No quiere oír, no quiere ver, ¿Porqué?
En opinión de José Román
El aumento de la delincuencia y sobre todo la invasión de la esfera de influencia que los delincuentes llevan a cabo en varias regiones del país en detrimento o con la perdida de control por parte del gobierno federal, mas la participación de los delincuentes en los procesos electorales, dice las condiciones tan deplorables a que hemos llegado sin que siquiera se escuche de algún programa para erradicar este fenómeno.
De por sí, la crueldad conque la delincuencia actúa es un tema delicado porque se está llegando al hecho de que la tortura y la exposición pública de cadáveres destazados es más que una advertencia entre los grupos rivales, sino también un serio aviso a la sociedad de que una vez que el delincuente actúa sobre una persona ya sea para extorsionarlo o secuestrarlo, no tiene ni cabe la posibilidad de que el gobierno realice algo eficiente para contrarrestar el poderío de quienes impunemente realizan estos hechos: Los criminales organizados.
La función del gobierno y un estado sometido por el crimen nos da como consecuencia que somos un estado fallido y que no hay a la vista y menos aún con este gobierno algún tipo de solución. De poco sirven los mas de mal pagados y atendidos cien mil elementos de la guardia nacional si estos no llevan a cabo más que un trabajo de disuasión con su presencia, pero que no tienen o se les ha prohibido desde palacio que investiguen, detengan y castiguen a los autores de tantas matanzas que a diario se suceden como una cadena perversa que corroe las bases mismas del estado mexicano y su población. Es claro que el ciudadano no tiene defensa ante los criminales organizados, que el gobierno omite cumplir con su obligación y que esa omisión es parte de una política pública donde los únicos perdedores somos la sociedad y en particular los ciudadanos.
Pésimo mensaje que da pauta a valorar ese tipo de política pública cuando el presidente se reúne comedidamente con la mamá del Chapo. Luego, los hechos manifestados en las redes cuando se llevaron a cabo elecciones en los estados colindantes con el océano pacífico. Las redes dieron amplia cobertura sobre la cooperación y referencia de que la delincuencia actuaba a favor del partido del presidente. Luego, la reciente detención a reporteros y personal de apoyo del presidente en su viaje de hace unos días por el norte para supervisar una carretera sin que sea nuestro mandatario un experto en ese tipo de obras y la consecuente minimización sobre el hecho diciendo que solo se escandalizaba y no dándole la importancia que el caso merecía. Por cierto, la carretera que fue a visitar o supervisar conduce a Badiraguato, la tierra del Chapo Guzmán. Esto nos dice que las cosas han empeorado. Luego el apoyo que públicamente ha referido que protegerá a los delincuentes por el hecho de ser humanos en detrimento obvio de las víctimas, nos sigue refiriendo que este gobierno no tiene interés de cumplir con la tarea para proteger a la sociedad.
Solo para referirme a los hechos y las consecuencias diré que en los estados donde la delincuencia opera con absoluta impunidad se da el caso de que los delincuentes cobran impuestos por los productos que se venden en esas zonas como Guerrero y Michoacán en su tierra caliente o Chilapa en la montaña guerrerense. La zona aguacatera de Michoacán tiene sembrada desolación y abandono a los productores y eso afecta a la economía de los empresarios que a su vez emplean mano de obra que en este caso se pone en riesgo su existencia.
Si asesinan con impunidad la delincuencia es porque el gobierno ha sido y es incapaz de montar una estructura para combatirlos y las cifras rebelan ese hecho ya que el gobierno a rebasado las cifras de gobiernos anteriores en sus mas de tres años que lleva en el poder. AMLO está cómodo en su palacio, mientras que los gobernados sufren las consecuencias de la mala política del gobernante. La conclusión es que seguirá en aumento los delitos de toda índole por la indolencia de AMLO para investigar y castigar a los autores de las masacres y crímenes que a diario se suceden. No tenemos escapatoria los ciudadanos, estamos indefensos ante un presidente que no oye y que no quiere ver cual es el problema mas apremiante de su gobierno y de los ciudadanos: La defensa de sus gobernados