La dictadura y su regreso
En opinión de César Daniel Nájera Collado
“México es la dictadura perfecta. La dictadura perfecta no es el comunismo. No es la URSS. No es Fidel Castro. La dictadura perfecta es México” fue lo que pronunció Vargas Llosa en 1990 durante una reunión de intelectuales organizada por Octavio Paz y transmitida por Televisa. Resulta casi obvio que el escritor de “Conversación en La Catedral” se refería a la permanencia ininterrumpida del PRI en el poder, régimen que, diferenciándose de los dictámenes de tales épocas, sobre todo en América Latina, daba la ilusión de una democracia que no era otra cosa más que la portada de la corrupción. Así, como por debajo de la mesa, se erigió un gobierno autocrático y totalitario que tardó décadas en verse interrumpido.
Los años panistas resultaron ser solo una extraña variación, así que la gente se ilusionó con un cambio, una transformación radical, hasta el momento en el que Andrés Manuel López Obrador triunfó en las elecciones. Sin embargo, el estado de decepción parece ser una sanguijuela que se aferra perpetuamente a nuestro país. Mayores índices de pobreza, de violencia y olvido popular que, si bien no pueden ser subsanados completamente en un solo sexenio, han acompañado a un conjunto de actitudes que parecen emular los años del monopartidismo, con “dedazos”, censura y la subordinación de lo legislativo y judicial para con el ejecutivo. No por nada, el mismo autor de tan notoria frase recalcó el año pasado su preocupación por ver a México retornar a tal dinámica dictatorial.
Ojalá y, al menos, nuestros votos en 2021 sean respetados. De no ser así, solo queda esperar, casi en una actitud hobbesiana, que a la administración en turno le interese una reforma verdadera para un país que ya ha sido arrollado bastante.