Breves de Abogados y Políticos - Arde del TEE
En opinión de Alejandro Corona Markina
La gestión de Martha Elena Mejía, como presidenta del Tribunal Estatal Electoral (TEE), estuvo plagada de irregularidades. Ella lo sabe, así que ahora, cuando la Entidad Superior de Auditoría y Fiscalización ESAF), decidió practicar una auditoría a la institución, ella hizo lo posible por evitarla.
Sin embargo, eso no le fue posible y el proceso de revisión de cuentas continuó. Así, para atender los requerimientos de la ESAF, pretendió obligar al director administrativo de la institución, contador Benjamín Salvador Romero Rogel, a respaldar facturas “hechizas” o falsas totalmente, para tratar de justificar el derroche de recursos económicos en los tiempos de su presidencia.
No obstante, el mencionado contador no se prestó al juego de avalar facturas que estaban canceladas, otras que eran copias simples y muchas que no tenían el respaldo de un comprobante fiscal.
Enfurecida, la señora echó mano del nefasto vicefiscal anticorrupción, Ignacio Zeus Gutiérrez Córdova, quien resulta ser pareja sentimental de su hija, para acabarla de amolar.
Lo que menos nos debe importar es con quién ande la descendiente de la mujer -que no tiene segundo apellido-, sin embargo, en el caso que nos ocupa sí es relevante, pues aprovechando la obvia influencia del mencionado tipo, el día jueves dos de enero del año que transcurre, se presentaron (con la prepotencia acostumbrada), elementos de la Fiscalía Especializada en combate a la Corrupción, acompañados de agentes de la Unidad de Investigación criminal, esto para exigir la presentación de todo el expediente del contador (y abogado) Romero Rogel, además de la documentación relacionada con la auditoría que se practica a la gestión de doña Martha.
Existe una grabación telefónica donde la señora Martha Mejía le dice textualmente al contador Romero Rogel: “”te voy a chingar…”, entre otras groserías con lenguaje propio del arrabal, pero indignas de una togada que presume de mucho conocimiento en materia electoral.
Por supuesto que las cosas no quedaron así. El afectado promovió una queja ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Morelos y una denuncia por amenazas ante la Fiscalía General, además de que anda con un amparo bajo el brazo, no vaya a ser que al prepotente fiscal Ignacio Zeus Gutiérrez Córdova, se le ocurra gestionar su aprehensión para quedar bien con la suegrita.
Martha Mejía se irá pronto, específicamente en diciembre, pero deja tras de sí una estela de ineptitud y corrupción a lo largo de su gestión como magistrada y presidenta del TEE. Amiguísima de Graco Ramírez, y de Lucía Virginia Meza -a quien sirvió en el tiempo en que fue diputada local-, ella no es garantía de imparcialidad.
Es cosa de checar las resoluciones en donde la Sala Regional le corrigió la plana, para constatar que sirve a los intereses de la cúpula perredista que en mala hora gobernó el estado.
¿A qué teme señora Martha? ¿Cuánto dinero debe o desvió? ¿Por qué pretende obligar a otros para que cubran sus irregularidades? Lo cierto es que el contador Benjamín Salvador Romero Rogel es uno de los profesionistas más reconocidos en la ciencia contable y a pesar de lo que haga la señora Martha Mejía (y su yerno, Ignacio Zeus Gutiérrez Córdova), no podrán mancharlo.
¿En pleno proceso electoral ocurre esto? Parece broma, pero así es pues aunque la mujer debería estar ocupada en atender sus obligaciones como magistrada, hoy está enfrascada en un pleito de vecindad.
Aparentemente ya movió sus influencias con Graco Ramírez para que la auditoría no tenga mayores consecuencias y se le dé la misma solución que se le dio al endeudamiento que hizo su patrón, es decir, que las observaciones resarcitorias se vuelvan administrativas y así no pase nada.
Una vergüenza lo que ocurre en nuestro Tribunal Electoral.