Escala de Grises - No estamos solas
En opinión de Arendy Ávalos
3 de mayo 2017
El cuerpo de una mujer fue descubierto dentro de las instalaciones de la UNAM. El personal de vigilancia de dicha institución reportó al Ministerio Público que la víctima, de aproximadamente 25 años, fue encontrada atada a una caseta de teléfono, en las inmediaciones de la Facultad de Ingeniería, en Ciudad Universitaria (CU).
No fue hallada identificación o dato alguno que pudiera brindar pistas sobre el caso, aparentemente. La Máxima Casa de Estudios, declaró en un comunicado que “expresaba su repudio a cualquier tipo de ilícito cometido en sus instalaciones” y que, además, mantendría toda la disposición para colaborar en el caso con las autoridades competentes.
La mujer tenía un surco en el cuello, característica particular de los suicidios, como se resolvió el delito que, seis meses después; gracias a las protestas por parte de colectivos feministas y de Araceli Osorio, la madre de Lesvy, fue reclasificado como feminicidio.
4 de mayo 2017
La procuraduría de la Ciudad de México informó que el cuerpo de la mujer hallado en los jardines de CU había sido reconocido por su madre y por un hombre que se identificó como su novio; mismo que —una vez sobrio— brindó información sobre lo ocurrido.
“La víctima y su novio estuvieron en los jardines hasta las 4:00 a.m., hora en la que él decidió retirarse”, ella lo siguió y después de una discusión, se separaron y “no volvió a saber de ella hasta que le informaron que había fallecido”, informó la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJDF) en un comunicado.
Por medio de la cuenta oficial de Twitter, la PGJDF también publicó detalles que no representaban información relevante para el caso, información privada sobre la joven de 22 años, Lesvy Berlín Rivera Osorio; como que estuvo “alcoholizándose y drogándose” en las instalaciones de la UNAM, institución a la que ya no pertenecía, “pues debía muchas materias”.
Las anteriores declaraciones fueron señaladas en redes como una forma de justificar que la víctima había sido culpable de su propia muerte; situación que, 4 días después, se resolvió con retirar los tuits y la renuncia de Elena Cárdenas Rodríguez, quien era titular de Comunicación Social de la PGJDF.
Ese mismo día, estudiantes y colectivos feministas convocaron a una manifestación para exigir la implementación de medidas de seguridad para las mujeres dentro de la UNAM. “Marcha Interna contra la Violencia de Género”, se leía en el cartel donde se convocaba a la población estudiantil en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) a las 2:00 p.m.
5 de mayo 2017
La protesta en Ciudad Universitaria partió de la FCPYS hacia el lugar en el que fue hallado el cuerpo de Lesvy, sitio en el que se realizó un acto político para, después, iniciar un recorrido hacia Rectoría para exigir seguridad y justicia. No fue suicidio, fue feminicidio era una de las principales consignas que se gritaban, apenas dos días después del hecho.
#SiMeMatan
Durante y después de la protesta, en Twitter comenzó a viralizarse la etiqueta #SiMeMatan, con la que cientos de usuarias expresaban su indignación por las declaraciones de la PGJ y exponían detalles personales por los que podrían criminalizarlas, en caso de ser víctimas de feminicidio.
Detalles irrelevantes como la cantidad de aretes o los tatuajes que tienen en el cuerpo, las bebidas que les gusta tomar, su profesión, la hora a la que llegan a sus casas o la ropa que portan todos los días, representaron una demostración masiva sobre el error que habían cometido las autoridades involucradas en el caso.
Cabe resaltar que ninguno de los datos anteriores o detalles sobre la vida privada de una persona serán un argumento válido (viable, siquiera) para justificar delito alguno, la violencia de género y, mucho menos, un feminicidio.
2 de mayo 2019
Después de protestas, marchas y conmemoraciones por parte de la comunidad feminista, la PGJDF realizó una disculpa pública tras aceptar su negligencia y diligencia en el feminicidio de Lesvy. “El caso no se abordó de manera correcta”, aceptaron las autoridades, atendiendo a la recomendación que emitió la Comisión de Derechos Humanos un año antes.
#JuicioLesvy
El proceso fue cubierto por distintas mujeres a través de sus cuentas de Twitter con la etiqueta que le da título a este apartado. Dos años y cinco meses después del delito, tras cinco horas de audiencia pública, los jueces del Tribunal Superior de Justicia declararon a Jorge Luis González Hernández culpable del feminicidio de Lesvy Berlín Rivera Osorio.
“Esto es lo que pasa cuando el beneficio de la duda es para las víctimas. El fallo tiene que ver con la presión que ejercimos nosotras al venir aquí y desde nuestro coraje, desde nuestra rabia, desde nuestro dolor, hablar por ellas, darles voz y decir que no estamos solas”, declaró Araceli Osorio.
Hoy, 16 de octubre, se llevará a cabo una audiencia en la que se establecerá la pena para el feminicida de Lesvy. La acusación pidió una condena de 60 años de cárcel y, hasta el cierre de esta columna, no se conocía la sentencia.
La lista de lo que el sistema nos debe es extensa, sin embargo, aquí hay algunas ideas: seguridad para todas, mejores estrategias para luchar contra la violencia de género, castigo a los feminicidas y a las personas involucradas en delitos parecidos, autoridades que cumplan con su trabajo, que se garanticen nuestros derechos…
Lo que los medios digitales y tradicionales calificaron como un precedente histórico para la justicia en el país, es el reflejo de la lucha que enfrentó Araceli Osorio, la madre de Lesvy; acompañada de defensoras, activistas, periodistas y mujeres que persiguieron la verdad y la justicia, y que se han vuelto expertas en derecho penal y feminicidios por vivir el dolor en sus propios huesos.
La resolución de este caso tardó poco más de dos años, ¿cuánto tiempo necesitamos, entonces, para que las autoridades resuelvan los 10 feminicidios diarios en el país? Exigir justicia para las asesinadas es una petición corta, justicia sería que estuvieran vivas.
En este espacio se ha escrito constantemente sobre la violencia de género y, aunque pueda parecer que no hay nada nuevo por decir; sepa que —por lo menos desde esta trinchera— nadie se cansará ni se detendrá con tal de que la verdad para todas las víctimas salga a la luz.
Deje sus comentarios y acompáñeme a darle una bofetada al olvido en:
@Arendy_Avalos