Serpientes y escaleras - ¿Candidata a la gubernatura en el 2024?

En opinión de Eolo Pacheco

Serpientes y escaleras - ¿Candidata a la gubernatura en el 2024?

Margarita Saravia apuesta a que Morena la postule por ser mujer

 

¿Candidata a la gubernatura en el 2024?

¿Qué tan factible es que en Morelos los partidos políticos postulen a una mujer como candidata a la gubernatura para cumplir con la cuota de género? Veamos:

En la elección del 2024 se jugará, además de la presidencia de la república y la renovación del congreso federal y el senado de la república, nueve gubernaturas, incluido el estado de Morelos. El criterio de paridad implica que los partidos postulen a mujeres en al menos cuatro gubernaturas; las entidades en donde se renovará el gobierno estatal a la par del federal son la Ciudad de México, Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán.

La proyección política y electoral que hay de cara a esas elecciones permite advertir algunas cosas: en Guanajuato, Yucatán y Jalisco el Movimiento de Regeneración Nacional no tiene chance de ganar; en Puebla no hay claridad del resultado y en el resto de los estados Morena lleva una clara ventaja.

En Veracruz se perfila como candidata la actual secretaria de economía del gobierno federal Rocío Nahle García; la dama está bien posicionada en esa entidad, goza de la simpatía y apoyo personal del presidente Andrés Manuel López Obrador y del gobernador Cuitláhuac García. Algo similar se advierte en la Ciudad de México, donde Morena tiene bien calificadas a dos mujeres: la alcaldesa de Iztapalapa Clara Brugada Molina y la secretaria de seguridad pública federal Rosa Icela Rodríguez, ambas afines a la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum, de toda la confianza del presidente y morenistas de hueso colorado.

Las entidades donde el Movimiento de Regeneración Nacional aventaja son la Ciudad de México, Veracruz, Morelos, Tabasco y Chiapas; en los dos primeros casos las figuras mejor posicionadas son mujeres y en los otros tres estados los candidatos más fuertes son hombres, con la salvedad de que en Chiapas peligra la alianza con el Verde y en el toma y daca Morena podría verse obligado a postular a una dama.

Hagan cuentas: Morena tiene que postular al menos cuatro mujeres, tiene candidatas fuertes, rentables y perfectamente identificadas con el partido en dos de los cinco estados en donde puede ganar, pero podría verse obligado a mandar a una mujer en Chiapas; quedan cuatro espacios más en los que se deben definir a los abanderados, tres de ellos están perdidos y uno, Puebla, está en el aire.

Aquí empieza la reflexión: Morena tiene amplias posibilidades de triunfo en cinco entidades de la república, en ellas ya hay candidatos claramente perfilados que además de contar con la simpatía del presidente Andrés Manuel López Obrador, gozan de un alto respaldo de la militancia, tienen liderazgo social más allá del partido y son capaces de convocar a la unidad dentro de la 4T. ¿Se arriesgaría Morena a perder alguno de los estados que ya tiene ganados por imponer una mujer que no aparece bien posicionada en las encuestas?

El análisis de esta situación debe ir más allá de lo “políticamente correcto”; la praxis ha mostrado que a la hora de tomar decisiones los partidos y sus dirigentes suelen ser pragmáticos, sobre todo en este gobierno donde el presidente, lo ha dicho, hace política desde que se levanta y está atento a todos y cada una de las decisiones del proyecto de Cuarta Transformación.

En el caso de Morelos las figuras mejor posicionadas ante la opinión pública son los alcaldes Juan Ángel Flores y Rafael Reyes; después de ellos aparece el subsecretario Rabindranath Salazar y muy distante (al menos veinte puntos por debajo) la directora de la Lotería Nacional Margarita Saravia. Un dato más: los tres primeros personajes pertenecen al mismo grupo político, tienen el control casi absoluto del partido y han manifestado abiertamente su decisión de apoyar a cualquier candidato (de ellos) que obtenga la postulación a la gubernatura.

La exsecretaria de Turismo del gobierno de Cuauhtémoc Blanco, Margarita Saravia, también es militante del Movimiento de Regeneración Nacional, pero pertenece al ala disidente del partido, la que históricamente se ha enfrentado al grupo de Rabindranath Salazar, al que la base morenista morelense acusó de venderse con el gobierno del PES y a quien personalmente los dos alcaldes han rechazado apoyarla si la postulan. Margarita no sería la candidata de Morena, sino la nueva Argüelles del gobernador, dicen al interior del Movimiento de Regeneración Nacional en Morelos.

Lo que no se puede perder de vista es que los cuatro personajes anteriores están considerados en el escenario electoral del 2024, obviamente solo uno de ellos competirá por la gubernatura, pero los otros tres podrían aparecer en la boleta electoral en otras posiciones, dependiendo de lo que ocurra en los próximos años. Una cosa es clara: suponer que la simpatía personal del presidente es suficiente para obtener una candidatura es una apuesta sumamente arriesgada, sobre todo tratándose de un presidente como Andrés Manuel López Obrador, a quien siempre le gusta ganar las elecciones y lo primero que busca en un candidato es “que tenga pueblo”.

Por supuesto que los datos anteriores no son definitivos, representan una fotografía del momento que sin duda podría cambiar dependiendo de lo que ocurra en el tiempo que nos separa del inicio del proceso electoral. Lo que no podemos perder de vista con estos elementos es que la posibilidad de que en Morelos se postule a una candidata mujer no es tan alta como algunos suponen, de hecho viendo a las mujeres que aspiran en los estados donde Morena puede ganar con candidato hombres hace pensar que la decisión final se tomará de manera pragmática, aunque no sea políticamente correcta.

En esta historia por supuesto falta integrarse la propuesta que pueda hacer el gobernador Cuauhtémoc Blanco, pero la fuerza que tenga su candidato dependerá de la manera como se desenvuelva el gobierno estatal en los siguientes años, porque si, como ha sucedido hasta ahora, el presidente tiene que meter constantemente el cuerpo para avalar al ejecutivo local, la posibilidad de que le permitan colocar a alguien de su equipo en la mesa de negociación bajará constantemente.

El reto de todos los que aspiran a competir bajo las siglas de Morena en el proceso electoral venidero es posicionarse más allá de sus espacios, es decir, ganar simpatías por encima de la militancia de Morena. En el caso del gobernador Cuauhtémoc Blanco el camino es diferente: necesita estabilizar su gobierno, salirse de los conflictos y comenzar a trabajar desde ahora en su proceso de entrega, cuidando no dejar cabos sueltos que a la postre lo coloquen en una situación jurídicamente complicada.

Los cuatro aspirantes de Morena a la gubernatura de Morelos en el 2024 ya se están moviendo, no así quienes podrían representar las propuestas del jefe del ejecutivo estatal en la sucesión.

Los tiempos han cambiado: ahora a quien se queda quieto lo borran de la foto.

  • posdata

Sumar votos a la consulta por la revocación de mandato se ha convertido en los últimos días en un camino que diversos actores o simpatizantes de Morena utilizan para ganar puntos con su dirigencia nacional y mostrar que tienen representatividad en el estado.

Lo que hacen los aliados del presidente Andrés Manuel López Obrador en Morelos no es único, sucede en el resto del país con toda la estructura de la 4T; el objetivo no es ganar la consulta, eso lo dan por sentado, sino llenar las urnas de votos para validar el liderazgo del presidente.

Matemáticamente la consulta del próximo domingo no podrá alcanzar los 31 millones de votos que el tabasqueño obtuvo en la elección del 2018; explico: tomando en cuenta el número de casillas que se instalarán, tan solo para llegar a la mitad de los sufragios del 2018 sería necesario que una persona votara cada 30 segundos durante todo el día en todas las casillas. Un dato más: la elección ocurrirá en domingo, en plenas vacaciones, cuando mucha gente habrá dejado su lugar de origen y estará disfrutando del día de descanso.

El esfuerzo que hacen los simpatizantes del presidente y la estructura federal para atraer gente a las urnas es enorme, pero difícilmente obtendrá buenos resultados; aunque es un ejercicio democrático que sentará un importante precedente hacia el futuro, la percepción sobre el tema en este momento es que se trata de un proceso sin sentido que solo sirve para satisfacer el ego del jefe del ejecutivo federal.

A pesar de lo anterior para muchos morenistas ésta es una oportunidad para mostrar lo que tienen y lo que valen, políticamente hablando; en Morelos todos los alcaldes emanados de la 4T y hasta el hermano del gobernador Cuauhtémoc Blanco se han volcado en acciones tendientes a sumar votos a la consulta, pero quizá al final veamos que como siempre ocurre, se trató de actos masivos llenos de acarreados que muy probablemente no votarán el próximo domingo.

Los promotores del voto a favor de la consulta han echado mano de sus “operadores”, de “líderes” que les llenan las plazas con gente que presentan como suya y a la cual convencen a través de dádivas, transporte y comida. Se trata del mismo formato de todas las elecciones, en donde solo algunos personajes realmente tienen base y los demás únicamente presumen su fuerza en fotos.

En unos días más sabremos hasta dónde alcanzó la fuerza de los liderazgos locales de Morena, pero en cualquier caso todo apunta a que solo dos figuras estarían en posibilidad aportar votos a la consulta, porque solo dos tienen estructura, liderazgo e influencia en las bases de Morena. Me refiero a los alcaldes Rafael Reyes y a Juan Ángel Flores.

El problema de la consulta no está en la simpatía que tiene el presidente López Obrador, ni radica en la posibilidad de que gane el no; la clave de esta historia es que la gran mayoría de la gente no tiene interés en participar porque saben que se trata de un ejercicio sin validez, sin contenido, ególatra y sumamente costoso para el país.

  • nota

Aunque se han presentado decenas de denuncias en contra de exfuncionarios del gobierno de Graco Ramírez, solo 27 de estos están vinculados a proceso (entre ellos cuatro exsecretarios) y una, Patricia Izquierdo, se encuentra tras las rejas.

El consejero jurídico del gobierno estatal anuncia que solicitarán las mismas medidas preventivas para los demás acusados, empezando por el exsecretario de hacienda Jorge Michel Luna y el extesorero estatal Armando Sanders “por el tipo de delito que se le atribuye y ante la posibilidad latente de que se sustraigan de la justicia”.

Los señalamientos que pesan en contra de ambos exfuncionarios son el pago de 32 millones 889 mil pesos por concepto de papelería, disponiendo indebidamente de una partida distinta y sin que exista evidencia de que el material adquirido hubiera sido entregado al gobierno del estado de Morelos.  

Hay un dato interesante sobre Jorge Michel Luna: el exsecretario participa ahora de manera activa en el equipo de asesores de algunos diputados del G11, a él se le atribuye la autoría intelectual de los cambios al paquete económico 2022 que presentaron los legisladores y que a la vuelta del tiempo provocaron que el presupuesto no se aprobara.

Es decir: por un lado el gobierno estatal combate jurídicamente las tropelías cometidas en la secretaría de hacienda del gobierno anterior y por otro el cerebro financiero de Graco Ramírez opera desde el congreso en contra del régimen de Cuauhtémoc Blanco.

Podríamos pensar que esto es atípico y fuera de lugar, lamentablemente este tipo de cosas se han vuelto comunes en Morelos.

  • post it

¿Y si resultara que en el 2024 el candidato de Morena al gobierno de Cuernavaca fuera el alcalde José Luis Urióstegui?

Recordemos que el abogado compitió bajo las siglas del PAN, pero como candidato externo; hasta ahora no se ha afiliado a Acción Nacional.

Si José Luis Urióstegui estuviera en el Movimiento de Regeneración Nacional su trabajo en la capital sería más sencillo, porque recibiría apoyo de la federación.

Por cierto: por Morena Urióstegui gana; sin Urióstegui el PAN pierde.  

  • redes sociales

Un exfuncionario de la secretaría de salud del gobierno de Marco Adame fue detenido, es acusado del desvío de más de 246 millones de pesos; en esa historia aparece el nombre del corporativo Nadro y se habla de múltiples pagos sin comprobación de facturas.

El tema es interesante porque las ramificaciones de esta historia de corrupción alcanzan a los dos gobiernos posteriores.

Veremos hasta donde llega la historia.

Comentarios para una columna optimista: eolopacheco@elregional.com.mx

Twitter: @eolopacheco

Facebook: Eolopachecomx

Instagram: eolopachecomx