Observador político - Anarquía en el comercio informal en Cuernavaca

En opinión de Gerardo Suárez Dorantes

Observador político - Anarquía en el comercio informal en Cuernavaca

Además de las grandes herencias como las deudas multimillonarias en la actual administración y dependencias como el SAPAC; los conflictos en seguridad por el escaso personal de elementos policíacos que tristemente la mayoría no están preparados para desempeñar esa labor, existen otros grandes problemas que en breve rebotarán cuando se trate de poner orden y me refiero al crecimiento anárquico de ambulantes que permitieron gobiernos municipales.

LAS MAFIAS SINDICALES.- Lo cierto es que, administraciones van y vienen y el ambulantaje sigue avanzando peligrosamente no solo en perjuicio del comercio formal, sino de la población que literalmente tiene que caminar por las vialidades debido a que las banquetas del centro histórico están invadidas casi en su totalidad.

Sin embargo, los comerciantes no se ponen en las calles sino tienen “un padrino”, actitud que han asumido los sindicatos sobre todo el Nuevo Grupo Sindical y en menor escala la Confederación de Trabajadores de México (CTM), quiénes se han enfrentado por tener el monopolio de los informales ganando por mucho los del NGS.

Estos grupos sindicales se han convertido en mafias con un poder político y social descomunal, debido a que tan pronto amenaza gobierno con poner orden, de inmediato lanzan a sus agremiados llámese taxistas, comerciantes o de cualquier rama a bloquear calles y avenidas, además de tomar como rehén la sede municipal provocando un caos vehicular y social hasta que logran domar al gobierno en turno. Estas acciones son evidentes en todas las administraciones municipales que osan anunciar que pondrán orden en el comercio informal. 

Basta hacer un recorrido por cualquier calle del centro de la ciudad y áreas de la periferia para constatar las banquetas invadidas, la grosería para propios y extraños que tienen que sortear y arriesgar su vida para evitar que no sean atropellados por algunos cafres que van en sus unidades a alta velocidad.

La saturación de ambulantes es obvio, sin embargo ellos también requieren de oportunidades de trabajo para llevar el sustento a sus familias y ahí está el reto de las autoridades del municipio quien tiene que darles alternativas para que puedan ofertar sus productos, quizá mediante una reubicación o instalación en un área como en su momento lo hizo el ex gobernador panista Sergio Estrada Cajigal con las plazas Lido y Degollado.

Es urgente frenar el crecimiento anárquico qué se está generando por la inactividad del gobierno municipal, el abuso de los sindicatos, la pasividad del comercio establecido y la necesidad de los ambulantes en la capital de Morelos.

La mano dura que ofreció la administración municipal de Cuernavaca a través de su secretario de gobierno, Carlos de la Rosa Segura, tendrá que mostrar además de carácter, firmeza en sus decisiones, diálogo y acuerdo con los grupos de choque como son algunos líderes de comerciantes y sindicatos para darle una nueva imagen a la ciudad.

Obvio, tan pronto inicien con el retiro de los informales saldrán los grupos de presión que representan el Nuevo Grupo Sindical y la CTM, sobre todo en el centro histórico de la ciudad porque verán con incredulidad que sus intereses sociales, políticos y económicos estarían en riesgo; el gobierno debe mantener una estrategia y una acción jurídica para frenar a quienes intenten mantener su imperio por encima de la legalidad.

MÁS DE 4 MIL INFORMALES EN EL CENTRO.- “Quitamos a unos de un lugar y aparecen otros en puntos distintos”, argumenta el gobierno de Cuernavaca que tal parece perderá la batalla con las mafias del comercio informal como ocurrió con administraciones pasadas.

Hay muchos que están debidamente regularizados, pagan sus impuestos y cuentan con sus permisos que tendrán que tener un blindaje especial a diferencia de los que llegaron más que con una recomendación de sus líderes sindicales y ahí es donde atacará el gobierno de José Luis Urióstegui para ordenar al comercio, donde se demostrará que no existe favoritismos por cuanto a permisos.

 

CRECIÓ LA VENTA DE ALCOHOL.- Los especialistas consideran que los resultados muestran que el comercio informal contribuye no solo a la evasión tributaria, la migración, el desempleo, así como el crecimiento poblacional, y a un desconocimiento de las normas y regulación del uso público pero además, provocan la afectación directa de los propietarios de establecimientos debidamente regularizados que sí pagan sus impuestos, además de la renta, luz, agua, teléfono, hacienda, IMSS, entre otros servicios y por lo cual consideran una competencia desleal, debido a que sus ganancias se están viniendo a pique. Esto es pues, un problema de nunca acabar por cómo van las cosas en México, Morelos y en Cuernavaca.

Por lo tanto, al no formar parte legal en el país, no se contribuye a la recaudación de impuestos que tanto anhelan los gobiernos: federal, estatal y municipales que requieren de recursos para hacer obras y dar un mejor servicio a la comunidad. Empero, los empleos que se generan no tienen ventajas en comparación con lo que les ofrecen los formales y por ello, se hace evidente que este sector formal está quedando en un mismo nivel de bajo rendimiento en la economía del país.

Y todo esto viene a colación debido al impresionante crecimiento del comercio informal en la mayoría de las colonias populares de Cuernavaca y su zona metropolitana que tal parece, surgió de la noche a la maña con la complacencia de las autoridades municipales que han quedado rebasadas y ya prácticamente imposible poner orden. Muy difícil lograr que haya un freno, incluso orden para impedir que sigan creciendo. Lo malo, lo preocupante es qué, el comercio que más ha proliferado es el de aquellos que venden alcohol a granel, las famosas “Chelerías” que como hongos se multiplicaron y esta acción además de todo lo antes señalado, también contribuye a que haya más delitos en las zonas donde están ubicados, a decir de los habitantes donde se han instalado como en los pueblos de Ahuatepec, Ocotepec, Acapantzingo, Tres Marías, por citar algunos ejemplos pero de igual manera en las colonias populares como: Alta Vista, Satélite, Antonio Barona, Lomas de Ahuatlán, Tzompantle, Lagunilla, Lomas de Cortés, entre muchas otras, donde la venta de bebidas alcohólicas son los principales negocios que surgieron de la clandestinidad sin contar con los permisos correspondientes del Ayuntamiento, pero que de manera ilegal y con una complicidad cínica del Ayuntamiento, funcionan sin que nadie frene esos actos ilegales.

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