Cuando sea demasiado tarde… - The Batman y otros menesteres.

Vamos a dejar descansar el tema de la política esta semana porque más de dos comentarios no muy padres me llevé con la columna de la semana pasada (Dorantes-Argandar, 2022, 16 de abril), entre ellos una amenaza velada hacia el bienestar de su servidor en su calidad de opinador semiprofesional de mediana calidad. A un colega al que aprecio mucho le tuve que recordar que cuando terminé el lopezobradorismo, nos vamos a quedar los mortales con todas las cosas que nos dijimos defendiendo o atacando a un personaje político, ya dejé usted la aprobación o desaprobación de su desempeño. El gran logro de este sexenio fue tenernos divididos, lo que nos tuvo muy eficientemente controlados. ¿Cuántos parientes/amigos/compañeros le han retirado la palabra, apreciado lector, por andar criticando o alabando al presidente López? Así que bueno, en virtud de que ya le queda poco al sexenio y si es verdad que las cosas se dicen solas cuando se hacen, lo es más en los últimos dos años de cualquier mandato democrático. Por ello mismo, pasemos a cosas de mucho más importancia, como lo es la entrega de Matt Reeves denominada “The Batman”, la cual es estelarizada por Robert Pattison mismo.

            Tengo sentimientos muy encontrados al respecto de este filme. Su calidad está, (como siempre) a opinión de este humilde opinador, muy a la altura del trabajo que hizo Christopher Nolan (y disculpen ustedes que ya no ponga más citas, todo lo pueden encontrar en IMDB, la cita arriba incluida es sólo para fines mercadotécnicos) en su trilogía de Batman. Es imposible no comparar este trabajo con el realizado anteriormente, y personalmente me agrada que le hayan quitado un poco de lo militar-táctico al Batman anterior, y en esta ocasión se presenta como un vigilante que usa como principal herramienta su intelecto y sus puños. Encuentro fresco la revitalización del personaje hacia una más profunda humanización del personaje. Personalmente hubiera apreciado por lo menos una escena en la que el Pattison apareciera luchando consigo mismo frente un frasco de antidepresivos. Por un lado, pondría una piedra hacia la promoción de la farmacología en la atención a la salud mental (ya ven que uno piensa que es Psicólogo), y por el otro lado terminaría la labor de humanizar el personaje. Siempre había encontrado incongruente la imagen del magnate con sonrisa de George Clooney, en combinación con la imagen del vigilante que pasa las noches patrullando la ciudad y cazando malhechores. Uno pensaría, que como mínimo, dicho individuo tendría que traer sendas ojeras bajo los ojos en calidad de permanente.

            Sin embargo, considero que el filme fracasa rotundamente en un hecho que no soy capaz de comprender cómo es que pasa desapercibido. ¿Cuántas veces van que vemos prácticamente el mismo libreto en la pantalla grande? Si a usted le enfadan los “spoilers” y no la ha visto, lo invito a que brinque al siguiente párrafo, aunque le he de confesar que de spoiler no tiene mucho, pues desde el tráiler conocemos la trama. ¿De qué trata la película? Por lo menos nos ahorramos una enésima vez del asesinato de Thomas y Martha Wayne como fundamento para la afectación psicológica que lleva consigo Bruce Wayne. En esta ocasión, el ya conocido justiciero con orejitas de murciélago, debe enfrentar a varios mafiosos de la ciudad, entre los que se encuentran los dos grandes capos (Marone y Falconi), y un villano que teje un gran plan para asesinar a muchas personas y a través de intricadas claves y (adivino usted bien) acertijos, trata de terminar con la paz de Gotham City. Habiendo tanto material de dónde sacar nuevas historias del mismo personaje, ya deje usted cuántos personajes de historieta quedan por explotar, como para que nos hayan hecho llegar más de 10 películas de Batman en modalidad “live-action”.

            Quisiera ver la muerte de Batman, el ascenso de Azrael y la lucha entre la batifamilia, quisiera ver a Anthony Hopkins interprentando a Bruce Wayne y Robert Pattison hubiera sido un genial Terry McGuinis con todo el material que hay de Batman Beyond. ¿Cómo es que nos siguen dando arroz y frijoles de cenar y le seguimos entrando con singular alegría? Creo que es parte del mismo fenómeno de estancamiento de la consciencia que vivimos hoy en día. La gente ya no quiere tener que pensar, sólo quiere que le digan qué y para dónde, y no tener que preocuparse por los detalles. Por todo lo antes expuesto, The Batman se lleva un generoso 6.5 y nada más porque de verdad está buena.

            Por lo demás, la cosa está todavía peor en mi país. No voy a profundizar en el tema porque me tengo que armar de valor para entrarle de lleno, pero el caso de la chica de Nuevo León que siempre sí apareció en una cisterna en la que ya habían buscado tres veces, pero buscamos una cuarta por si se nos había pasado y ¿qué creen? Siempre sí estaba ahí. Saque usted sus propias conclusiones, abrace fuertemente a los suyos y si no tiene a que salir le sigo rogando que no lo haga porque la consciencia no ha muerto, nada más está de parranda.

Dorantes-Argandar, G. (2022, 16 de abril). El polvo de la revocación. El Regional. Disponible en línea: https://www.elregional.com.mx/cuando-sea-demasiado-tarde-el-polvo-de-la-revocacion Consultado 22-04-2022 14:00 hrs.