Repaso - SECCIÓN 19 SNTE: PRIMERO LA HONRADEZ

En opinión de Carlos Gallardo Sánchez

Repaso - SECCIÓN 19 SNTE: PRIMERO LA HONRADEZ

Pese a esta lamentable temporada de confinamiento por la pandemia que aún padecemos, advierto que se mantiene vivita y coleando la actividad “proselitista” de quienes presuntamente aspiran a relevar a Gabriela Bañón Estrada de la dirigencia de la Sección 19 del SNTE. Las modalidades para hacerlo son diversas, cuidando en todas ellas no incurrir en alguna infracción al reglamento vigente que los pudiera sacar de la jugada.

Una de las últimas que se difunde en las redes sociales la protagoniza el controvertido Felipe Castro Valdovinos. Mediante un video que ya circula con profusión, encabeza a un grupo de maestros que se pronuncian por la depuración del SNTE y por la realización de un proceso transparente de elección de la nueva dirigencia seccional. Castro Valdovinos no dice que quiere, pero quiere sin duda alguna. De allí que la intencionalidad subyacente de ese video, sea promoverse.

Entre las necesidades de renovación sindical que advierten esos profesores, sólo en una se afirma que las dirigencias sindicales deben actuar de manera recta y honrada. De acuerdo, porque muchos trabajadores manifiestan sus dudas sobre personajes que han participado ya como dirigentes gremiales y los acusan literalmente de corruptos. Cuando vi el video al que me refiero, había 24 comentarios, unos a favor del mensaje y otros, la mayoría, cuestionando en ese sentido lo que allí se sostiene y al propio Felipe Castro.

Es un asunto que no debe soslayarse. En el sector educativo se ha llegado al hartazgo de la base ante los representantes que se caracterizaron por el sesgo, la triquiñuela y los beneficios propios y de sus allegados.

En el “Reglamento para la elección de directivas seccionales”, artículo 9, inciso b), numeral I, se establece que los aspirantes a ocupar la secretaria general del comité ejecutivo seccional, deberán: “I. Gozar de buena reputación y probada honestidad”.

Si dicho reglamento, pese a las severas críticas que ha recibido, regirá el proceso de elección, allí está la base para exigir que los aspirantes sean honestos. El problema es que no se especifica cómo se apreciará esa cualidad en los que suspiran desde hace tiempo por la dirigencia de la Sección 19. Aún más, todavía habría que ver quiénes serían los responsables de decidir cuáles y cuántos son los aspirantes honestos. Quienes tengan los atributos reglamentarios para hacer el análisis y evaluación correspondientes, ¿se puede garantizar en ellos mismos la honestidad que exigirán?

Advierto en eso una gran limitante. Porque, además, históricamente se soslaya la deshonestidad de quienes cometieron abusos en sus anteriores encomiendas, sindicales u otras. Es como un pacto no escrito de impunidad o, más grave todavía, un pacto de complicidad para que los que llegan puedan actuar del mismo modo.

Está en la base magisterial y demás empleados del sector educativo, expresar, de preferencia con argumentos válidos y no sólo como desahogo, sus puntos de vista sobre la probidad o no de aquellos que, repito, esperan ser tomados en cuenta para sustituir a Gabriela Balón Estrada. No hay de otra. Esperar que, de la noche a la mañana, los dirigentes nacionales y seccionales encargados de los procesos de elección, reviertan sus actos y hábitos nefastos con los cuales lo que menos proyectan es honradez, sería inútil.

Hay que señalar con firmeza, con evidencias si se tienen, con testimonios sólidos, a aquéllos que han salido expertos en la robadera, de aquéllos que la corrupción la extienden en componendas, en acuerdos en lo oscurito para beneficiarse o beneficiar a lio parientes y los cuates.

Urge oponer la fuerza de la mayoría que no se chupa el dedo cuando hay pronunciamientos que hablan de una nueva cultura sindical. Es impostergable cerrarle el paso a la demagogia discursiva, a la palabrería basada falsamente en los reglamentos, a la manida expresión a todas luces manipuladora, de hablar de institucionalidad y de buscar la unidad sustentada en acuerdos previos, para repartirse el pastel en el Comité Ejecutivo Seccional.

Entones sabremos, antes de que ocurra la designación de nuevos dirigentes, qué opinan los trabajadores de la educación de los que ya les anda por levantar la mano para apuntarse en la carrera rumbo al proceso de elección que todos esperan.

Podríamos ver, en consecuencia, si lo que dice y dirá Felipe Castro Valdovinos es creíble. Pero no sólo él, que ya anda en campaña mediática. Los demás aspirantes deben también someterse al escrutinio colectivo. Los trabajadores de la educación, que esperan se haga realidad la validez del voto universal, tienen derecho, cuando menos, a ser escuchados oportunamente para que no se incurra en una más de las imposiciones, como es costumbre en las filas del SNTE.

  • De refilón

¿Sería probable que nuevamente una mujer dirija la Sección 19 del SNTE? ¿Qué sea mujer garantiza por ello el imperio de la honradez? ¿Por ser mujer, para que no se nos acuse de machistas, debemos ser suavecitos en el análisis que podamos hacer? Es un buen tema para abordarlo en una próxima columna. ¿Quién quiere opinar al respecto?

E mail:  ptofechon@hotmail.com