización.

A esto sumemos el congreso actual, con sus integrantes, con los intereses que cada uno tiene y el ambiente político que provoca el proceso de sucesión. Sin cláusula de transferencias el poder ejecutivo se encontraría en conflicto permanente porque el diálogo con el legislativo es casi nulo y los intereses personales de los diputados anticipan que casi siempre le negarían el traspaso de recursos. Al menos de manera gratuita.

Habría que entender que la cláusula de transferencia no es absoluta, ni aplica en todos los casos; hace algunos meses la entonces secretaria de hacienda Mónica Boggio explicó en qué consiste esta facultad y en qué casos aplica, es decir, no se puede transferir dinero siempre ni de todos lados.

La eliminación de la cláusula de transferencias no impide el funcionamiento del ejecutivo, pero si complica mucho su operación y, dicho como es, abre la posibilidad de un jugoso negocio para los legisladores, porque cada vez que el ejecutivo requiriera hacer un traspaso de recursos tendría que acudir a ellos y es conocido que muchos diputados, como Andrea Gordillo o Eliacib Polanco, se mueven a partir del dinero. Sin esa cláusula la historia se volvería un permanente “pago por evento”.

La decisión tomada por los representantes populares no es absoluta, ni tampoco definitiva; el ejecutivo tiene la facultad de no publicar el paquete económico y con ello, como sucede actualmente, operaría con las reglas financieras anteriores, lo que no es lo ideal, pero resulta mucho más sencillo que hacerlo sin cláusula de transferencia.

Pero más allá de lo que financiera y operativamente deriva del paquete económico 2023 aprobado el miércoles por los legisladores, lo que llama la atención es la decisión de este bloque legislativo de declararle la guerra al gobernador. Eliminar la cláusula de transferencia es un mensaje político, una acción contundente que los diputados toman para provocar al jefe del ejecutivo. Los legisladores saben que esta decisión no se concretará porque aunque después del veto lo vuelvan a enviar, el tema terminará en una acción de inconstitucionalidad. Lo que quieren hacer notar es que con el control de las dos tres terceras partes de la cámara la relación va a cambiar.

Los representantes populares pudieron dejar pasar el tema presupuestal y esperar un poco más antes de tocar tambores de guerra, pero nuevamente les ganó la emoción y como sucedió el año pasado, decidieron pegar sin tener una estrategia bien definida. Eso sí: a diferencia del 2021 cuando eran un bloque de 13, ahora son 15 y pueden hacer más cosas, mucho más contundentes y peligrosas para el jefe del ejecutivo que ensuciarle su presupuesto.

La que viene en los siguientes días será una batalla de percepción: los diputados defienden su postura, pero lo hacen sin tener todos los elementos de su lado. En castellano: dicen que aprobaron un presupuesto para la gente, que apoya a los sectores más necesitados y atiende los sectores más vulnerables; pero no quieren dar a conocer el detalle de lo votaron, no pueden explicar porqué lo votaron a escondidas, ni mucho menos cómo en un presupuesto social ellos incrementaron 80 millones su propio presupuesto.

El año pasado los legisladores argumentaban exactamente lo mismo que ahora, pero su incapacidad para comunicar, su mala planeación política y el hecho que el gobernador pudo manejar el presupuesto a su antojo los convirtió en los villanos de la historia. Ni las lágrimas en tribuna de Agustín Alonso, ni los gritos desesperados de varias diputadas hizo mella en una opinión pública que los vio mal y derivado de ello los puso en el mismo nivel de sus antecesores. ¿Ahora será diferente?

El candado en el presupuesto no atará las manos al ejecutivo, porque seguramente no se publicará y de esta manera por quinto año consecutivo Morelos no tendrá un presupuesto en tiempo y forma, ni los municipios contarán con las herramientas adecuadas para hacer correctamente su trabajo.

Otra vez a los diputados les ganó el odio contra el gobernador, no supieron actuar de manera inteligente y volvieron a quedar exhibidos por su negligencia. El hecho de haber sesionado en secreto, de noche, escondidos de todos, resguardados por policías y multiplicado los recursos económicos para ellos, como lo hacían los integrantes de la legislatura graquista, deja ver que no hay buenas intenciones en su actuar. Peor: al momento de informar lo que hicieron se hicieron bolas, trataron de argumentar todo con cifras (casi las mismas que había plasmado el gobernador en su propuesta), pero evadiendo las preguntas referentes al sentido político de sus acciones.

Con esta manifestación de fuerza el congreso local deja claro que están en guerra contra el gobernador y la batalla se dará en todos los aspectos, pero también evidencia que no tienen claridad de los caminos que deben seguir, ni de las condiciones que rodean el proceso de sucesión. Más claro: con quince votos los diputados pueden hacer muchas cosas y verdaderamente poner en aprietos al gobernador, pero eso no sucederá a través del presupuesto.

Después de lo sucedido la noche del miércoles no habrá que sorprenderse si en el futuro cercano la legislatura abre camino a los juicios que existen en contra del gobernador o comienzan a armar una estrategia política que realmente complique las cosas a Cuauhtémoc Blanco.

También debemos esperar la reacción del ejecutivo, porque no creo que ante tantos ataques se quede cruzado de manos.

·         posdata

El duelo por la seguridad en Cuernavaca va en aumento, casi al mismo ritmo que los niveles de violencia. No hay día que no se reporte un asesinato, un asalto, una agresión o un robo; todo ocurre frente a la nariz de la jefa de policía y ante la complicidad del alcalde. La capital vive su peor momento en materia de inseguridad.

La situación se ha complicado a tal grado que el gobernador Cuauhtémoc Blanco y el secretario de gobierno Samuel Sotelo han comenzado a reclamar al presidente municipal José Luis Urióstegui que haga su trabajo. “Respetamos que no quiera participar del Mando Coordinado de Policía, pero no aceptamos que evada su responsabilidad o que quiera culpar al estado de su falta de estrategia”.

"Él debería de cambiar de estrategia porque ve todos los asesinatos que ha habido aquí en Cuernavaca y la delincuencia ha incrementado aquí en Cuernavaca, toda la gente se ha quejado de Cuernavaca entonces pues él debe de cambiar de estrategia, nosotros no podemos cambiar de estrategia porque hemos agarrado y se los he repetido muchas veces, a delincuentes que nadie se había metido con ellos, ahí están las pruebas, las detenciones que hemos hecho junto con el Gobierno Federal, entonces él debería de cambiar su estrategia porque a lo mejor algo no está bien y siempre hay que dar la cara por él… respetamos la autonomía municipal, es su decisión, no nos vamos a meter, pero nada más cuando nos piden apoyo se acuerdan de nosotros; cómo siempre seguiremos apoyando pero que quede claro, el apoyo siempre ha existido, que quede claro que es una responsabilidad del presidente municipal para que no nos eche la culpa a nosotros, a final de cuentas siempre le echan la culpa al gobierno del estado pero la responsabilidad de la seguridad en Cuernavaca es del presidente municipal porque él no se sumó al Mando Coordinado. Lo respetamos y los hemos ayudado con capacitaciones, con elementos, con todo lo que nos han pedido se le ha apoyado al presidente municipal, ahora que no nos quiera echar la culpa”

La respuesta del alcalde Urióstegui fue la siguiente: Aunque no estemos en el mando coordinado, la responsabilidad de la seguridad corresponde al estado; aún estamos en análisis para saber si regresamos o no al mando coordinado de policía.

La declaración del alcalde fue después de la sesión de cabildo en donde la mayoría de sus integrantes decidió que Cuernavaca no firmaría el convenio de mando coordinado de policía.

Cada uno saque sus conclusiones.

·         nota

No basta la acción penal contra los funcionarios que cometieron actos de corrupción, lo verdaderamente importante es que regresen los recursos y reparen el daño causado a las finanzas del estado, dice el diputado Arturo Pérez Flores tras el encarcelamiento de Sergio Beltrán Toto.

Totalmente de acuerdo.

·         post it

Si no fuera por los morenistas, el bloque mayoritario del congreso local no tendría los votos suficientes para ser mayoría.

La mitad de los diputados de Morena se pasaron del otro lado luego del conflicto interno de su partido y las elecciones internas de consejeros.

A cada acción corresponde una reacción.

·         redes sociales

Para que el gobernador Cuauhtémoc Blanco deje el cargo para ir nuevamente a campaña, el congreso le tiene que autorizar su licencia. Si los diputados no le dan licencia no se puede ir. El cargo es irrenunciable.

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