Caminando juntos hacia el regreso a clases
En opinión de Beatriz del Carmen Pérez Salgado
De cara al presente ciclo escolar, el cual ha sido históricamente inusual por haberse cursado a distancia en su totalidad, es necesario reflexionar acerca del impacto que representará entre muchas otras cosas en lo relacionado a los procesos de inclusión educativa que se han venido trabajando desde la educación básica desde hace varios años.
Si bien ésta situación de contingencia sanitaria que se ha prolongado por más de un año en nuestro país ha polarizado las condiciones de acceso a la educación para muchos niños y jóvenes, no es pertinente generalizar pues se corre el riesgo de ignorar el impacto positivo que pudieran existir en algunos casos. Cada familia es microsistema distinto, y generalmente cuando alguno de sus miembros se encuentra en condición de discapacidad las condiciones de vida para toda la familia son más duras, pues se espera que funcione de manera “correcta”, pero además se brinde la atención diferenciada que la persona con discapacidad requiere.
Hoy quiero hablarles de esos casos de éxito, en donde la pandemia y las clases en línea han significado una oportunidad para las familias y les han permitido reencontrarse e incluso en ocasiones, conocerse.
En los Centros de Atención Múltiple del estado de Morelos, se han privilegiado la recomendación de actividades que promueven el desarrollo de la vida práctica y las habilidades sociales. Los estudiantes han realizado con el apoyo de sus familias un sinnúmero de actividades que les permiten acercarse a la cotidianidad de la vida familiar. Esto también es inclusión. Y es importante valorar en su justa dimensión el esfuerzo de todos sus actores.
Tanto los docentes, como los equipos de apoyo de los centros han privilegiado el desarrollo de estas habilidades para la vida diaria, por encima incluso del aprendizaje de la lectura y la escritura o las matemáticas, desde la convicción que el vínculo con los padres y demás miembros de la familia puede constituir una gran fortaleza para el logro de los aprendizajes clave para los estudiantes.
De manera particular, el personal de los Centros de Atención Múltiple No. 13 y 25, pertenecientes a la zona 5 de Educación Especial, han observado avances importantes en el desarrollo personal y social de sus estudiantes y de forma paralela han mejorado la relación con las familias al mostrarse flexibles y empáticos en lo relacionado al trabajo escolar que se solicita a los niños y jóvenes, así como en los horarios para las sesiones virtuales y la escucha activa hacia las familias para acompañarles en el proceso de aprender en casa. Aproximadamente el 80% de los estudiantes se han mantenido constantes en cuanto a asistencia y participación en las actividades que se les han propuesto.
Resulta sumamente estimulante escuchar a una madre o un padre de familia cuando relata con entusiasmo que su hijo ya logra realizar alguna actividad que se creía muy difícil para él. Reconocerles en todas sus capacidades, es altamente motivador para los estudiantes y ello se transforma en muchos casos en una espiral de aprendizaje en donde el niño o joven quiere seguir aprendiendo.
Sabemos que el reto del regreso a clases será mayúsculo, como en todos los niveles y modalidades educativas de nuestro país, sin embargo estamos convencidos que el camino andado con las familias de nuestros estudiantes será una fuente de riqueza para enfrentarlo.