Para abrir boca…

En opinión de Mirna Zavala

Para abrir boca…

A partir de septiembre tomó protesta la nueva legislatura del Congreso del Estado y con ella se abre la posibilidad de refrescar el trabajo que desde este poder se realiza en favor de los morelenses. Nada sencillo es hablar de los trabajos de un poder sobre el que pesan las más duras críticas por diversas razones, las más de las veces muy fundadas, desde hace una década por lo menos. No obstante, a riesgo de parecer ingenua, me atreveré a solicitar la benevolencia del amable lector que pueda seguirme en esta columna que habrá de publicarse semanalmente, para escuchar las opiniones y razones de los diversos temas que atañen al congreso del estado y que afectan a la ciudadanía, en términos de objetividad y claridad.

El inicio de la legislatura tuvo el contexto de la urgente necesidad del adecuado funcionamiento del congreso en el cumplimiento de sus obligaciones, sobre todo por el hecho de que al término de la anterior legislatura se realizaron diversas designaciones que causaron la indignación de múltiples sectores de la sociedad. Además de una expectativa de abrir un nuevo proceso de trabajo político-legislativo que realice las tareas propias del poder. Dos cuestiones que nos interpelan y obligan.

Nos interpela en razón de atender a la representación popular que cada uno de los diputados adquirimos por el voto de la ciudadanía. No debe uno dejar de reconocer el origen esta representación ya que es su esencia, pero no homogénea ni unificada sino diversa, plural, representativa de diversas aspiraciones de la sociedad. Este carácter plural le significa al congreso su posibilidad y su dificultad al mismo tiempo. Es, además, una pluralidad que toca el centro de la democracia recién inaugurada en nuestro país y nuestro estado. Aunado a lo anterior, esta representación se identifica con los distintos partidos que contienden en la elección, los ciudadanos prefirieron a unos candidatos de otros y esa decisión incluyó a una fuerza política.

Por otro lado, el contexto de iniciar una nueva etapa también obliga a responder con razones válidas la toma de decisiones en los diferentes asuntos tratados en el Congreso, no solo individualmente sino como poder todo. Me explico, en cada asunto cada legislador tendremos que estudiar y analizar los asuntos que se nos remiten para su resolución, luego de lo cual cada uno ha de exponer sus razones para orientar su decisión, su voto, en un sentido u otro; la suma de los votos finalmente indicará la resolución del poder en su conjunto y de la cual la sociedad podrá salir beneficiada.

Entre ambos aspectos arriba comentados, el recurso de que disponemos para alcanzar buenos resultados es la política. Sin embargo, en tan noble tarea, existen los muy diversos puntos de vista y otras mas formas de realizarla. El reto, nada sencillo y siempre muy complejo, será la vivencia permanente de valores democráticos tan ausentes hay día. El diálogo, el respeto, la tolerancia, la pluralidad, la participación, la solidaridad, en fin. La amplia capacidad de mirar por encima del hombro y atender los principales problemas sociales que sean competencia de este poder.

Comparto estas ideas, amigo lector, porque serán las que habrán de acompañarme en el ejercicio de tan noble cargo obtenido en la pasada elección. Sobre lo que vaya ocurriendo y como se vaya resolviendo en el poder legislativo estaré dando razones de mis actuaciones. Y si es posible, espero contar con su consideración.

 

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