Serpientes y escaleras - El emplazamiento a Huelga
En opinión de Eolo Pacheco
Las demandas del sindicato son excesivas, abusivas y poco solidarias con la UAEM
El emplazamiento a Huelga
El sindicato de trabajadores administrativos de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos ha emplazado a huelga para el próximo 15 de febrero, su dirigencia exige, entre otras cosas, un diez por ciento de aumento salarial para sus más de mil 500 agremiados. La petición no solo está fuera de lugar ante la evidente crisis financiera por la que atraviesa la UAEM desde hace varios años, también resulta abusiva y poco solidaria con la comunidad universitaria. Las peticiones sindicales son irracionales.
Reflexionemos un poco respecto a lo que es y lo que ha vivido nuestra máxima casa de estudios en los últimos años:
Creada en 1938 como Instituto de Educación Superior de Morelos y transformada en 1953 en Universidad, la de Morelos es una de las instituciones de educación pública superior con más reconocimiento a nivel nacional; académicamente está ubicada en los primeros diez sitios por su desempeño, en primero de acuerdo al número de investigadores, tiene una matrícula superior a los 42 mil alumnos, cuenta con 9 planteles de educación media, 17 facultades, 18 escuelas, 3 institutos y 12 centros de investigación con presencia en 21 de los 36 municipios de Morelos.
A pesar de su buen posicionamiento nacional la Universidad de Morelos arrastra un déficit financiero desde hace más de una década derivado de distintos factores que comienzan con un menor subsidio por alumno de parte de la federación y una matrícula estudiantil que se ha elevado considerablemente en los últimos años sin que el crecimiento sea proporcional al presupuesto asignado. En números: las universidades públicas del país reciben en promedio 60 mil pesos anuales por alumno (algunas más de cien), mientras que en el caso de la UAEM el recurso que envía la SEP a través de la Secretaría de Hacienda es de apenas 45 mil pesos.
La administración pasada, la de Alejandro Vera Jiménez, apostó al incremento de la matrícula y la infraestructura sin sopesar la compleja situación financiera universitaria, lo que fue bueno desde un punto de vista social, pero agudizó la crisis económica de la universidad y ahorcó al presupuesto de la UAEM. Con Gustavo Urquiza la dinámica cambió: el nuevo rector concentró los recursos en la operación, en el pago de pasivos y en el manejo de la pandemia, también implementó un riguroso esquema de austeridad, congeló plazas y generó ahorros en todas las áreas para mantener la institución a flote. Y lo logró.
Estas acciones permitieron equilibrar la economía universitaria, pues a diferencia de años anteriores, cuando en el último trimestre la universidad entraba en suspensión de pagos y se atrasaban los salarios de los trabajadores, en fechas recientes esta situación ha cambiado y el incumplimiento dejó de ser lo normal. El esfuerzo para estabilizar las finanzas universitarias no es individual, sino colectivo, en él resalta la conducción del rector Gustavo Urquiza, pero ha sido indispensable la solidaridad de toda la comunidad universitaria, incluidos los sindicatos.
El problema es que en el caso del Sindicato de Trabajadores Administrativos de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos hay un nuevo líder que parece querer ganarse la simpatía de la base ahorcando a la universidad. La petición de un aumento salarial del diez por ciento está fuera de lugar porque la UAEM no tiene forma de cumplir dicha petición, así se trate de un aumento directo al salario o, como también lo ha solicitado el sindicato, a través de otros apoyos a los trabajadores. Al final todo se traduce en dinero que la UAEM no tiene.
Amén del incremento salarial el sindicato exige justes en el contrato colectivo; entre las cosas que piden están las siguientes:
- Que la jornada de trabajo para todos los Trabajadores Administrativos Sindicalizados sea de siete horas diarias en todas las dependencias. Los horarios vigentes a la fecha, menores a los establecidos en el Contrato Colectivo de Trabajo y en otros por costumbre tanto en horas como en días laborales, serán respetados por las partes. (Cláusula 16ª)
- Los Trabajadores Administrativos Sindicalizados de la UAEM disfrutarán de 3 periodos anuales de vacaciones de conformidad con lo siguiente: Diez días hábiles en semana santa, Dieciocho días hábiles en los meses de julio-agosto y Diecisiete días hábiles en los meses de diciembre-enero. Cuando por cualquier motivo justificado el trabajador administrativo sindicalizado no hiciera uso de sus vacaciones se le pagarán dobles, independientemente del salario que le corresponda por el trabajo prestado. (Cláusula 20ª)
- La Universidad se obliga a establecer la semana laboral en 5 días hábiles y 35 horas de servicio; los horarios de los Trabajadores Administrativos Sindicalizados serán de siete horas por día. Por cada cinco días trabajados tendrán derecho a dos días de descanso con pago de salario íntegro. (Cláusula 21ª)
- El Contrato Colectivo de Trabajo se aplican a todos los Trabajadores Administrativos Sindicalizados. La UAEM se obliga a proporcionar a cada Trabajador Administrativo Sindicalizado, Jubilado y Pensionado, la cantidad de 8 mil 200 pesos por concepto de prestación de Previsión Social. (Cláusula 53ª)
- La UAEM pagará estímulos e incentivos a la calidad y eficiencia en el trabajo hasta por un 35% del salario diario conforme las bases establecidas en el convenio respectivo a todos los Trabajadores Sindicalizados que se hagan acreedores a ellos. Esta prestación se integrará de manera mensual y se pagará en forma bimestral, precisamente en la primera catorcena siguiente al vencimiento. (Cláusula 54ª)
- La UAEM otorgará a cada jubilado y pensionado como prestación de Previsión Social, la cantidad de $4,200.00 (cuatro mil doscientos pesos 00/100 M.N.) en la segunda catorcena del mes de marzo de cada año.
En este mismo sentido el sindicato de trabajadores administrativos de la UAEM ha solicitado formalmente que se incorpore en el Contrato Colectivo una cláusula que formalice el “Teletrabajo” e incluya el pago del servicio de internet y energía eléctrica, entre otras cosas, para quienes realicen el trabajo desde su casa.
Independientemente de que el sindicato está en todo su derecho de exigir lo que quiera, la postura de esta representación sindical es irracional, egoísta y anti solidaria con la UAEM; todos, empezando por la comunidad universitaria, conocemos la situación económica que prevalece en nuestra máxima casa de estudios y el esfuerzo que realizan todos sus integrantes para mantener a flote la institución.
Exigir más allá de lo racional y amagar con una huelga si no les conceden todos sus planteamientos no daña a una autoridad (en este caso al rector), sino a miles de alumnos que recién están regresando a las aulas luego de dos años de ausencia a causa de la pandemia. En tiempos tan complejos en lo económico como los que ahora se viven en el país el primer reto es defender las fuentes de empleo. Y este sindicato está haciendo todo lo contrario.
La solidaridad debe ser con la universidad, con todo lo que ella representa y lo significa para el estado y miles de estudiantes.
La huelga con la que amenaza el sindicato no daña a un rector, sino a toda la comunidad de la UAEM.
- posdata
El delegado nacional de Morena en Morelos Raúl Ojeda Zubieta lanzó un ultimátum claro a sus diputados: tienen prohibido prestarse a las acciones del presidente de la mesa directiva de la cámara, Francisco Erick Sánchez, toda vez que las considera “perversas, ilegales, abusivas y bochornosas”.
El llamado es general, pero fue dirigido de manera específica a uno de los integrantes del grupo Parlamentario, Arturo Pérez Flores, quien varias veces se ha prestado a las acciones del G11, contraviniendo los lineamientos de su partido. La advertencia lleva una amenaza implícita: quienes hagan caso omiso a la indicación quedarán sujetos a una revisión estatutaria de conducta, lo que implica valorar su permanencia en la organización. Ergo: los van a expulsar. Anotación al calce: sin Morena, Arturo Pérez Flores no es nada.
El duelo de poder al interior de la cámara de diputados es frontal y no se ve por donde se pueda resolver en el corto plazo; la radicalización de las partes es cada vez más profunda, lo cual no deja espacio para un entendimiento racional y civilizado.
Por supuesto cada uno de los bloques esgrime sus argumentos y defiende su posición, pero al final el resultado es inocultable: la cámara de diputados de Morelos está paralizada y luce peor que las anteriores… y eso ya es mucho decir.
El desgaste público de la cámara de diputados es enorme y les está pegando a todos sus integrantes, la presión política se carga más del lado del G8, pero el detrimento de la imagen social afecta más al G11, porque está en ellos el manejo del congreso.
La presentación de dos foros para el Parlamento de Mujeres es una muestra más de las dificultades políticas existentes y también de la falta de solidaridad entre las diputadas; en lugar de cerrar filas en torno a una lucha de género, las legisladoras apuestan con sus actos por la división. ¿En dónde quedó el feminismo?
La intervención de la dirigencia estatal de Morena en el tema legislativo no es un asunto casual y puede dar pie a la incorporación del partido a esta lucha; hasta ahora el duelo ha sido interno, entre diputados y con una posición ventajosa de parte del PAN, pero luego de escuchar al delegado Raúl Ojeda no se puede descartar que el Movimiento de Regeneración Nacional intervenga y comience una guerra de mayores proporciones.
Veámoslo de esta manera:
Hoy los diputados Agustín Alonso y Francisco Sánchez llevan el sartén por el mango y hacen lo que quieren en la cámara de diputados porque tienen mayoría; le han pasado encima a Morena porque el G8 además de estar en inferioridad numérica, carece de talento político, experiencia y capacidad para comunicar. ¿Qué pasaría si Morena entra desde México?
Hagamos un recuento de lo que representa ese partido en términos de poder, empezando por el manejo del gobierno federal, el estatal y los municipios que gobiernan. ¿Están listos en el G11 para un choque de ese tamaño? ¿Estarán conscientes de llevar la división parlamentaria a otro nivel?
No tengo claro si tras la intervención del delegado Raúl Ojeda el duelo en el congreso del estado cambiará o si solo se trató de un llamado a su diputado rebelde; lo cierto es que, si el pleito escala y otros actores de poder intervienen, la historia va a cambiar y muchos de los que hoy persiguen pueden volverse perseguidos.
El problema de pelear sin reglas y sin límites es que todo se vale.
Así no se hace política.
- nota
El centro de investigación Morelos Rinde Cuentas reveló un desvío de recursos cometido por los exdiputados locales de Morena y Movimiento Ciudadano, José Casas y Ana Cristina Guevara; en 2019 recibieron dinero para que lo destinaran a las víctimas del temblor del 2017 y en lugar de hacerlo justificaron el uso con fotografías de Hidalgo. Ciudadanos de los municipios de Morelos en donde, se supone, habrían destinado el dinero refieren que nunca recibieron la ayuda.
Las imágenes presentadas en el expediente de los diputados que justifica el medio millón de pesos que cada uno de ellos recibió corresponden a trabajos que la institución de asistencia social Congregación María Trinitaria realizó en otro estado; los dos representantes populares facturaron los apoyos a la comunidad a través de la empresa INMETEAG S.A. DE C.V.
Tras conocerse estos hechos el partido Movimiento Ciudadano se deslindó de los hechos bajo el argumento que desde el año 2020 (después de haber cometido el desvío de recursos) Ana Cristina Guevara había dejado de pertenecer a sus filas, pero no dijo nada sobre las acciones ilegales ni exigió investigación alguna.
Obvio: la dirigencia estatal (formal y de facto) de Movimiento Ciudadano no tiene calidad moral para hablar de honestidad, ni mucho menos de legalidad; basta recordar los pasajes oscuros de la esposa del actual diputado Julio César Solís para entender que en ese partido lo que les gusta es la lana, no importa la forma ni el lugar de la que provenga.
- post it
Sin contar pasivos anteriores, el Sapac adeuda 11 millones de pesos más por consumo de energía de los meses de enero y febrero del 2022; mientras no se regularice el pago no se puede llegar a un acuerdo con la CFE, dice el alcalde José Luis Urióstegui. Por esta razón la paraestatal ya cortó la luz a algunos pozos y ante ello el municipio implementó el reparto de agua en las colonias a través de pipas.
¿Cuánto aguantará este ritmo el ayuntamiento? ¿Cuántos pozos mas se quedarán sin energía por el mismo motivo? ¿Cuánto tiempo soportará la gente sin volver a salir a bloquear calles?
- redes sociales
El doble discurso feminista en el congreso: mujeres que boicotean a mujeres.
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