TERCERO INTERESADO - Geografía electoral
En opinión de Carlos Tercero
Las disciplinas que se entrelazan en torno a una elección, provienen de la mayoría de las áreas del conocimiento y en ello, el contexto geográfico, indiscutiblemente impacta y debe considerarse en la planeación electoral, por ello, la Geografía Electoral es uno de los temas fundamentales en la construcción que a lo largo de décadas ha fortalecido el sistema electoral en México, sustentado por supuesto en el derecho y leyes electorales, la ciencia política, la informática y la sociología en un reto conjunto a cargo del INE por mandato constitucional y que considera la subdivisión geográfica, técnicamente detallada en la cartografía electoral como representación gráfica que permite conocer la distribución del electorado a lo largo y ancho del territorio nacional.
El Instituto Nacional Electoral es quien lleva a cabo la delimitación de los distritos electorales, proceso que se ajusta cada cierto tiempo para estar acorde a los cambios demográficos y garantizar una representación justa y equilibrada, lo cual requiere una comprensión profunda de la geografía del país, considerando no solo la distribución de la población, sino también la accesibilidad de las zonas remotas y la diversidad cultural; lo que representa una subdivisión territorial en:
- 300 distritos uninominales federales;
- 5 circunscripciones plurinominales;
- 679 distritos locales;
- 2,477 municipios; y
- 70 mil 753 secciones electorales.
Este nivel de división geográfica es crucial para entender la distribución y organización del voto en el país, y muestra claramente la evolución del desarrollo democrático nacional, dispuesto a fortalecer la participación ciudadana y garantizar elecciones justas y transparentes, con un nivel de detalle, que permite incluso, identificar el domicilio de cada ciudadana, de cada ciudadano en el padrón electoral, referentes que igualmente hacen posible con la implementación de tecnologías de información geográfica, el análisis y explotación de datos electorales, arrojando información valiosa para comprender mejor los patrones de voto y representación política que forman parte de la dinámica electoral que garantiza la inclusión de cada una de las expresiones multiculturales y heterogeneidad de la sociedad mexicana.
La Geografía Electoral en México, soportada en los avances tecnológicos de los sistemas de información geográfica, es pilar fundamental para la democracia. La delimitación de distritos electorales, la organización de comicios y la georeferenciación avanzada son elementos que interactúan para garantizar el equilibrio demográfico, cuidando que el número de habitantes, de electores, sea similar, evitando sesgos, vigilando así la imparcialidad electoral, por lo que hay que cuidar la manipulación de límites territoriales con fines políticos, que pueda distorsionar la representación y favorecer intereses distintos a los de la ciudadanía, violentando la integridad del sistema electoral. Los materiales cartográficos derivados son de utilidad, no solo para las actividades y proyectos del INE, sino de programas y acciones de los partidos políticos y la participación ciudadana.
A medida que las sociedades y sus dinámicas demográficas evolucionan, imprimen retos constantes a la geografía electoral. La adaptabilidad del INE para ajustar los límites territoriales de manera eficiente y justa, es esencial para mantener la equidad en la representación política, que hoy gracias al uso de macrodatos (big data) facilita el análisis de patrones electorales, permitiendo una toma de decisiones informada y una distritación que se adapte a la realidad política del país, como la reelección consecutiva en cargos de representación popular en ayuntamientos y poder legislativo, lo que debería estar fortaleciendo el vínculo e interacción con el electorado en sus correspondientes espacios de delimitación geográfica, es decir, municipios y distritos tanto locales como federales, donde claramente, la capacidad o tal vez la voluntad política, no han sido suficientes y, sin embargo, la inercia y voto duro de los partidos políticos genera, en la mayoría de los casos de reelección, la falsa ilusión de que “el pueblo los ratifica”.
Carlos Tercero
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