Observador político - Mayela Alemán y Adriana Díaz, el regreso de Adame y Graco
En opinión de Gerardo Suárez Dorantes
A tan solo unos meses de que concluya su mandato como gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco se enfrentará a una triste realidad de que una de sus principales promesas de campaña, la de llevar a la cárcel a su antecesor, Graco Luis Ramírez Garrido Abreu, parece haberse evaporado en el aire, dejando tras de sí una estela de impunidad y decepción.
PROMESAS INCUMPLIDAS. - Graco Ramírez, quien gobernó Morelos durante el período 2012-2018, enfrenta más de dos docenas de denuncias penales por una serie de delitos que van desde el peculado por compras a empresas inexistentes hasta el desvío de recursos en espectáculos ofrecidos en la Arena Teques y otros casos igual de condenables. Sin embargo, para sorpresa de muchos, ninguna de estas querellas ha procedido en su contra, y parece que continuará caminando libremente por las calles de Morelos, con su frente en alto, sin temor a enfrentar la justicia.
El motivo por el que Graco Ramírez solicitó protección federal recientemente no fue el resultado de una investigación sobre grandes cantidades millonarias de dinero que podrían llevarlo a una fría celda en el penal de Atlacholoaya, no, sorprendentemente, fue por algo que podría considerarse insignificante en comparación con los delitos graves que se le imputan, como fue la adquisición de una camioneta solicitando una financiación de casi 800 mil pesos del Instituto de Crédito del Gobierno del estado de Morelos.
En automático, el exgobernador perredista buscó refugio en la justicia al obtener una suspensión provisional que le impide ser detenido en territorio morelense. Este juicio de amparo fue resuelto el pasado miércoles 27 de septiembre por el juez especializado de Control del Distrito Único en el Sistema Penal Acusatorio en Xochitepec, Natanael Subdias Aguilar.
La impunidad que rodea el caso de Graco Ramírez Garrido Abreu pone de manifiesto una triste realidad en la política mexicana; por lo que las promesas de campaña se diluyen y las esperanzas de una justicia verdadera y equitativa parecen inalcanzables. Cuauhtémoc Blanco, quien prometió un cambio y la rendición de cuentas, se encuentra ante un dilema que lo obliga a enfrentar las realidades de un sistema legal que, una vez más, parece estar diseñado para proteger a los poderosos y dejar en la sombra a aquellos que esperaban un acto de justicia.
VAN POR LA CANDIDATURA A LA GUBERNATURA POR EL FAM.- En mayo del año pasado, antes de que se consolidara el Frente Amplio por México, dos de los actores más destacados detrás de esta iniciativa eran los ex gobernadores de Morelos: Marco Adame Castillo y Graco Luis Ramírez Garrido Abreu. Desde ese momento, sus intenciones turbias de mantener su influencia en la administración del estado, incluso a través de terceros, eran evidentes; esto se traduce en su respaldo a dos aspirantes para la gubernatura de Morelos en 2024: Mayela Alemán de Adame y Adriana Díaz Contreras, respectivamente.
Este Frente Amplio por México, que no ha logrado crecer significativamente en Morelos, está compuesto por los presidentes de los tres partidos que lo conforman: Dalila Morales Sandoval del PAN; Jonathan Márquez del PRI; y Sergio Prado, supuestamente del PRD, aunque este último parece haberse desvanecido en la entidad tras perder su registro en el 2021. Quizá por ello, las convocatorias y eventos realizados por este frente han resultado ser desangelados, al igual que sus dirigentes partidistas.
Lo más preocupante de esta situación es que tanto Graco Ramírez como Marco Adame tienen un historial de gobierno cuestionable en Morelos; ya que, si hubieran tenido un buen desempeño en sus respectivos mandatos, habrían logrado el respaldo de los ciudadanos y sus partidos habrían ganado las elecciones. Sin embargo, esto no sucedió en ninguno de los casos, a pesar de sus fracasos electorales, ahora intentan imponer a una candidata panista y a la secretaria general de un partido prácticamente desconocido como lo es el sol azteca en Morelos, como si fueran las salvadoras de la entidad.
Este tipo de maquinaciones políticas demuestran una total falta de ética por parte de estos ex gobernadores, que buscan perpetuar su influencia y control en la política estatal a cualquier costo; los intereses personales parecen estar por encima del bienestar de los morelenses, y esta estrategia de colocar a sus allegados en puestos clave es un claro ejemplo de ello.
En un momento en que la política debería centrarse en las necesidades y preocupaciones reales de la ciudadanía, es lamentable ver cómo antiguos gobernantes intentan manipular el proceso democrático en beneficio propio; los ciudadanos de Morelos merecen representantes que trabajen por el bienestar común y no por intereses particulares.
Por lo tanto, la esposa de Marco Adame, Mayela Alemán ya está casi en campaña mientras que Adriana Díaz, buscaría que Graco la fortalezca y, además, desde la Secretaría General del CEN del sol azteca interferiría para tratar de alcanzar esta posición para contender por la candidatura al gobierno de Morelos para el año entrante.
OTROS ASPIRANTES.- Los varones que buscan ser quienes encabecen la candidatura al gobierno del estado por el Frente Amplio por Morelos, es aún el edil de Cuernavaca, José Luis Urióstegui quien intentará que lo postulen para esa posición bajo el argumento de que trabajará con Xóchitl Gálvez pero además, porque representa la mejor opción de este bloque opositor; otro, es el senador Ángel Yáñez, quien sigue firme en su campaña para tratar de colarse más aún, cuando supo que el PRI, el partido al que pertenece, será quien tenga la decisión de siglar al abanderado a la primera magistratura por el FAM; el exgobernador priista Jorge Morales Barud se mantiene firme y es de los más fortalecidos por los grupos de tricolores para que él los represente.
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