Secreto a voces - Alfonso García Robles
En opinión de Rafael Alfaro Izarraraz

Es común escuchar en nuestros tiempos la idea de que ciertas naciones, ante las circunstancias geopolíticas que viven, podrían justificar en ellas la idea de la producción de armas nucleares como medio de legítima defensa para enfrentar a otras naciones que poseen armas nucleares y las utilizan como una amenaza en su contra. El caso de las relaciones entre Irán e Israel, sirve como ejemplo. A otro nivel están los recientes y aparentes movimientos de submarinos nucleares estadounidenses contra Rusia como parte de las balandronadas de Trump que suelta un día una y otro también. Como no se ven porque son submarinos, pues quien sabe... Lo cierto es que ese discurso ha ganado terreno contra quienes somos favorables a la paz.
El problema es que detrás de las transformaciones históricas que nos tocó vivir, la guerra de Europa contra Rusia, empujados por EU, este último logró para ello utilizar al pobre pueblo ucraniano, se nos presenta la guerra como un espectáculo mediático en el que las redes informan a una audiencia pasiva a pesar de que cada quien, individualizado por las redes, opine a favor o en contra. La tragedia humana a la que nos han sometido las redes sociales, que quieren convertirnos en agentes activos pero individualizados ante los hechos, no nos permite ni siquiera recuperar o volver a las mejores prácticas del pasado para actuar en el presente. El tsunami informativo que vivimos sobre las armas nucleares ha debilitado nuestra sensibilidad contra lo nuclear.
Pero debemos recordar…
Que en 1982 un mexicano recibió el Nobel de la Paz, de quien se dijo que se había convertido en figura determinante para que naciones latinoamericanas firmaran un acuerdo mediante el cual se creaba una región libre de la producción o posesión de armas nucleares. Esta frase que no debemos olvidar fue pronunciada por Alfonso García Robles en el momento en que recibió el Nobel: “La humanidad se halla ante un dilema: debemos detener la carrera de armamentos y proceder al desarme o enfrentarnos a la aniquilación”. Lo que representó García Robles no fue sólo una reflexión personal sino el sentir de un pueblo que debió pasar por guerras y revoluciones para lograr la paz y de una región como América Latina y el Caribe que ha vivido la violencia del colonialismo.
El 20 de marzo de 1911 nace en la ciudad de Zamora, Michoacán, Alfonso García Robles: el hombre que desafió la era nuclear, como el diplomático anti armas nucleares.
García Robles, destaca en el plano diplomático por haber sido el principal promotor de que las naciones de América Latina y el Caribe, en la actualidad, sea un territorio libre de la presencia de armas nucleares. Logró que quedó regulado en el “Tratado para la Proscripción de Armas Nucleares en la América Latina”, mejor conocido como Tratado de Tlatelolco, que fue firmado un 14 de febrero de 1967. Su formación como jurista inició en la Escuela de Jurisprudencia de la UNAM y más tarde continuó su formación profesional en Francia y en los países bajos. Este hombre es un ejemplo de vida igualmente que en todo momento le reprochó al mundo resolver las controversias por medio de armas de destrucción total.
La filosofía del desarme y conta las armas nucleares, de García Robles, no puede entenderse sin la Revolución Mexicana y el sufrimiento del pueblo mexicano que vivió con la Independencia, la Reforma y la Revolución. Fue, García Robles, parte una generación de intelectuales mexicanos que les tocó vivir y nacer en el periodo entreguerras y la posguerra, el mundo bipolar. Vivieron la destrucción del mundo colonial británico y la aparición de EU como potencia mundial confrontada con EU. La disolución de la Sociedad de Naciones precursora de la arquitectura moldeada por EU del nuevo orden internacional que surgió de la posguerra. Vivió la expropiación petrolera del General Lázaro Cárdenas y la defendió en los foros internacionales. García Robles, falleció en 1991 cuando ocurrió la disolución de la Unión Soviética.
También fue un pensador internacional de la posguerra, como Arendt, Russel o científicos como Oppenheimer. Sin duda que pesó en las mujeres y hombres de los tiempos de las dos primeras guerras mundiales las bombas que el gobierno estadounidense lanzó en Hiroshima y Nagasaki. La imagen que las fotografías de aquel tiempo sobre la destrucción humana que ocasionaron, se convirtieron en imágenes sociales que no pasaron desapercibidas para el mundo y los intelectuales de la época, como García Robles. Ellos, formaron una conciencia colectiva mundial acerca evitar el terror que representaba lo nuclear para la humanidad como arma. Es decir, para García Robles, fue un no queremos mirarnos en el espejo de las familias que vivieron esa tragedia en Japón y, entonces, surgió el ánimo de proporcionar argumentos y prácticas como los tratados que se firmaron para América Latina y el Caribe.
El tratado no es un simple tratado como cualquier otro firmado por entre algunas naciones. Se trata de una acción disruptiva con el mundo de las armas nucleares que recién nacía. El tratado hizo que las naciones evitaran la “fabricación, producción o posesión” de cualquier arma nuclear en sus territorios. García Robles, hizo poseedora a Latinoamérica y el Caribe, a México, de una fuerza ética y moral del que carecen las naciones que se precian de desarrolladas. Acá no existen amenazan de las naciones latinoamericanas y caribeñas de destrucción total y absoluta. No existen niños, mujeres y ancianos, mujeres y hombres, la vida animal y vegetal, que esté amenazados por una potencia nuclear. Existe una fuerza moral y ética que debe convertirse en una potencia que invada la mente y los corazones de quienes habitan tanto naciones ricas como empobrecidas.
Robles miró más allá de su tiempo. Durante la posguerra la idea de conformar regiones o áreas alejadas de la producción de armas nucleares o de poseerlas fue una postura en contra de los intereses de las dos grandes potencias mundiales como lo fue Rusia y EU. De acuerdo a algunos autores, la industria bélica en los EU representa en importancia económica algo así como un cuarto sector de la economía que sostiene a millones de empleados y genera ganancias incalculables para sus dueños. Hace algunas décadas terminar con la proliferación de la industria de los armamentos y de manera particular de las nucleares pasaba necesariamente por Rusia y Estados Unidos. Hoy, pasa por la misma ruta. De ahí la importancia de García Robles y del premio que recibió como figura mundial por la paz.
La idea de poner fin a la carrera armamentista y de armas nucleares, en aquellos tiempos y para México, localizado geopolíticamente tan cera de EU no fue sencillo. La propuesta de García Robles tuvo éxito debido a su carácter disruptivo con respecto a los tiempos de confrontación y al sentimiento de paz que retomó como aspiración humana en su propuesta. Sin duda su ejemplo es un tipo de práctica que de igual manera rompe el molde con respecto a lo que es la política diplomática exterior. La diplomacia no es únicamente el manejo de los conflictos que emergen en las relaciones entre los representantes de las naciones. El ejemplo de García Robles va más allá: crear políticas que superen lo existente, ofrecer orientaciones a las naciones con el fin de transitar hacia mundos alternativos.
Lo que hizo García Robles es algo que le da talla mundial a la política exterior mexicana y es de interés para los pueblos. Si al profesor Alfonso García Robles lo inspiró la historia de México, la posguerra, las bombas lanzadas contra la población inocente de Japón, en nuestros días debemos ser conscientes de que la evolución de las armas nucleares ahora no deja espacio para eludir sus efectos en nuestro planeta y que, efectivamente, el temor de una guerra que termine con lo vivo es algo real, presente. Igualmente, que aquello que en el pasado pudo habernos protegido territorialmente debido a la adopción de acuerdos plasmados en el Tratado de Tlatelolco constituyen el punto de partida de una nueva estrategia mundial de paz.
“La humanidad se halla ante un dilema: debemos detener la carrera de armamentos y proceder al desarme o enfrentarnos a la aniquilación”, palabras vigentes de mi paisano al recibir el Noble.