Deporte endeble
En opinión de César Daniel Nájera Collado
Ha transcurrido ya una buena parte de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, y en las noticias no ha dejado de hacerse presente el hecho de que México ha conseguido “apenas" 3 medallas, todas de bronce. En redes sociales, muchas personas han criticado a los deportistas, por no rendir igual que en otras ocasiones o no representar al país “dignamente”. Y si bien varios han intentado mostrar apoyo constante, gran cantidad de espectadores fueron partícipes también del linchamiento público que sufrieron las atletas del equipo de softball, todo después de desechar sus uniformes al concluir la competencia.
Entiendo que, aparte de no conseguir medalla, mucha gente se tomó muy mal que las jugadoras tiraran su uniforme sin más, aludiendo a una falta de respeto a la misma nación. Sin embargo, debemos entender que nuestro país, o mejor dicho, nuestro gobierno, tampoco ha hecho demasiado por fomentar el desarrollo de atletas de alto rendimiento en las condiciones óptimas. Ya desde el año 2019, la titular de la Conade, Ana Gabriela Guevara, advirtió que los recortes generaron una incapacidad para pagar lo básico en cuanto a instalaciones. Todo esto aunado a que, para este año, Hacienda buscó una reducción del 15% al programa de formación y apoyo a deportistas de alto rendimiento, es decir, más de 100 millones de pesos con los que ya no contarán. No por nada muchos de ellos viven y buscan apoyo en el extranjero, e incluso algunos optan por representar a otro país.
Al final, en esta búsqueda poco organizada por desarticular la corrupción, el improvisado gobierno está afectando, en lugar de a los ladrones, a las personas que sueñan con defender y poner nuestros colores en alto. La desventaja con respecto a otros países es tan grande, que debemos sentirnos orgullos de que, a pesar de todo, aún haya atletas dispuestos y con esperanza de lograr cosas como representantes de México. La culpa no es de ellos.