Nahui Olin: entre el volcán y el mar de la noche

En opinión de Óscar López

Nahui Olin: entre el volcán y el mar de la noche

 

“Mi nombre es como el de todas las cosas: sin principio ni fin, y sin embargo sin aislarme de la totalidad por mi evolución distinta en ese conjunto infinito, las palabras más cercanas a nombrarme son Nahui Olin”. O bien otro verso que dice: Insaciable sed: Mi espíritu y mi cuerpo tienen siempre loca sed/ de esos mundos nuevos/ que voy creando sin cesar/ Y de las cosas/ y de los elementos/ y de los seres/ que tienen siempre nuevas fases/ bajo la influencia/ de mi espíritu y de mi cuerpo que tienen siempre loca sed.”

Con esas palabras, citas textuales y materiales escritos ya publicados en algunos medios, y por varios autores, la escritora mexicana, Patricia Rosas Lopátegui, acaba de publicar su más reciente obra titulada Nahui Olin (El volcán que nunca se apaga), y que forma parte de la serie Insurrectas, del sello editorial Gedisa. Cada página del libro de la investigadora reúne la poesía de Nahui Olin, ensayos, fotografías y pinturas; que al decir de la investigadora se trata de una de las primeras artistas más creativas del milenio pasado, quien destacará como poeta, artista y modelo.

Nahui Olin, asegura, Patricia Rosas Lopátegui, rompió con los preceptos patriarcales en sus poemas y prosas vanguardistas, pero sobre todo en sus desnudos como expresión del erotismo femenino. Indica que su obra plástica igualmente le ha valido el reconocimiento universal. Y que sigue vigente por su discurso a favor de la igualdad de género y la auténtica creación. “Nahui es un referente y una pionera de la liberación sexual. Y como se refiere en el libro: “Seguimos viviendo la desigualdad de género.”

El poeta José Emilio Pacheco refiere en un texto reunido en la misma obra: “Carmen Mondragón en la casa de lo espejos que multiplican sus imágenes al infinito, en los extremos del inmenso placer y el supremo dolor, en la contradicción insalvable entre la belleza sin límites y la fealdad esperpéntica, en el contraste entre lo más público y lo más misterioso, la intimidad secreta que ya nadie descifrará.”, asegura el autor de Las batallas en el desierto.

Y continúa el autor de Inventario: “La única y extraña novela del Dr. Atl, es un canto de amor a quien él mismo bautizó como Nahui Olin. Un canto que a diferencia de otros monólogos eróticos da la palabra a la protagonista, la deja hablar a través de cartas que, si no son inventadas por Guillermo Murillo, representan lo mejor de su extravagante obra literaria.”, concluye así en su texto el escritor mexicano y también uno de los poetas más destacados del siglo XX.

El lector podrá conocer a un personaje tal cual: algo original. La obra cuenta su relación con varios artistas, su vida junto al pintor Manuel Rodríguez Lazano, su estancia en Francia con él y la repentina dudosa muerte de su primogénito, de quien se escribe en actas que falleciera de “debilidad congénita asfixia.” Mientras que en la novela de Juan Bonilla Totalidad sexual del cosmos (Seix Barral, 2019) se maneja una hipótesis ambivalente de que “el hijo de Carmen y Manuel muere en San Sebastián cuando ella lo arroja o quizá, cuando ella está en una especie de trance, se le resbala de los brazos y rueda por las escaleras.”

Para conocer a Nahui Olin, dice su autora, es necesario quitar todo precepto patriarcal, ya que eso ha oscurecido en gran medida sus aportaciones al arte y la literatura. Y escribe Nahui Olin en una carta al pintor Dr. Atl: “Señor tengo cubierto de llagas el cuerpo, pero sólo destruyen mi materia sin consumir mi espíritu…”, con estás y otras palabras la creadora comunicaba y demostraba a quien fuera uno de sus compañeros, su amor y parte de su vida.

Patricias Rosas asegura que Nahui Olin sigue siendo una artista y poeta marginada, aún vilipendiada por la leyenda negra, la mayoría de los lectores la consideran una ninfómana, loca, desquiciada, y aseveran tantas cosas sobre ella, sin realmente conocerla. Casi nadie conoce su poesía. Sus poemas son muy originales, porque rompió con las reglas gramaticales y la preceptiva poética.

La escritora considera que por medio de la obra El volcán que nunca se apaga “se pretende colocarla en el sitio que se merece, y las nuevas generaciones tienen la oportunidad de descubrirla a partir de sus escritos transgresores e innovadores, y sobre todo, sumamente vigentes. Espero que los jóvenes, mujeres y hombres, se acerquen a una de las voces más relevantes de la cultura mexicana desde sus creaciones, y no se dejen llevar por las malas lenguas, que sólo se dedican a tergiversar la información con fines amarillistas. Que la juventud del 2022 defienda su capacidad pensante, pues Nahui Olin defendió su sed insaciable por el conocimiento y la libertad sexual a partir de su poder intelectual y creativo.

Es posible leer, por ejemplo, en Cartas al Dr. Atl (1921- 1925), lo siguiente: “Eres la vida de todo lo que existe –eres las cosas mismas–, los mundos, los astros, todo el Universo –poseerte es convertirte en todas las cosas del Universo– eres la única razón de mi existencia. –Pierre Dios de los dioses– infinito hecho hombre –sólo tú pudiste contener la grandeza de mi espíritu y admirar la belleza de mi cuerpo en toda su inconmensurable magnitud– y mi rebeldía es ahora tu esclava.”

 

Nahui Olin, El volcán que nunca se apaga… es un también el mar de la noche.