Escala de Grises - ¿De quién es la responsabilidad?

En opinión de Arendy Ávalos

Escala de Grises - ¿De quién es la responsabilidad?

Durante la noche del pasado domingo, en una vivienda de Guanajuato, se registró un ataque armado en el que seis personas fueron asesinadas; las víctimas fueron cuatro mujeres y dos niños. Las detonaciones se registraron en la colonia Industrial, dentro del municipio de León, y fueron reportadas al 911.

 

Al llegar los servicios de emergencia, las seis personas habían fallecido. De acuerdo con testigos, los responsables de lo ocurrido lograron escapar en una camioneta que, hasta el momento en que se redactó esta columna, seguía sin ser ubicada por las autoridades del estado.

 

De acuerdo con la Fiscalía de Guanajuato, ya iniciaron los procesos correspondientes. Sin embargo, las irregularidades ya comenzaron. Después de que se difundiera un video en el que elementos de la Guardia Nacional ingresaron al domicilio minutos antes de la masacre, Diego Sinhue, gobernador de Guanajuato, ha solicitado una investigación respecto a lo ocurrido, dado que no es el primer delito en el que se involucra un integrante de dicha institución.

 

Mientras tanto, no se ha registrado ninguna orden de cateo que pueda justificar la presencia de la Guardia Nacional en la escena del crimen, lo que ha sembrado más dudas en el caso. ¿Por qué ingresaron a la vivienda y minutos después abandonaron el lugar con una bolsa en la mano? ¿Quiénes son los responsables de este crimen y cuáles son las razones por las que lo perpetraron?

 

Al respecto, el presidente López Obrador declaró que el Gobierno Federal investigará lo ocurrido para determinar si hay alguna relación entre los elementos de la Guardia Nacional y el multihomicidio. Aunque reticente a aceptar la idea de que la institución que tanto ha defendido pueda estar involucrada, el mandatario aseguró que “si hay responsabilidad de los elementos, se va a castigar”. Vemos.

 

Lamentablemente, este es uno de los tantos crímenes que se han registrado en Guanajuato durante los últimos años sin que la violencia se detenga o, por lo menos, disminuya. Según las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, la entidad terminó el 2023 siendo la más violenta del país con más de tres mil homicidios dolosos.

 

Durante la primera mitad de este 2024, la cifra asciende a más de mil 200 homicidios dolosos registrados. Entre las víctimas, además de las cuatro mujeres y los dos niños menores de dos años, se encuentran madres buscadoras, agentes de policía, mujeres víctimas de feminicidio y, por supuesto, hombres.

 

Guanajuato forma parte de los seis estados entre los que se distribuye un porcentaje superior al 45% de asesinatos en México, acompañado de Morelos, el Estado de México, Jalisco, Chihuahua y Baja California. Las cifras no descienden y la estrategia de seguridad es cada vez más negligente para proteger a la población.

 

¿Cuál es el plan que van a implementar las autoridades? ¿Para cuándo una cooperación entre los tres niveles de gobierno y las instituciones correspondientes? ¿Realmente el despliegue de elementos de la Guardia Nacional puede combatir la violencia?

 

Tal vez ya son suficientes las alertas y los focos rojos para que el Estado y las personas que encabezan puestos de representación empiecen a asumir la responsabilidad que tienen en medio de esta crisis que no hace más que aumentar.

 

Es el mejor momento para dejar de culparse entre gobiernos y no delegar cuestiones que deben atenderse de inmediato. Resulta urgente un replanteamiento en la estrategia de seguridad a nivel local, estatal y nacional en la que se utilice mucho más que la presencia de elementos que, tal como ha registrado la historia, no son la mejor opción cuando hablamos de paz.

 

Invertir recursos en la gestión del problema y todas las tangentes involucradas es imperativo para que el número de víctimas y daños colaterales se reduzca. Bajo esta línea, también es fundamental considerar una reestructuración del sistema justicia o la implementación de nuevas prácticas en las que la prioridad sea borrar la impunidad del vocabulario habitual.

 

Finalmente, hay que establecer que el gobernador tiene gran responsabilidad no sólo en lo ocurrido el pasado fin de semana, sino en la situación que se vive en su estado. Del mismo modo que el presidente y su gabinete son responsables de todo lo que pasa dentro del territorio nacional. Basta de “yo no fui, fue Teté”.

 

No es un juego:

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