Serpientes y escaleras - La gobernabilidad que viene
En opinión de Eolo Pacheco
Dicen el IMPEPAC que tendremos la boleta más grande de México. ¿El tamaño importa?
La gobernabilidad que viene
La boleta electoral que se utilizará en Morelos durante la jornada del próximo año será la más grande del país y de toda la historia en la entidad; el votante deberá elegir entre las propuestas der 22 partidos con registro nacional y local que competirán por 12 diputaciones locales, 5 federales y 36 alcaldías. El número de candidatos que veremos es impresionante, aunque muy pocos podrán alcanzar sus metas; en el 2021 la votación se pulverizará y la gobernabilidad durante la segunda mitad del sexenio será más compleja. ¿A quién le encargará Cuauhtémoc Blanco la conducción política de su gobierno?
Hasta ahora las cosas no han sido fáciles para el mandatario estatal a pesar de que tiene total apoyo presidencial; aunque la gobernabilidad como término resulta incómodo al jefe del ejecutivo, la conducción de la política interna del estado es un aspecto determinante en el rumbo de cualquier gobierno. En Morelos el descuido en este tema ha traído consecuencias que se notan en todas las áreas del gobierno y se ven en la calificación que recibe el titular del estado.
Veamos las cosas de esta manera: a lo largo de dos años Cuauhtémoc Blanco ha enfrentado conflictos sociales, ataques políticos mezclados con crisis económicas y de seguridad, todo ello en un ambiente de turbulencia que provoca que cada día se multipliquen las voces contrarias y aparezcan nuevos frentes de ataque que desgastan aceleradamente la imagen del jefe del ejecutivo morelense.
Los intentos que el gobierno estatal ha hecho para tratar de remontar las crisis y mejorar la percepción han sido infructuosos porque el enfoque es erróneo, porque tratan de resolver problemas sociales, políticos y de seguridad con manejo de prensa y eso es imposible; no importa lo que se haga en el terreno informativo, si hay problemas sin resolver la gente lo percibe y lo reclama. La comunicación ayuda a posicionar ideas, a resaltar acciones, a generar percepción, a ganar confianza, pero no puede resolver ni ocultar conflictos de inseguridad o políticos.
Varios secretarios se preguntan por qué en dos años el gobierno de Cuauhtémoc Blanco enfrenta un desgaste tan severo, comparable al que tuvo Graco Ramírez al final de su mandato. ¡No tenemos estrategia de medios! ¡Nos falla la comunicación! Repiten. Ninguno se ha puesto a pensar que el origen de las crisis es distinto: la estrategia de comunicación se puede ajustar, pero ningún plan de medios resolverá lo que se tiene que atender en cada una de las otras áreas.
Mientras el gobierno estatal continúe sin darle la importancia que merece la política interna y no se exijan resultados tangibles a los miembros del gabinete, ni atiendan el origen de las inconformidades sociales, económicas y de seguridad, los problemas continuarán con cargo a la imagen personal de Cuauhtémoc Blanco Bravo.
Con este contexto el ejecutivo estatal llegará al proceso electoral 2021 y los morelenses acudiremos a sufragar a las urnas. En la boleta habrá una amplia oferta electoral con una sola coincidencia: enfrentar al gobierno estatal. De los 22 partidos que participarán en el proceso electoral solo dos simpatizan con el ejecutivo estatal y al menos una docena enarbolarán un discurso crítico hacia la administración que encabeza Cuauhtémoc Blanco.
Debemos tener claro que esta abultada oferta política derivará en una pulverización del voto y dará pie a que el próximo congreso tenga una múltiple representación partidista. Es probable que de todos los partidos que compitan en la próxima elección solo algunos lograrán los votos suficientes para mantener el registro; en ese escenario veremos alcaldes y diputados de todos los colores, lo que volverá aún más complejo el trato y la relación política, especialmente porque las finanzas públicas sufrirán una severa disminución producto de los recortes presupuestales hechos a nivel federal.
Con todo esto enfrente la pregunta es recurrente ¿A quién encomendará Cuauhtémoc Blanco el manejo de la política interna? Esa labor corresponde formalmente a la oficina de Pablo Ojeda, pero en estos primeros dos años ha quedado claro que la Secretaría de Gobierno no ha podido realizar un buen trabajo porque varias de sus facultades se las dieron al Jefe de la Gubernatura.
Hoy el manejo del gabinete y de la política interna de Morelos no está en ningún lugar en concreto, ni responde a una sola línea de trabajo; es conocido que el poder estatal cambia de un lugar a otro y a veces se inclina más de un lado, dependiendo del estado de ánimo del jefe del ejecutivo. Esta falta de definición en la línea de gobierno ha traído como consecuencia lo que ahora vemos: una mala relación política del ejecutivo estatal con casi todas las fuerzas políticas y sociales, problemas que no se atienden y un deterioro permanente en la imagen del jefe del ejecutivo.
Cuauhtémoc Blanco y su equipo deben poner atención en los escenarios que va a traer la siguiente elección y actuar antes de que las cosas se les compliquen más. Ya es imposible detener la oleada electoral que se avecina y no hay manera de alcanzar acuerdos de civilidad con los partidos de oposición y los líderes sociales que están en su contra; lo que sí se puede es abrir canales de diálogo y comenzar desde ahora a suavizar las cosas con quienes podrían convertirse en autoridades en el futuro cercano.
El área política del gobierno de Morelos necesita tender puentes de diálogo y ajustar las cosas en el interior para estar mejor preparados, para tener un mejor manejo político y resultados más positivos en todas las áreas. La protección presidencial ha sido muy importante porque ha evitado que las protestas sociales se conviertan en acciones políticas en contra del gobierno estatal, pero después del 2021, si los equilibrios políticos cambian, la voz del presidente no será suficiente para contener los ánimos de los enemigos del gobernador.
Piénsenlo así: sí la legislatura 55 queda conformada por una mayoría opositora, el trato con el congreso será complejo y sumamente caro; en un escenario donde los opositores tengan los votos suficientes para enjuiciar a Cuauhtémoc Blanco y actuar legalmente contra su gobierno utilizando a la Entidad Superior de Auditoría y Fiscalización o a la Fiscalía Anticorrupción, la posibilidad de que el jefe del ejecutivo sea sometido a un proceso legal puede ser inevitable, aunque venga Andrés Manuel López Obrador vestido de americanista a expresar su afecto por el futbolista.
Incluso la negociación que comúnmente ocurre en los congresos puede ser mucho más compleja, porque las expectativas cambiarán. Recordemos 1997, cuando a Jorge Carrillo Olea se le complicaron las cosas en lo social y perdió el control político del congreso: en el momento que el congreso se dio cuenta que podía tirar al gobernador no hubo manera de pactar con los diputados; la legislatura prefirió expulsar al mandatario en lugar de negociar económicamente con él, porque resultaba mucho más lucrativo sacarlo del estado y nombrar ellos a un gobernador que les compartió el gobierno estatal.
Si la legislatura 55 de Morelos se conforma por una mayoría opositora, sus integrantes inmediatamente van a colocar al jefe del ejecutivo en el banquillo de los acusados y tomarán dos aspectos para iniciar los ataques en contra de Cuauhtémoc Blanco: el nombramiento de secretarios sin cumplir los requisitos de residencia y el manejo financiero en la Secretaría de Salud y de la DGPAC.
Hoy más que nunca el panorama político para la segunda mitad del sexenio está claramente delineado y es posible anticipar lo que ocurrirá en el futuro político del estado, lo que no se ve por ningún lado es la reacción del ejecutivo ante este escenario, ni el trabajo de sus colaboradores para anticipar los problemas que se avecinan.
Nadie le ha dicho al gobernador Cuauhtémoc Blanco que en política las cosas ya no son como antes, que las acciones que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha emprendido contra figuras del viejo régimen marcan una pauta a seguir en la política del todo el país; ahora los abusos sí se castigan.
Si los próximos diputados enjuician y proceden legalmente contra Blanco y sus colaboradores o familiares, el final de su historia no sería solo la dimisión al cargo, habría consecuencias penales y acciones resarcitorias. Si eso pasa las cosas estarán en la cancha de los diputados locales y de las autoridades estatales… y si sus adversarios llegan a documentar las faltas cometidas, el presidente de México no va a meter las manos por su amigo Cuauhtémoc Blanco.
Aunque la gobernabilidad es un concepto que al jefe del ejecutivo estatal no le gusta, su equipo debería tenerlo en cuenta para que las cosas no se les sigan complicando.
- posdata
La reunión entre el aspirante mejor posicionado a la alcaldía de Cuernavaca con la dirigencia estatal del partido Encuentro Social generó una inmediata reacción en la clase política local. El encuentro de Javier Bolaños con Ulises Bravo (hermano del gobernador Cuauhtémoc Blanco) y Jorge Argüelles hizo que en creciera la idea que el panista daría el salto al PES.
El panista rechazó cualquier posibilidad de abandonar las filas del PAN, pero su reunión con los líderes de otro partido generó un sinnúmero de hipótesis y provocó un airado reclamo del panismo a su dirigente, que hasta ahora parece empeñado en agandallarse la candidatura capitalina y las posiciones plurinominales del 2021.
Aunque lo niegue, es posible que Javier Bolaños se convierta en candidato de la coalición Juntos Haremos Historia en Cuernavaca y en la siguiente elección sea el abanderado del PES y de Morena, porque seguramente no lo dejarán competir por el PAN; si eso sucediera las posibilidades de triunfo de la alianza se elevan y Acción Nacional podría irse hasta la tercera posición, porque la marca no tiene votos suficientes para ganar y al diputado Terrazas le falta rentabilidad para vencer a Morena.
Si así fueran las cosas los responsables del fracaso panista y del triunfo de Morena serían los hermanos Terrazas; si a Javier Bolaños se le cierran las puertas en su partido y se le abren las del PES/Morena, no solo tendría altas probabilidades de triunfo, también provocaría un cisma en el PAN que provocaría la caída de la familia Terrazas.
Queda poco tiempo para saber lo que ocurrirá en esa historia.
- nota
Será interesante saber cómo harán las dirigencias estatales de los partidos Encuentro Social y Encuentro Solidario para delinear su estrategia electoral en el 2021; se ha dicho que el primero postulará candidatos locales mientras que el segundo se abocará a las cinco posiciones federales.
Ambos tienen la urgencia de conseguir votos para mantener el registro y ninguno hasta ahora tiene definida ninguna candidatura. Jorge Argüelles y Ulises Bravo necesitan definir pronto su estrategia para comenzar a trabajar en ello y obtener buenos resultados en las urnas.
El gobernador Cuauhtémoc Blanco los necesita y el tiempo ya no es su aliado.
- post it
Enrique Paredes presentó esta semana al exdiputado local Matías Nazario Morales como nuevo militante del partido político Movimiento Alternativa Social; lo hizo en una rueda de prensa y al introducirlo dijo que “Les había costado mucho trabajo convencerlo de afiliarse al MAS”.
El leguleyo con aspiraciones políticas dio mucho de qué hablar con este comentario, porque es secreto a voces que el verdadero creador, promotor, líder y propietario del Movimiento Alternativa Social es Matías Nazario Morales. Enrique Paredes es un abogado de medio pelo que tuvo una corta y muy pobre participación en el gobierno de la capital y no tiene liderazgo ni capacidad para fundar un partido político. El cerebro detrás de MAS es Matías Nazario, por eso fue hilarante que paredes dijera que les había costado mucho trabajo convencer a Nazario Morales de afiliarse.
Desde esa plataforma política Matías Nazario buscará la alcaldía de Cuernavaca; la historia y trayectoria del ex diputado es conocida formó parte de en Nueva Alianza, pasó por el PRI y fundó su partido después de que le cerraron el paso en el 2018. Cualquier logro del Movimiento Alternativa Social será atribuible a Nazario Morales, no a Paredes; el aprendiz de político es un simple prestanombres.
- redes sociales
Menudo problema enfrenta el comisionado de seguridad Alberto Capella, luego de la represión a manifestantes que protestaban en Cancún por el asesinato de una joven.
Si en Quintana Roo las cosas son como en Morelos, seguramente nada va a pasar.
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