Observador político - Gestiones de la rectora, fundamental para el pago del aguinaldo de la UAEM

En opinión de Gerardo Suárez Dorantes

Observador político - Gestiones de la rectora, fundamental para el pago del aguinaldo de la UAEM

Los recientes anuncios sobre la estabilización financiera de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) y el cumplimiento del pago de aguinaldos a más de 6,500 trabajadores han sido considerados como un logro histórico, resultado de gestiones efectivas y programas de austeridad.

DIÁLOGO, ACUERDOS Y AUSTERIDAD.- Lo cierto es que la actual administración logró la liquidación de más del 50% de la deuda histórica" que se tenia en la última década, mediante la implementación de programas de austeridad.

Mientras tanto, el problema del financiamiento universitario no ha sido abordado de manera estructural, sino parcheado con aportaciones extraordinarias que dependen de coyunturas políticas.

Además, el anuncio de los 272 millones de pesos entregados para el pago de aguinaldos se celebra como un acto de compromiso de la gobernadora Margarita González Saravia, a través de una contribución bipartita entre el Estado y la Federación que debería ser una obligación, y no una concesión.

Por su lado, la gestión de la rectora Viridiana Aydeé León Hernández y del secretario general del sindicato académico, Mario Cortés Montes, es elogiada por "destrabar" el problema del aguinaldo por lo que hay confianza entre la comunidad universitaria en sus autoridades.

El problema de fondo sigue siendo la insuficiencia presupuestaria crónica, ya que a pesar de las promesas de entregar el 3.5% del presupuesto estatal a la UAEM en 2025, este porcentaje es insuficiente para garantizar una educación pública de calidad, especialmente en un contexto donde las universidades enfrentan retos globales en materia de innovación y equidad.

Esta paz financiera lograda a través del diálogo entre las autoridades universitarias y los gobiernos estatal y federal no debe ser motivo de complacencia.

Para evitar conflictos en lo sucesivo, es necesario que la UAEM, como todas las universidades públicas del país, cuente con los apoyos financieros de la federación y el estado para que atienda su papel como un pilar del desarrollo social, demandando un presupuesto suficiente, transparente y redistributivo.

De lo contrario, de no ser así continuará la UAEM viviendo estas "crisis de fin de año" como una constante, en lugar de solucionar la raíz del problema y de ahí, buscar no solo la voluntad política para garantizar una educación superior verdaderamente pública y gratuita.

El verdadero desafío no está en solucionar coyunturas, sino en construir un modelo educativo y financiero que deje de hipotecar el futuro de nuestras universidades.

UAEM, RESILIENCIA FRENTE A LA ADVERSIDAD.- La Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) se encuentra en una encrucijada que refleja tanto la crisis estructural de la educación superior en México como su capacidad de resistencia ante adversidades financieras y sociales.

Bajo la gestión de la rectora Viridiana Aydeé León Hernández, la UAEM ha dado pasos significativos en la consolidación de su prestigio académico y en la resolución de sus retos históricos, pero la deuda estructural y la falta de apoyo estatal y federal continúan siendo un obstáculo para su desarrollo pleno.

Más de la mitad de los municipios de Morelos tienen acceso a la UAEM, una institución que no solo forma a siete de cada diez universitarios en el estado, sino que también abre sus puertas a estudiantes de entidades vecinas como Guerrero, Puebla y el Estado de México. Esto la convierte en un pilar regional de la educación superior, destacándose no solo por su cobertura, sino también por garantizar educación de calidad sin cobros de colegiaturas, un hecho notable en un país donde la educación pública está en constante asedio por políticas neoliberales.

La rectora León Hernández subraya que el 2024 ha sido un año de logros importantes, incluyendo la reducción del déficit histórico de la institución de 1,500 millones de pesos a 900 millones, deuda que ahora se concentra en el adeudo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Este avance, logrado mediante programas de austeridad y una gestión transparente, es un claro ejemplo de cómo las universidades públicas pueden afrontar la precarización con estrategias innovadoras, aunque la carga financiera sigue siendo abrumadora.

TRANSPARENCIA: UN ESCUDO FRENTE A LA DESCONFIANZA.- En una época donde la corrupción y el desvío de recursos públicos han manchado a innumerables instituciones, la UAEM ha demostrado ser un modelo de rendición de cuentas. Las auditorías internas y externas, así como el cumplimiento con los organismos de fiscalización estatal y federal, han blindado a la institución de cualquier acusación seria de mal manejo. Sin embargo, la transparencia no debe ser utilizada como una cortina para justificar el abandono por parte de los gobiernos estatal y federal. Más bien, debe servir como un argumento contundente para exigir el apoyo financiero que le corresponde a la UAEM como una de las principales universidades autónomas del país.

La deuda de la UAEM con el IMSS no es solo una cifra; es el síntoma de un problema más profundo: la falta de financiamiento estructural para las universidades públicas. Mientras que estas instituciones son exaltadas por su papel en el desarrollo social y económico, siguen siendo relegadas en términos presupuestarios.

Uno de los mayores logros de la actual administración es la creación de una comunidad universitaria sólida, donde sindicatos, estudiantes y académicos han trabajado en conjunto para enfrentar los desafíos financieros. Esta unidad es una lección para todas las instituciones educativas del país: solo con la participación activa y organizada de todos los sectores se puede resistir la embestida de políticas que buscan privatizar o precarizar la educación pública.

La UAEM no es solo un centro de estudios; es un símbolo de resistencia frente a las políticas de austeridad y el abandono gubernamental. La deuda histórica, aunque significativa, no debería ser un impedimento para que esta institución siga cumpliendo con su misión de formar a los profesionales que contribuirán al desarrollo de Morelos y del país. Ahora, más que nunca, es necesario exigir a los gobiernos estatal y federal que dejen de ignorar a las universidades públicas y comiencen a tratarlas como lo que son: pilares esenciales para el futuro de México.

La lucha de la UAEM es, en última instancia, la lucha por el derecho a la educación pública, gratuita y de calidad. Una lucha que nos concierne a todos.

Email: gerardonoticias01@gmail.com

@gerardosuarez73