Serpientes y escaleras- El gober y su gabinete

No ha sido fácil para Cuauhtémoc Blanco el arranque de gobierno. Y se pondrá peor.

El gober y su gabinete

El primero de octubre se cumplirá el primer año de gestión de Cuauhtémoc Blanco como gobernador de Morelos; este tramo de mandato ha sido sumamente complicado, más de lo que cualquier ciudadano querría y mucho más de lo que los propios funcionarios esperaban. En once meses las cosas se han puesto color de hormiga en Morelos: la situación en lugar de mejorar ha empeorado en muchos aspectos y el discurso de echar la culpa al pasado se agotó. La esperanza se comienza a perder hasta en el propio gabinete.

El 01 de octubre se cumplirá el primero de los seis años que constitucionalmente tienen Cuauhtémoc Blanco para estar al frente del poder ejecutivo del estado; en esa fecha el mandatario debería dar un informe de lo hecho en doce meses, de los puntos en los que se ha avanzado y los temas que siguen pendientes en la agenda del estado. Se esperaría que en esa fecha el ex seleccionado nacional de un mensaje político en donde refiera en dónde está y hacia dónde va Morelos bajo su mando.

Ese día puede ser un buen momento para que el jefe del ejecutivo revise y ajuste el equipo que lo acompaña, para que haga una evaluación fría del trabajo de sus colaboradores y refuerce las áreas que no han funcionado.

Si la lógica política y administrativa impera, el análisis que debería hacer Blanco Bravo debe empezar por los resultados; más allá del discurso, de las excusas o de las justificaciones el otrora capitán americanista tiene que analizar seriamente lo que han hecho sus colaboradores en todos los aspectos que intervienen en su trabajo, incluyendo por supuesto puntos intangibles como la lealtad y aspectos de fondo como la honestidad.

Aunque es evidente que al gobierno de Blanco Bravo le faltan mujeres, no todas las damas que están en su equipo han dado buenos resultados, por ello la regla para medir no puede ser solo el género. Más claro: en la administración estatal faltan y sobran mujeres, unas para cumplir la cuota de paridad y otras porque no han hecho bien su trabajo.

El primero de octubre es una fecha oportuna para que Cuauhtémoc Blanco revise  y ajuste su gabinete, para que haga movimientos en su equipo y realice cambios de fondo en varios aspectos, empezando por la actitud y la manera como se relaciona su administración.

Los conflictos al interior del gabinete estatal son evidentes e imposibles de ocultar; la reyerta que se vive en el gobierno no tiene precedente porque no ocurrió en ninguna de las administraciones pasadas; por supuesto que cada sexenio hubo grupos al interior del gobierno y figuras externas que influyeron de sobremanera en la marcha del estado, pero nunca de la forma como se ve hoy.

A la vista están los puntos donde el gobierno estatal no ha avanzado, los rubros en los que se ha quedado corto y aspectos en donde de plano vamos para atrás. El mandatario enfrente un escenario de crisis múltiples, con problemas muy serios en materia de inseguridad, sin planeación, sin desarrollo económico o empresarial, en declive turístico, sin objetivos de corto, mediano y largo plazo, ni diálogo político más allá de sus pocos y muy limitados aliados.

En esta primera etapa de la administración los problemas se han multiplicado a un ritmo que el gobierno no puede seguir; la violencia se ha vuelto cosa de todos los días y la inseguridad lastima por igual a ciudadanos, empresarios, comerciantes y hasta presidentes municipales.

De este aspecto se derivan muchas cosas: la economía está en recesión, hay muy pocas inversiones públicas y privadas, el desempleo ha aumentado y la calidad de vida está en los peores niveles de la historia.

Las consecuencias de todo ello son obvias: la calificación de Cuauhtémoc Blanco ha caído drásticamente y ello traerá consecuencias de todo tipo, empezando en lo político-electoral. Sin estabilidad, sin credibilidad y sin confianza es imposible que un estado crezca y que el  gobierno sobreviva. Con tantos conflictos se están abriendo múltiples puertas para que los adversarios y enemigos de Blanco Bravo ataquen y hundan un barco que comienza a hacer agua solo.

Un aspecto sustantivo para el gobernador es la credibilidad y el liderazgo que genera su persona; como futbolista Cuauhtémoc Blanco fue un líder, varias veces cargó con el equipo y de manera reiterada supo hacer la diferencia en un partido. Como mandatario es la cara opuesta de ello, su distanciamiento con la sociedad de Morelos no solo lo ha alejado de sus gobernados, también ha provocado un ambiente de hostilidad y rechazo en su contra que se transforma en conflictos sociales.

Al gobierno estatal le urge recuperar la confianza ciudadana y retomar la relación con el gobierno federal, pero para que eso suceda primero debe haber un cambio drástico, es necesario ajustar el gabinete y modificar de manera sustancial la actitud del jefe del ejecutivo.

Lo que se le viene encima al mandatario después del primero de octubre no es cosa menor y puede definir lo que será su vida en el futuro, incluso más allá de su participación en política. Pasado el primer año veremos un cambio de actitud en los actores de poder porque entraremos a un año preelectoral; entonces vendrán reacomodos que implicarán una mayor presión al gobierno y un ataque más directo al gobernador.

La cereza del pastel: una vez que se puso en la mesa el nombre del hermano del gobernador, también él será sujeto de cuestionamientos y ataques. Por cierto: desde México ya lo están investigando.

• posdata

Echaron abajo el decreto de la 53 Legislatura, el que se hizo al final del sexenio de Graco Ramírez y en el que ampliaban a 20 años el periodo de los magistrados. Con ello los beneficiarios de la reforma Graquista pierden ese beneficio y la presidenta Carmen Verónica Cuevas queda impedida para seguir al frente del Poder Judicial de Morelos, porque su periodo como magistrada  ya concluyó. Continuar en el cargo la llevaría  a incurrir en el delito de Ejercicio Indebido del Servicio Público.

Seguramente los magistrados afectados recurrirán al amparo e iniciará así una nueva batalla jurídica.

Algo hay que reconocerle al tabasqueño: dejó incondicionales por todos lados.

• nota

Así declaraba hace unos meses el asesor anticorrupción del gobierno de Morelos sobre las acciones y demandas en contra del ex gobernador Graco Ramírez:

1. Dicen que el movimiento se demuestra andado y estoy seguro que esta denuncia que se presentó es solo inicio de todo aquello que Cuauhtémoc Blanco prometió como candidato y que lo llevó en julio pasado a ganar la gubernatura.
2. … Los actos que se relatan en esta denuncia tienen que ver con posibles delitos en el ámbito federal como es el caso el uso de recursos de procedencia ilícita, también la defraudación fiscal y posiblemente delincuencia organizada y algunos otros ilícitos que los abogados tienen la certeza que son del ámbito federal.
3. … Yo creo que la gente todavía no ha entendido o  dimensionado el tamaño del daño que le hizo a Morelos el gobierno de este señor Ramírez. No solamente fue el rompimiento social en el que los morelenses nos encontramos, al choque de muchos morelenses con otros morelenses; sino el daño que le hizo a las finanzas del estado de Morelos; voy a dar algunas cifras: Graco Ramírez recibe el estado de Morelos con una deuda pública de 1 mil 600 millones de pesos de manos de Marco Adame y sin embargo ahora que Graco le entregó el gobierno a Cuauhtémoc Blanco hay una deuda, todavía no sabemos a ciencia cierta, pero que sobrepasa con mucho los 9 mil millones de pesos. El gobernador Ramírez bajó recursos federales en obra pública por más de 10 mil millones de pesos, ahí estaríamos hablando que solamente entre los créditos y lo que es la obra pública hubo cerca de 20 mil millones de pesos que entraron al PIB de Morelos, sin embargo es increíble que decrecimos en nuestro Producto Interno Bruto; y eso no tiene otra explicación más que fueron actos de corrupción desde las altas esferas del gobierno de Graco Ramírez.
4. … Yo puedo decir que en el caso de Morelos no hay ninguna amnistía para Graco Ramírez ni para ningún otro funcionario que haya cometido actos ilícitos en el gobierno anterior. De ninguna manera.

La postura del funcionario estatal ha cambiado, aunque diga que malinterpretamos sus dichos o ponemos en sus labios palabras que él no mencionó. Hoy Gerardo Becerra es  otro, ya no es se refiere a Graco Ramírez como “El ladrón” “El pillo” o “El señor Ramírez”, ahora lo llama “ex gobernador” y contrario a lo que promete el gobernador Cuauhtémoc Blanco (“Va a caer, se los prometo”), señala que los delitos por los cuales se ha denunciado al tabasqueño “no ameritan una medida cautelar de cárcel”.

Muy rápido cambió la postura del Asesor Anticorrupción de Morelos Gerardo Becerra; radicalmente hasta para llevarle la contraria y corregir a su jefe Cuauhtémoc Blanco. Así lo dijo la semana; lo transcribo de manera textual para que nadie se confunda ni se interpreten cosas distintas:

“Yo no sería tan fuerte como lo dijo el gobernador en su momento de que se va a meter a la cárcel a una persona, porque hay debidos procesos que se tienen que cumplir, tal vez, tal vez lo digo de esa manera, el delito por el cual se le pudiera someter a proceso al ex gobernador, no sea un delito que tenga una medida cautelar de cárcel como tal”.

PLOP

• post it

Los ataques del legislativo al gobierno estatal siguen; el punto central de la embestida de Tania Valentina es el hermano del gobernador y las razones son económicas.

El plan, cuentan los que saben, fue diseñado por Javier López y tiene jiribilla: por un lado exhibe a Ulises Bravo y por otro no toca a José Manuel Sanz; de esta manera mete al debate a un hombre que no forma parte del gobierno y provoca que el pleito dentro del gabinete se agudice, porque muchos asumen que el autor intelectual de todo es el jefe de la gubernatura.

López Sánchez está haciendo lo que mejor sabe hacer: ya puso a pelear al gabinete y provocó una crisis mayor dentro del gobierno de Cuauhtémoc Blanco. Pero como siempre que El Chabelo opera el costo de sus planes es muy alto y terminará por acabar con la fuerza de la diputada del PT, quien también ha quedado exhibida por sus excesos y carece de calidad moral para hablar de honestidad y valores sociales.

El problema más grande que tiene hoy el gobierno estatal está en el congreso; las razones de que los conflictos se les multipliquen es simpe: no saben hacer política.

Un dato más: cuidado y estigmaticen al hermano del gobernador (como lo pretende hacer Tania Valentina), porque entonces las cosas se le complicarán mucho más al gobernador y los golpes tocarán uno de los puntos que más le duelen.

• redes sociales

Por cierto: sigo en espera de la carta aclaratoria de Gerardo Becerra, en la que aclararía que no dijo lo que dijo.

¿Llegará hoy?

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