La sociedad de los POETAS EBRIOS
En opinión de Héctor Rangel Terrazas
Estupro en Cobaem: omisión y 2 implicados más
El caso del profesor Alexander "N", del plantel 03 del Cobaem, en Oacalco, Yautepec, acusado de abuso sexual en contra de una menor estudiante, ofrece motivos suficientes para la indignación. El señalado ya ante el Ministerio Público y la Comisión de Derechos Humanos de Morelos debe ser tratado como inocente, mientras no se compruebe, judicialmente, lo contrario. La comprobación de los graves hechos de que se lo imputa sustentarían esa indignación, cuando un juzgador así procediese; no antes.
El enorme enfado de la familia y la sociedad en este punto, cuando se tiene un señalamiento así de grave, y ya con procesos judicial y en el rubro de los derechos fundamentales iniciados, debe dirigirse hacia la autoridad educativa, que en este caso tiene dos nombres principales: Víctor Nájera Medina, cabeza general del sistema de bachilleres de la entidad, y el director de dicho plantel, César Emeterio Arteaga. Ninguno de ellos ha expresado, a la fecha, palabra alguna en materia de atención o apoyo a la presunta víctima. Tampoco ha asumido medida de protección para la menor involucrada en los penosos hechos, ni hacia otras alumnas (o alumnos, inclusive) en potencial riesgo, a decir del único comunicado emitido hasta ahora por la institución (publicado ayer en nuestro diario), y donde se desprende una inocultable intención en defensa del mentor.
Es un caso de grave omisión, especialmente ante lo que establece el Artículo 22, de la Ley de Educación del Estado de Morelos, que a la letra, dice: "... En la impartición de la educación para menores de edad, se tomarán medidas que ASEGUREN AL EDUCANDO LA PROTECCIÓN Y EL CUIDADO NECESARIO PARA PRESERVAR SU INTEGRIDAD FÍSICA, PSICOLÓGICA Y SOCIAL, SOBRE LA BASE DEL RESPETO A SU DIGNIDAD... Se brindarán cursos a los docentes y al personal que labora en los planteles de educación, sobre los derechos de los educandos y la obligación que tienen, al estar encargados de su custodia, de PROTEGERLOS CONTRA TODA FORMA DE MALTRATO, PERJUICIO, DAÑO, AGRESIÓN, ABUSO, TRATA O EXPLOTACIÓN". La falla de los referidos frente a lo anterior es clara y se suma a su inacción a partir de haberse enterado del posible delito. No hay vuelta, y las medidas que han de asumirse deben basarse en este irrefutable hecho.
Pero hay dos personas más involucradas. Está el señalamiento en contra de la esposa de Alexander "N" quien, a decir de la denuncia, participó activamente en los encuentros íntimos. No ser ella profesora de la afectada no resta gravedad al delito de haber sostenido relaciones sexuales con una menor, si ello fue lo que sucedió. Y hay una tercera persona, presuntamente relacionada, de alguna forma, con el asunto. Se trata de Evelia "N", quien se desempeña como prefecta en el mismo plantel, es parte de la investigación y podría ser culpable de complicidad. Ambos, desde luego, siguen presumiéndose inocentes por el momento.
Finalmente, no es ocioso precisar, especialmente ante algunos comentarios en la red sobre este hecho, fruto indudable de la ignorancia, lo siguiente: el delito de estupro es responsabilidad del adulto que lo comete, SIN importar la supuesta aceptación, expresada y demostrada incluso de cualquier manera, por la o el menor, pues la jurisprudencia establece que una relación así será siempre fruto del engaño o la manipulación por parte del mayor de edad, en detrimento de su víctima.
Por no dejar: Vamos por El Mesías
Adivina, adivinanza, ¿quién es quien sabe de esta transa? No hablamos del líder de la cristiandad, tan manipulado por sectas como la de Joaquín García, el de La Luz del Mundo, gracias a Alá ya detenido ayer por presuntos delitos sexuales (incluso contra un menor); o como aquella relacionada con una ALTA funcionaria pública de Morelos, del ámbito de la justicia, quien con cuyo marido maneja un negocio de éstos, donde una de las instrucciones de quienes caen ahí es la de "obedecer" a la divinidad, representada, desde luego, por los dirigentes "eclesiales" y sus carteras. Tampoco nos referimos al Mesías, el rosarino, del Barça, cuyo nivel de juego lo ponen al mismo nivel de los dioses.
No. Hablamos aquí del cuadro del artista Xólotl Polo, que se llama igual, con un imponente Emiliano Zapata, robado por alguien de la 53 Legislatura, obra hoy colgada en la sala o recámara del ladrón. Ayer hubo información sobre los "cateos" inútiles a casas de exlegisladores, a quienes se les avisa cuándo van a ir a visitarlos, y tienen todo el margen así para esconder cualquier objeto mal habido (pobres; mucha chamba; no han de ser pocos). No es un asunto fácil de resolver, pero hay avances. Quienes están cerca del caso nos dicen que hay evidencias que se centran en alguien en específico. Lo escribiríamos aquí, si se nos hubiese demostrado ello, lo cual aún no ha pasado. Ojalá que no tarden.
Por lo pronto, y con base en lo que se nos ha mostrado, podremos adelantar que entre estos tres exdiputados estaría aquél que debería "saber" dónde quedó El Mesías: el congruente Jaime Álvarez Cisneros, la honradísima Hortencia Figueroa Peralta y, finalmente, el finísimo y pulcro estadista, ejemplo para todo aquél que ingresa al servicio público, Francisco Moreno Merino. Una pista: uno de ellos intenta siempre pasar como amante del arte.