Observador político - Impunidad legislativa

En opinión de Gerardo Suárez Dorantes

Observador político - Impunidad legislativa

Mucho se habló por parte de los actuales legisladores locales de que irían con todo contra sus homólogos y a más de un año, no ha pasado nada. Al final, todo quedará en la impunidad en favor de los integrantes de la 54 legislatura que cometieron muchos delitos y al final, no pasó ni pasará nada.

 

LOS SEÑALADOS.- Cómo olvidar a la ex perredista Hortencia Figueroa Peralta durante los tres años de la legislatura 53, quien se destacó por todo menos por su honestidad ni por la transparencia en el multimillonario presupuesto público que manejó. Durante ese tiempo, la envolvió la soberbia y ambición, al igual que la desfachatez y cinismo con la que actuó durante su estancia en el Congreso local. Cometió excesos y abusos al amparo del poder y nunca lo aceptó. Hoy, sigue estando en el banquillo de los acusados pero como van las cosas, no pasará absolutamente nada en su contra por más denuncias que se presenten en su contra.

Y fue en ese periodo, cuando se registró el acoso laboral, las presiones, amenazas y actos de corrupción contra cientos de trabajadores, quienes sin decir agua fue, los despidieron sin ton ni son por sus jefes los diputados quiénes al parecer fueron los directamente responsables se robaron el dinero y al final, el método más efectivo para justificar fue la renuncia de al menos 500 empleados en diciembre del 2016 y otro tanto igual en el mismo mes pero del siguiente año.

Cómo olvidar que estas personas, más de mil que tenían incluso más de una década laborando en el Congreso, les dejaron de pagar por más de tres meses, de septiembre a noviembre para que en diciembre que les entregaban su cheque por 90 días de aguinaldo, los amenazaron para que entregaran su cheque a cambio de su renuncia o iniciaran las demandas que consideraran prudentes. Amenazas a todo lo que daban para presionarlos y al final, lograron su cometido. Sobre todo, porque literalmente los asfixiaban financieramente, y al final el compromiso era recontratarlos para el año entrante. En fin, la situación era caótica, desastrosa y al final todo pasó. Los despidieron, se gastaron el dinero de los ex empleados y no pasó nada.

Empero, los despidos de estos empleados se debió a un punto, el desequilibrio económico por el desfalco que cometieron todos los integrantes de la 53 legislatura, sobre todo el actual delegado especial del Comité Ejecutivo Nacional del PRI en Quintana Roo, Francisco Moreno Merino, a quien lo señaló y acusó directa y públicamente su igual en aquél entonces, Javier Estrada González, del Verde Ecologista, por haberse robado al menos 150 millones de pesos.

 

IMPUNIDAD TOTAL.- Ha pasado más de un año de que se fueron los de la 53 legislatura y no ha sucedido nada. Todo el daño político y social que provocaron por las aprobaciones de las deudas económicas por varias décadas que dejaron a Morelos, y de los importantes negocios por aprobar todas las iniciativas habidas y por haber, aún tuvieron el descaro de irse con los bolsillos llenos al amparo del poder que en ese momento tenían. En su momento, demostraron lo voraz y la desproporcionada ambición que siempre evidenciaron por el poder económico, aprovechando de la impunidad que priva desde hace décadas en Morelos.  Fueron muchos los negocios que hicieron como por ejemplo, la construcción de la sede Congreso actual, que desde el inicio de su edificación estuvo plagado de irregularidades y poco les importó que jamás hayan cumplido con los requisitos de factibilidad del agua, vialidad, entre otros.

Siempre fueron señalados, y no pasó nada. Los 30 diputados y diputadas de la 53 legislatura fueron cómplices de varios actos que atentaron contra el pueblo de Morelos, sin embargo, unos se ensañaron aún más. Por ello, la sociedad exigía a gritos que se les investigara y castigara penalmente. Al paso del tiempo, tal parece que otra vez el manto sagrado de la impunidad los protegerá. De nada servirá que hayan sido imputados porque al final, libraron cualquier vinculación a proceso y por ello andan caminando libres por las calles de Morelos o de cualquier estado del país, con recursos para poder pagar a los abogados que sean necesarios para que los representen en los casos que sean necesarios. El estado se quedó endeudado por más de 12 mil millones de pesos y por eso ahora, aunado a la falta de capacidad y preparación de las autoridades actuales, han contribuido para que Morelos se encuentre a un paso del colapso financiero.

Pero, y ¿quiénes fueron los integrantes de la 53 legislatura? Entre otros: Carlos Alfredo Alanís Romero, Alberto, Mojica Linares, Norma Alicia Popoca Sotelo, José Manuel Tablas Pimentel y Víctor M. Caballero, todos del PAN; así como Mario Chávez Ortega, Leticia, Beltrán Caballero, Alberto Martínez González, Aristeo Rodríguez Barrera y Francisco Moreno Merino, todos ellos del PRI; además de Edith Beltrán Carrillo y Francisco Santillán Arredondo, de Nueva Alianza –en alianza con el PRI-; Silvia Irra Marin, que en los tiempos de traición se pasó del Verde al PRD con Eder Rodríguez Casillas, Julio, Espín Navarrete, Hortencia, Figueroa Peralta, Francisco Navarrete Conde, Anacleto Pedraza Flores, Ricardo, Calvo Huerta, Javier Laffite Bretón, José Manuel, Tablas Pimentel, Javier Montes Rosales, Rodolfo Domínguez, Beatriz Vicera Alatriste –se pasó del PRI al sol azteca-; así como Edwin Brito Brito, quien hizo lo propio ya que del PT se pasó al PRD; Javier Estrada González; Jaime, Álvarez Cisneros, de Movimiento Ciudadano; Julio César Yañez Moreno, del PSD; Manuel Nava Amores –otro traidor, de MC se fue a MC-; Efraín Esau Mondragón; y Jesús Escamilla Casarrubias, del Humanista.

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