Oral
En opinión de Carlos Morales Cuevas
El mar se hace pedazos
vomitando tu reflejo.
Las cenizas de tus ojos
palpitan aullantes y demoledoras.
El silencio,
invidente y con las manos gangrenadas,
edifica tu pasado.
Mandrágora que brota
del orgasmo de mi voz;
niña de aterciopelada eyaculación,
derrama tu saliva
sobre el falo del amor.