Mención honorifica por el trabajo a favor de la juventud con discapacidad, resultado de impulsar las aptitudes sobresalientes
En opinión de Emmanuel Isaac García Sanabria
Soy un joven Morelense de Zacualpan, tengo quince años de edad y desde pequeño fui muy curioso, me gustó mucho leer, jugar al constructor y al inventor, mis juguetes preferidos eran los bloques para armar. Agradezco a Dios porque mis padres me impulsaron a hacer lo que me gustaba, me compraban libros, acuarelas y en familia pintábamos, modelábamos plastilina, cantábamos o tocábamos algunos instrumentos porque en casa nos gusta la música.
Desafortunadamente para mí, mis compañeros tenían otros intereses y mis juegos no les gustaban, esto me generó un distanciamiento del resto del grupo y deambulaba solo por los pasillos mientras los demás jugaban futbol.
Puedo decir con orgullo que fui atendido en Educación Especial desde tercer grado de primaria y gracias a eso pude tener algunos apoyos extras en mi proceso de aprendizaje, ahí me enseñaron a buscar el ¿Por qué’? de las cosas. Recuerdo que los sábados nos reunían con otros niños de la región y nos ponían a observar el comportamiento de hormigas o dibujar constelaciones. En la USAER # 57 nos hacían jugar a “los científicos” y hacíamos experimentos, estas actividades eran divertidas y muy didácticas. Confieso que me gustaba que mis compañeros me vieran a veces como maestro y me preguntaran de robótica, programación o astronomía, las áreas que me han atraído desde que tenia cinco años.
Varios maestros de Educación Especial me animaron a participar y me apoyaron en concursos que afortunadamente gané; canto, el Parlamento Infantil, la Olimpiada Estatal de Robótica e Informática, Olimpiada Estatal de Matemáticas de la Educación Básica y Olimpiada Mexicana de Matemáticas.
No todo ha sido miel sobre hojuelas, así como he conocido personas que me apoyan y que me han enseñado el valor de la solidaridad, he tocado algunas puertas que deberían, pero no han querido abrirse, sin embargo, quienes no me han apoyado, me han obligado a levantarme, sacudirme el polvo y volver a intentarlo.
El Gobernador Cuauhtémoc Blanco me entregó la Mención Honorífica por mi trabajo a favor de la juventud con discapacidad para integrarse a la sociedad de manera equitativa y en su discurso dijo: “Para mejorar el país debemos ayudarnos unos a otros”, estoy de acuerdo porque he brindado mi tiempo y conocimiento para hacer pequeños inventos con el fin de ayudar a quienes presentan alguna discapacidad, inspirado en el trabajo que mis padres realizan con este grupo vulnerable.
Seamos más solidarios y más sensibles a los problemas del otro. Yo no dejaré de hacerlo, aún estoy muy joven para seguir intentando cambiar el mundo, aunque sea un poquito. Sé que los recursos económicos no los tengo, pero algún día los conseguiré.
Invito a padres y maestros a estimular a los niños desde temprana edad para que desarrollen su potencial.