Serpientes y escaleras - Mercado gobernador

En opinión de Eolo Pacheco

Serpientes y escaleras - Mercado gobernador

El proyecto político de Cuauhtémoc Blanco para el 2024 está a la vista. ¿Ganará?

 

Mercado gobernador

Cuauhtémoc Blanco ha hecho público a quien apoyará en la carrera por la gubernatura en el 2024: Víctor Mercado Salgado es el elegido. La consolidación del proyecto del secretario de transporte no es sencilla, ni depende solo del deseo del jefe del ejecutivo; en la carrera por la gubernatura hay varios morenistas apuntados y división, incluso, dentro del gabinete. ¿Puede un cuauhtemista ganar la siguiente elección?

Electoralmente hablando, en Morelos los gobernadores no han podido hacer dos cosas: poner a un presidente municipal de Cuernavaca a la mitad de su periodo ni dejar sucesor. De Lauro Ortega a Graco Ramírez esa regla no se ha roto y en lo referente a la alcaldía de Cuernavaca hasta el 2021 con Jorge Argüelles. Conocer lo ocurrido años atrás es sencillo, basta revisar la historia; anticipar lo que sucederá en el futuro es otra cosa, sobre todo en un escenario tan cambiante como la política.

Una y otra vez los jefes del ejecutivo del nuevo siglo han tratado de colocar un candidato afín en la presidencia municipal de Cuernavaca a la mitad de su periodo; Sergio Estrada buscó impulsar a Eduardo Becerra, pero el PAN le cerró la puerta. Marco Adame era parte de la Sagrada Familia y además de controlar el gobierno estatal, también influía en Acción Nacional; con esos elementos apoyó a su compadre y secretario de gobierno Sergio Álvarez Mata, también miembro de la Sagrada Familia, para competir por la capital. Perdió.

Graco Ramírez es un político profesional que al tercer año de su mandato como gobernador gozaba del poder absoluto en el estado: controlaba el congreso, el partido y tenía una enorme influencia en los otros dos poderes; con mucho dinero y montado en una elección de estado Jorge Messeguer, el mejor amigo y a la vez secretario de gobierno del tabasqueño se postuló por la presidencia municipal de Cuernavaca. Y también perdió.

El año pasado la historia se repitió en la figura de Jorge Argüelles Victorero: el diputado convenció al gobernador de que lo apoyara en la candidatura por la presidencia municipal de Cuernavaca y a partir de ahí comenzó una historia que terminó mal. Cuauhtémoc Blanco hizo todo para que Argüelles ganara: operó desde México para que Morena le diera la candidatura, puso el gobierno estatal a operar en su favor y dejó que el legislador utilizara la fama del futbolista como bandera de campaña, pero todo fue inútil. Perdió.

Contrario a lo que ha sucedido en los procesos electorales intermedios, en el cierre de administración pocos gobernadores han intentado dejar sucesor: Antonio Riva Palacio no fue candidato de Lauro Ortega, Jorge Carrillo Olea no fue candidato de Riva Palacio, Sergio Estrada Cajigal no fue candidato de Carrillo, Marco Adame Castillo no fue candidato de Estrada, Graco Ramírez no fue candidato de Adame y obviamente Cuauhtémoc Blanco no fue candidato de Graco.

La proyección de Víctor Mercado como precandidato no es inédita, ni comparable con la que en el pasado reciente representó Rodrigo Gayosso, aunque hay aspectos que el secretario debe cuidar para no caer en el mismo escenario del hijastro.

Lo primero que sobresale en esta historia es que, a diferencia de Gayosso, Víctor Mercado es una figura local, avecindada desde hace muchas décadas en la capital y parte activa de la comunidad; su trayectoria profesional, lo mismo que sus negocios personales, están aquí, a la vista de todos y sujetas a cualquier escrutinio. Rodrigo Gayosso era la cara opuesta: su aparición pública fue en el gobierno de Manuel Martínez Garrigós, su crecimiento económico fue en el sexenio de Graco Ramírez y luego de su fracaso electoral se fue del estado con todo el dinero que amasó en seis años.

La identidad y arraigo de Víctor Mercado en Morelos está fuera de dudas, se trata de una persona conocida en muchos lados, con vínculos en diferentes los sectores y una trayectoria pública y privada a la vista. En esta etapa de precandidato la historia que construya empieza con el apoyo del gobernador, pero para que avance se requiere de mucho más que eso. Aquí es donde el güero debe echar mano de sus habilidades políticas personales y del apoyo de sus amigos.

Pongámoslo en perspectiva: Jorge Argüelles fue un mal candidato en todos los aspectos: no era de aquí, carecía de arraigo y nunca le interesó hacer comunidad con la gente local; su ambición política empezó por convencer a Cuauhtémoc Blanco para que le consiguiera la candidatura, pero una vez postulado no hizo nada para ganar, por el contrario, con una actitud arrogante y la idea que ganaría solo con dinero, se confrontó con muchos, empezando por la prensa, y despreció al partido que lo postulaba. Mercado está haciendo todo lo contrario.

Aunque es sabido que el secretario de movilidad representa la simpatía del gobernador para la elección que viene, Mercado Salgado está haciendo su trabajo, construyendo base, tejiendo redes ciudadanas y entablando comunicación política con muchos actores importantes. Obvio: el secretario entiende que el impulso de Cuauhtémoc Blanco es sustantivo, lo mismo que la candidatura de Morena, pero para que estos apoyos se traduzcan en un triunfo en las urnas es importante hacer mucho más: abonar a la unidad, generar percepción, dialogar y sumar aliados. Viene la parte más difícil del sexenio.

Los próximos meses son claves en el proyecto político del gobernador y en la precandidatura de Víctor Mercado, el primero ya va de salida, probablemente dejará el cargo a mediados del siguiente año para buscar un nuevo espacio de elección popular; el segundo comienza una etapa distinta en su historia personal, algo que nunca había hecho y que requiere de mucho esfuerzo y ayuda para consolidarse.

El trabajo para que la precandidatura de Víctor Mercado Salgado se consolide es arduo y depende de muchos actores; quien impulsa es Cuauhtémoc Blanco, pero quien debe marcar la pauta es el secretario, porque en torno a él se construye la nueva historia. En este plano los operadores políticos del gabinete son sustantivos, porque el trabajo que hacen en favor del gobierno actual representa los cimientos del proyecto 2024. Víctor debe crecer en imagen antes de que se mida a los precandidatos.

La clave para esta o cualquier candidatura crezca está en la actitud del candidato, en su capacidad para conciliar, para comunicar, para sumar y para construir, sobre todo en un estado que lleva dos décadas sumido en enfrentamientos políticos.

Aunque la historia ha mostrado que ningún gobernador morelense ha dejado sucesor, el único mandatario que ha intentado hacerlo es Graco Ramírez; y lo hizo muy mal.

¿Lo podrá lograr Cuauhtémoc Blanco?

·         posdata

Las redes sociales se han convertido en una extensión de la comunicación de los actores políticos; en Morelos varios recurren a ellas, las utilizan para informar, para conectar con la gente y para tratar de mejorar su imagen. No todos lo logran.

El político morelense con más seguidores es Cuauhtémoc Blanco, pero ello deriva de su historia como futbolista y su trayectoria en el balompié; aunque en Twitter tiene más de 2.2 millones de seguidores, los likes, retuits y comentarios que reciben las publicaciones que realiza sobre sus actividades como mandatario de Morelos rara vez superan los dos dígitos. Lo reconocen como futbolista, no como gobernador.

Después del americanista el resto de los actores políticos cuentan sus seguidores por centenas y solo en algunos casos por millares; sucede lo mismo con lo que publican: la interacción que tienen es muy baja, casi siempre de un dígito.

Varios políticos se han subido al tren de las redes sociales tomando modas pasajeras, como el Tik Tok; de un tiempo a la fecha esta plataforma se ha vuelto favorita de muchos actores de la vida pública que intentan a través de ella colocarse en el ánimo de un público al que no acceden por ningún otro medio.

Lo peculiar es que los políticos en cuestión se mimetizan con el momento, es decir, replican la moda pasajera y le entran al juego de una generación que se divierte con este tipo de publicaciones sin preocuparse por el qué dirán. Los políticos bailan, hacen comedia, utilizan filtros y se sienten chavos, dejando de lado la solemnidad y la seriedad.

¿Esto es bueno? No lo se. En el plano nacional el canciller Marcelo Ebrard se ha montado al tren de los memes, su equipo le hace producciones simpáticas de hechos cotidianos que mejoran su conocimiento, pero no necesariamente su imagen. Lo mismo ha hecho la jefa de gobierno y hasta el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Localmente también tenemos personajes afectos al uso de las redes sociales, el primero es el alcalde de Jojutla Juan Ángel Flores, cuya personalidad le permite entrar con facilidad a esos espacios, aunque constantemente luce frívolo, como chavorruco; después de él hay varios más que lo intentan sin mucho éxito o figuras que caen en situaciones que generan pena ajena, como sucede con la senadora Lucía Meza, quien tiene un pésimo equipo de comunicación y redes sociales.

Indudablemente las redes sociales representan una plataforma de promoción muy interesante, pero hay que tener claras sus características, su target y cómo deben usarse; entrar a ellas sin sentido o solo para hacerse los chistosos es ocioso y eventualmente puede ser contraproducente, porque en lugar de mejorar la imagen se pueden ridiculizar a sí mismos.

Cualquiera puede entrar a las redes sociales, haciendo tonterías se pueden lograr muchos likes, pero convertir estos espacios una plataforma que se traduzca en votos en una elección no es cosa sencilla.

Hacer el ridículo es fácil.

·         nota

“Que no se meta en temas políticos, que lea la biblia porque ahí dice que él debe dedicarse a dar sus mensajes a sus fieles, el amor a Jesucristo y a los ciudadanos y que deje la política de un lado, de esa nos encargamos nosotros”

Así habla el diputado Julio César Solís luego de que el obispo de Cuernavaca llamó a los diputados y al jefe del ejecutivo a la concordia, a trabajar por el bien de los ciudadanos.

¿Qué de malo tiene el llamado a la concordia del jefe de la iglesia católica para que un diputado de tan bajo nivel como el de Movimiento Ciudadano le responda así? ¿Qué les dejen la política a ellos? ¿Con la calidad moral y nivel profesional que tienen algunos legisladores, como el que habló?

Morelos vive uno de sus peores momentos, producto de los conflictos que desde hace tiempo mantienen todos los actores de la vida pública; el llamado del Obispo no es ofensivo, ni se inmiscuye en temas políticos, por el contrario, abona a la unidad y al entendimiento, algo que evidentemente no interesa a Solís porque sujetos como él viven del caos y lucran con los conflictos.

Hablando de moral política: que no se olvide que la esposa de este diputado falsificó documentos para entregar jubilaciones, fue vinculada a proceso y ayudada por esta legislatura para que la fiscalía anticorrupción no la metiera a la cárcel por los delitos que cometió.

¿A este tipo de personas son a las que debemos dejar a cargo de la política?

·         post it

Un elemento clave para que Morena gane la próxima elección en el estado la representa la persona que asuma el cargo de gobernador de manera interina, cuando Cuauhtémoc Blanco deje el cargo para ir a una nueva elección.

Quien llegue debe ser un personaje conciliador.

·         redes sociales

El político que mejor maneja sus redes sociales en Morelos es el alcalde de Jojutla, aunque frecuentemente se excede y raya en la egolatría.

Hay que ser cuidadoso en lo que se publica.

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