La sociedad de los POETAS EBRIOS-Terrorismo aquí II / LeBarón y Sicilia

En opinión de Héctor Rangel Terrazas

La sociedad de los POETAS EBRIOS-Terrorismo aquí II / LeBarón y Sicilia
La sociedad de los POETAS EBRIOS-Terrorismo aquí II / LeBarón y Sicilia

El terrorismo es un hecho en México y en Morelos, pese a que nadie quiera llamarlo por su nombre. Lo dijimos una vez y lo repetimos hoy, tras una preocupante amenaza contra la UAEM, en una de esas estúpidas mantas que amanecen todos los días en el estado (en otros también, pero nos ocupamos del nuestro), a las que no se debe dar difusión. Empero, la advertencia SÍ TIENE QUE SER TOMADA EN CUENTA por las autoridades en los tres niveles de gobierno.

Permítasenos recordar lo que el Código Penal federal establece como penas para quien practique el TERRORISMO, al cual define con claridad:

Artículo 139. Se impondrá pena de prisión de seis a cuarenta años y hasta mil doscientos días multa, sin perjuicio de las penas que correspondan por los delitos que resulten, al que UTILIZANDO sustancias tóxicas, armas químicas, biológicas o similares, material radioactivo o instrumentos que emitan radiaciones, explosivos O ARMAS DE FUEGO, o por incendio, inundación o por CUALQUIER OTRO MOTIVO VIOLENTO, REALICE ACTOS EN CONTRA DE LAS PERSONAS, las cosas o servicios públicos, QUE PRODUZCAN ALARMA, TEMOR O TERROR EN LA POBLACIÓN O EN UN GRUPO O SECTOR DE ELLA, para atentar contra la seguridad nacional O PRESIONAR A LA AUTORIDAD PARA QUE TOME UNA DETERMINACIÓN.

La manta a la que nos referimos y muchas de las que aparecen con NO poca frecuencia deben ser tomadas como ACTOS TERRORISTAS. Destazan cuerpos y lanzan advertencias y exigencias a las autoridades, lo cual, sin duda, CAUSA TERROR en muchos, PARA PRESIONARLAS A ASUMIR ALGUNA DETERMINACIÓN. Muchas de ellas, por cierto, aparecen enlistadas como parte de las mafias, en su rol de protectoras. Estos dichos, desde luego, no pueden ser merecedores forzosamente de nuestro crédito (aunque, tampoco, han de ser desdeñados).

Escribimos hace meses que el ataque armado del pasado 10 de mayo en Puente de Ixtla, contra personal administrativo que laboraba en el Cefereso femenil en Coatlán del Río, fue un ACTO DE TERRORISMO. Tal crimen desproporcionado, con VÍCTIMAS INOCENTES, representó un acto terrorista, por el uso de armas de fuego, la agresión artera contra las personas y, especialmente, la intención de forzar a la autoridad a tomar una determinación. Se resaltaba que el secretario de Gobierno, Pablo Ojeda, el mismo día del ataque, reveló que se conocía ya, incluso a nivel estatal, que ese penal federal había recibido amenazas previas, para forzar cambios internos referentes a algunas reclusas. Días después, el delegado federal, Hugo Eric Flores, aceptó que se había decidido ya, a raíz de la masacre, el traslado de al menos una de las internas del Cefereso (no se detalló ni quién, ni el destino).

De hecho, en esa ocasión, cuando Hugo Erick, tardíamente lo oficializó, ya se sabía que algún grupo criminal había exigido el traslado de una o algunas internas en la cárcel en cuestión, y que el ataque del tristemente recordado 10 de mayo (resaltábamos que, irónicamente, justo frente al Monumento a la Madre, en Puente de Ixtla) tenía esa intención. "Si la autoridad federal cedió o no en ese CHANTAJE TERRORISTA con el traslado oficializado, es algo que no alcanzamos a enterarnos, aunque así lo presumimos. Lo cierto es que hubo esa presión criminal previa, corroborada por la autoridad, el ataque y la reacción posterior en el penal, con el traslado de una reclusa de peligro", establecimos entonces, para sustentar la naturaleza terrorista de lo ocurrido.

El más reciente, grave y burdo ejemplo de una ACCIÓN TERRORISTA a nivel federal, y plenamente exitosa, se llama CULIACÁN. No recordamos una situación de terror mayor en una ciudad mexicana, por actividad de algún grupo criminal, que el acontecido ese jueves 17 de octubre, cuando la ingobernabilidad y el cogobierno con el narco se oficializaron. Los lugartenientes del Cártel de Sinaloa, los cuidadores de los chapitos, a través del terror, FORZARON AL MISMO PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA A SOLTAR A UNO CON ORDEN DE EXTRADICIÓN: EL TERRORISMO, CORONADO.

Pero nadie lo llama por su nombre, ni a lo que pasa en Morelos ni en el país. Las NARCOMANTAS y su INHERENTE TERRORISMO son fenómeno añejo en estos lugares. PERO JAMÁS SUPIMOS ANTES DE UNA AMENAZA A UN SECTOR DE LA POBLACIÓN (los universitarios), como lo informado por varios medios la semana pasada. No puede sólo mantenerse la esperanza de que se trató de una advertencia hueca y sin sustento.

POR NO DEJAR: LEBARÓN Y SICILIA

El admirado Julián LeBarón y su familia son nuevamente noticia, ahora en el peor de los hechos que han enfrentado (y vaya que padecieron casos de violencia muy graves, pero nunca como lo de este lunes). Recordamos a aquél junto con Javier Sicilia, cuando éste dio vida sin querer, sin plan, de manera natural, a su MOVIMIENTO POR LA PAZ, tras el asesinato de su hijo. Se trató de un FENÓMENO DE ORIGEN GENUINO Y LOABLE,  sólo en sus inicios, que SE PUDRIÓ con el paso de los meses, justo por el CARÁCTER AUTORITARIO del fundador. Entre quienes dejaron solo al colaborador de Proceso resaltó justamente Julián, quien en 2012 anunció su salida, POR DIFERENCIAS "CON LA DIRIGENCIA" (ya sabe usted cómo se llamaba ésta). Se dijo entonces que LeBarón estaba en desacuerdo con el acercamiento que el movimiento estaba teniendo con la administración de Felipe Calderón. La responsabilidad de haber echado por la borda no a la agrupación, sino a cada una de las personas que se sumaron a ésta, y quedaron desencantadas y, peor, ABANDONADAS EN SUS CAUSAS, es algo que siempre penderá sobre la espalda del poeta con apellido ítalo.