Octubre un mes para sembrar consciencia sobre el Síndrome de Down en todo el mundo.

En opinión de Mónica Pimentel

Octubre un mes para sembrar consciencia sobre el Síndrome de Down en todo el mundo.

Como cada año, el colectivo dedicado a visibilizar a las personas con Síndrome de Down, en este mes de Octubre busca hacer una pausa para reflexionar acerca del impacto que tiene vivir bajo esta condición; las implicaciones que se generan en el ámbito de salud, familiar, escolar, social y laboral; cuál es la perspectiva del futuro de esta población; qué alternativas existen o faltan para mejorar su vida, y su paso por este mundo. En general, se busca sensibilizar acerca de la vida y obra de quienes tienen un cromosoma más.

La diversidad es rica en todas sus formas, hoy en día cada vez más, vemos avances significativos en el desarrollo de sus habilidades sociales y cognitivas, gracias a la implementación de  programas de estimulación temprana, oportuna y permanente, los cuales logran impactar positivamente en ellos y sus familias, abriendo paso a la inclusión social, escolar y laboral. De aquí la importancia de llenar su entorno de oportunidades que les permitan desarrollar su máximo potencial, respetando su individualidad, sus necesidades, así como sus ritmos y tiempos para aprender, siempre en un ambiente de colaboración, amabilidad y respeto.

Es importante mencionar que para lograr un clima de inclusión efectivo, es necesario crear una cultura de valores, que promuevan empatía, respeto a las diferencias, tolerancia, igualdad de derechos, obligaciones y oportunidades, es decir, buscar que las personas en condición de discapacidad sean vistas como sujetos de derechos. Todo ello fundado, a través de la generación de políticas públicas, programas escolares y capacitación a familiares. A su vez, esto permitirá derribar mitos, prejuicios y etiquetas, que lejos de contribuir a su desarrollo, limitan su inclusión plena en la sociedad.

Hoy, exhortamos a que este Octubre no sea un año más para concientizar, ni uno menos para olvidar. Haz una retrospectiva de tu vida, del papel que te toca jugar en la vida de las personas con Síndrome de Down, busca cambiar realidades, haz una revolución en ti y en tu vida cotidiana, de tal forma que la inclusión no sea solo una utopía. Mantén un papel activo, constante, porque lograr su autonomía, independencia y determinación, se logran con base en el conocimiento, la confianza, el trabajo diario y el esfuerzo constante.

Vamos paso a paso, generando y ganando espacios inclusivos, las creencias en torno a la condición de discapacidad van evolucionando desde los diferentes enfoques, vamos asumiendo que la responsabilidad es compartida, tomemos acción y sigamos construyendo un mundo más inclusivo, donde se protejan los derechos de todas las personas, y donde todos puedan aportar desde su potencial, que por cierto, todos tenemos independientemente de nuestras propias características.

Sin activismo no hay cambio, transformar el camino de la inclusión requiere de grandes esfuerzos, en muchas ocasiones remar contra corriente, persistir es la clave. Continuemos con el objetivo de promover la participación, mejorar la calidad de vida y dignificar la vida de las personas con Síndrome de Down, busquemos que este mundo sea para todos.

Como familia: Promovamos la inclusión en todos los espacios, exijamos sus derechos, socialicemos siempre la igualdad en todas nuestras diferencias,  involucrémoslos en todas las actividades que sus capacidades les permitan (nos van a sorprender) como sociedad preguntémonos siempre en todas nuestras actividades ¿Quién nos hace falta?, ¿Quién falta de dar su opinión?, ¿Quién resulta afectado con lo que estamos decidiendo?