El Capitán
En opinión de César Daniel Nájera Collado
Se dice que hace tiempo existió un barco que no encontraba puerto. Como ya llevaba años sin hacerlo, los tripulantes decidieron sustituir al capitán por otro miembro. No obstante, el elegido (que supuestamente era de las pocas opciones capaces) tampoco logró encontrar tierra, debido a que era básicamente una copia del pasado capitán. Los tripulantes lo sustituyeron de nuevo, pero el ciclo se repitió.
Pasaron más años, la inmensa cantidad de provisiones empezó a disminuirse, y la paciencia de los que iban en el barco también. Sin embargo, entre la tripulación se encontraba un hombre que todas las noches salía a cubierta para estudiar las estrellas. Dado cierto tiempo, el hombre reunió a todos y les informó que había encontrado la manera de llegar a tierra. Era tan carismático que la mayoría le creyó, a excepción del capitán en turno y los pasados. Aunque varios intentaron ponerlo al mando, por una u otra razón no se lograba. Hartos de la ineficiencia, sus simpatizantes se manifestaron con gran vigor, forzando a la capitanía en turno a ceder ante el ahora conocido como “hombre de las estrellas”.
Al inicio, la esperanza invadió a la tripulación, motivándose cada vez más por el discurso ya perfeccionado de su nuevo capitán. Pero al pasar de los meses, las cosas no mejoraron, y uno que otro ya empezaba a cuestionar. Ante esto, el hombre de las estrellas respondía que era culpa de los capitanes pasados que descuidaron el barco, pero que pronto lograría el cometido. Meses después, más cuestionamientos surgieron, obteniendo la misma respuesta, o a veces ni siquiera eso. El caos incrementó, y ya acostumbrados a la ineficiencia, muchos tripulantes se resignaron.
Al día de hoy, se dice que el barco aún no encuentra puerto, y los valientes que cuestionan desaparecen entre las grandes olas de un mar infranqueable.