Escala de Grises - La negociación de la justicia
En opinión de Arendy Ávalos
En abril de 2021, Montserrat Bendimes llegó a un hospital con múltiples heridas (costillas rotas, una fractura de cráneo y derrames internos); todas ocasionadas por los golpes que recibió. A pesar de los esfuerzos por parte del equipo médico, después de seis días, la joven de 20 años falleció.
Marlon Botas, pareja de Montserrat, fue el principal sospechoso de la agresión. De acuerdo con la familia de la estudiante, ella misma aseguró que su entonces novio era responsable de lo ocurrido, versión que concuerda con las pruebas obtenidas por parte de las autoridades.
Los padres de Marlon, Jorge y Diana, llevaron a Montserrat al hospital sin solicitar el apoyo de los servicios de emergencias y se marcharon para, inmediatamente después, huir de Veracruz. A pesar de que toda la familia fue detenida eventualmente, el martes de esta semana, los padres del agresor, acusados de omisión de auxilio, fueron puestos en libertad.
La suspensión condicional del proceso fue otorgada por parte de un juez de control, quien les permitió quedar en libertad sin llegar a un juicio, siempre y cuando, cumplan con una serie de requisitos (presentarse cada dos semanas en la Unidad de Medidas Cautelares, entregar su pasaporte, entre otras) y cumplan con la reparación del daño. Como condición para cerrar el proceso, el matrimonio deberá pagar cien mil pesos de indemnización.
Desde el año 2021, el caso de Montserrat Bendimes ha ocasionado indignación en el estado de Veracruz y en el país entero, por lo que las autoridades nacionales optaron por solicitar el apoyo de la Policía Internacional para localizar a Marlon Botas. Gracias a los múltiples esfuerzos realizados, el agresor fue detenido en junio del año pasado.
A pesar de las pruebas en su contra, incluida la declaración de la víctima, Marlon tuvo la audacia de decir que la muerte de su entonces novia había sido un accidente. Sin embargo, Verónica Hernández, fiscal de Veracruz aseguró en ese entonces que la procuración de justicia no estaba en negociación.
¿Qué ocurrió, entonces? La responsabilidad de la familia Botas Fuentes en el feminicidio de Montserrat es tan evidente como grave. Sin embargo, Veracruz y el Estado mismo optan por otorgar amparos que dejan la justicia para el final y hacen a un lado la garantía de no repetición.
Como en cada ocasión, me permito recordarle que en México son asesinadas casi 11 mujeres al día, siete más desaparecen y el 98% de los casos permanece en la impunidad. Por supuesto, es imposible “reducir” el problema a cifras, pero es que resulta alarmante que a pesar de estos datos, las instituciones y las autoridades continúan sin hacer lo mínimo al respecto.
Lo ocurrido con Montserrat ha incluso impulsado una propuesta de ley que prevenga una situación similar y el panorama para las mujeres a nivel nacional no parece mejorar. El sistema de justicia en México se ha convertido en un agresor más de las mujeres, operado sin perspectiva de género y sin la más mínima idea de cómo proceder.
Lo que las autoridades parecen no comprender es que ninguna cantidad de dinero (otorgada por externos o por quien sea) es suficiente para compensar sus omisiones en lo que respecta a la seguridad e integridad de las mujeres. También es necesario que se realicen investigaciones con perspectiva de género y se inviertan recursos en atender los problemas sistemáticos que afectan [en mayor o menor medida] a todas las mujeres.
Finalmente, ni cien mil ni medio millón de pesos o la cantidad que pueda imaginar bastará para garantizar justicia. Usted y yo sabemos que la verdadera justicia es que Montserrat y todas las mujeres asesinadas siguieran con vida.
Justicia para todas:
@Arendy_Avalos en Twitter