Escala de Grises - La verdadera representación

El pasado domingo 4 de abril, de acuerdo con el calendario del Instituto Nacional Electoral, iniciaron las campañas rumbo a las elecciones más importantes en la historia del país. Las votaciones se llevarán a cabo el domingo 6 de junio.

Entre los cargos que se estarán definiendo a lo largo del país estarán 300 diputaciones por el principio de mayoría relativa y 200 diputaciones por representación proporcional.

Una de las características más… peculiares de este proceso está en las personas que se postularán. Entre las más populares durante los últimos días están el actor y conductor Alfredo Adame y la muxe conocida como “Lady Tacos de Canasta”, pero vamos paso a paso.

A un día de haberse iniciado la temporada de campañas, se filtró un audio en el que Alfredo Adame, candidato a una diputación federal por el partido político Redes Sociales Progresistas (RSP), expone el negocio que representará su debut en la vida política del país.

“De esos 40 millones, nos chingamos 25. Así son los negocios. Porque no va a llegar a la mayoría de diputados en la cámara, necesitan agarrar. A RSP lo van a súper apoyar para que meta lo más posible”, dijo muy convencido de la estrategia.

Entre otros asuntos, el actor afirmó que Marcelo Ebrard será el próximo presidente de la República y, además, ventiló que los golpes a los gobiernos de López Obrador y Claudia Sheinbaum estarán prohibidos.

Además de circular por WhatsApp, el audio se viralizó en plataformas como Twitter y TikTok, donde las personas exigieron que se retirara su candidatura. Y con justa razón.

Sin embargo, Adame ya aclaró que los 40 millones que menciona se refieren a la venta de cubrebocas; que en ningún momento dijo la palabra pesos o dinero. Los 40 millones es la cantidad de cubrebocas que conformaban el lote. Ah, bueno.

Aunque, si ponemos la atención suficiente al orden de su discurso, lo primero que menciona es que el audio es un montaje, que se busca dañar su vida pública y que sí recibió instrucciones, pero que no es cierto. Extraño, ¿no le parece?

El conductor en ningún momento dio más explicaciones y pareciera que tenía mucha prisa por deslindarse de las acusaciones sin ahondar más al respecto. Independientemente de los ataques típicos de esta época, como dice López Obrador, esta debería ser la muestra perfecta para que los partidos políticos pongan la mínima atención en las alternativas a las que recurren con el objetivo de ganar votos o cubrebocas. ¿Será mucho pedir?

Por otro lado, también se dio a conocer la candidatura de “Lady Tacos de canasta”, conocida con ese apodo gracias a su oficio. La oaxaqueña buscará ser diputada en el Congreso de la Ciudad de México por el partido Equidad, Libertad y Género (ELIGE).

A pesar de lo que podría parecer una buena noticia para la comunidad LGBTTTIQ+, hay algunas cosas que debemos tomar en consideración. La primera de ellas es que la muxe aparecerá en la boleta con el nombre que se le otorgó al momento de nacer: Juan Francisco Martínez Ventura.

Gracias a la aprobación del Instituto Electoral de la Ciudad de México, en la boleta también se incluirá el sobrenombre “Lady Tacos” para que Marven pueda ser identificada por la sociedad que desee votar por ella. Sin embargo, ¿es esto suficiente para que la comunidad LGBT+ sea realmente representada?

Aunque la aparición de Marven en la boleta forma parte de la tendencia de colocar figuras públicas y reconocidas entre la cultura popular para convertirlas en figuras políticas, el tema va más allá y pone otras cuestiones sobre la mesa.

De acuerdo con el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, los partidos políticos deberán postular “tres fórmulas, en cualquiera de los distritos y una de representación proporcional” de candidates LGBT+. Este es un esfuerzo para lograr la inclusión en la sociedad; pero nada garantiza que las postulaciones y los escaños sean ocupados para cumplir ese propósito.

Ojo, aquí no se cuestionan las capacidades de Marven ni su interés en ser representante de la comunidad a la que pertenece. La comunidad LGBT+ merece ser representada en todas las esferas, al igual que los grupos que han sido discriminados por años, como las mujeres, las personas con discapacidad y las personas afrodescendientes.

Sin embargo, no hay que perder de vista que el objetivo ideal de ocupar cargos de representación es, precisamente, defender los intereses de las personas que votaron por un proyecto sólido, por propuestas que les benefician. Implica más que la simpatía por un actor y su trabajo en la televisión, más que el gusto y el aprecio por una creadora de contenido.

Durante estos meses podremos darnos cuenta de las estrategias y tácticas a las que recurrirán los partidos políticos para asegurar su triunfo en las urnas, pero también deberemos cumplir con nuestra responsabilidad, que va más allá de solo criticar o de votar por nuestra figura pública favorita.

Esta temporada de campañas involucrémonos en el proceso, escuchemos con oído crítico las propuestas, las promesas; cuestionemos a las personas que prometen ser el cambio definitivo: ¿Cómo se logrará?

¿Qué presupuesto se destinará para cumplir con esos propósitos? ¿Cuáles serán las alternativas para actuar en caso de que alguna crisis ocurra? ¿Cómo se pretende visibilizar los problemas estructurales por los que atraviesa el país desde hace tantos años? ¿Cuáles son los problemas más urgentes de resolver, de acuerdo con el planteamiento que tienen las personas frente a alguna candidatura? ¿Cuál es su opinión sobre derechos humanos básicos?

Analicemos las respuestas y los contenidos que tenemos a la mano, dejemos de pensar que “la política no sirve para nada”. Todes podemos ser el ancla que asegura los barcos para que después, no naveguemos sin rumbo.

Tierra a la vista:

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