Cuestionada, trayectoria del morelense García Harfuch
Fue relacionado con el caso de los desaparecidos de Ayotzinapa
Trabajó con Genaro García Luna, hoy preso en EEUU por vínculos con el narco
Omar García Harfuch, morelense originario de Cuernavaca, víctima de un atentado ayer que cimbró al país, e hijo y nieto de dos personajes vinculados con actos de represión en la historia del siglo 20, ha estado bajo el ojo del huracán por cuestionamientos en los que podría tener incluso responsabilidad penal, sin que ello haya sido probado al momento. No ha habido investigaciones al respecto.
Ha sido relacionado con el caso Ayotzinapa y fue funcionario en la gestión de Genaro García Luna, cuyo último cargo fue el de secretario de Seguridad Pública durante el sexenio del presidente Felipe Calderón.
Tras la detención de García Luna, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que no se permitiría que ejercieran más quienes hubiesen sido colaboradores del también extitular de la Agencia Federal de Investigación (AFI).
A raíz de dicho señalamiento, de inmediato surgieron los nombres de tres secretarios de seguridad en el país vinculados con Genaro García: la del Estado de México, Maribel Cervantes Guerrero, el de Aguascalientes, Porfirio Javier Sánchez Mendoza y el de la Ciudad de México, el cuernavaquense, Omar García Harfuch.
El funcionario que este viernes sufrió un atentado, negó en su momento una cercanía con el detenido en el país vecino, y señaló que sólo lo trató en alguna ocasión durante 30 segundos. Esto, pese a haber coincidido en funciones públicas con aquél, en la Secretaría de Seguridad Pública federal.
En 2016, el morelense fue nombrado titular de la Agencia de Investigación Criminal de la entonces PGR. Llegó a sustituir a Tomás Zerón, señalado por “truquear” pruebas en el caso Ayotzinapa. No acababa Harfuch de acomodarse en su nueva silla, cuando se supo de una libreta de Sidronio Casarrubias, líder de Guerreros Unidos, relacionado con la "Noche de Iguala", donde aparentemente éste se mantenía en contacto con Omar García.
Las quejas de los padres de familia de las víctimas mortales de Ayotzinapa no prosperaron en ningún sentido, para que se investigara el nivel de involucramiento en aquel emblemático caso, del funcionario víctima del atentado de este viernes. Tampoco se supo nunca sobre alguna investigación que se haya llevado a cabo para confirmar o desmentir la relación entre el mando policíaco y uno de los presuntos culpables de la masacre, como exigían los padres de los jóvenes.
Por si lo anterior fuera poco, y pese a no tener él responsabilidad en actos de familiares suyos, Omar García es nieto de Marcelino García Barragán, gobernador del estado de Jalisco y secretario de la Defensa Nacional de 1964 a 1970. Se trata del responsable del Ejército en la matanza en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco.
Y es hijo del temido Javier García Paniagua, uno de los nombres oscuros durante la llamada Guerra Sucia de esos años, cuando miles de perseguidos terminaron encarcelados, golpeados o desaparecidos. De 1976 al 78, fue el titular de la desaparecida y temida Dirección Federal de Seguridad, dependencia de la Secretaría de Gobernación, configurada como la policía política del Estado y encargada de la persecución oficial en contra de quienes eran considerados enemigos del régimen priista,
A Omar García se le han reconocido, en este primer año de gestión en cuestiones de seguridad en la capital, distintas detenciones de líderes de poderosos grupos criminales. Entre otras, la de Jorge Flores Concha, "El Tortas", líder de La Anti-Unión y Pedro Ramírez Pérez, "El Jamón" integrante de La Unión Tepito.