EL ALUMBRADO PÚBLICO

En opinión de Juan Salgado Brito

EL ALUMBRADO PÚBLICO

El alumbrado público es un derecho de la población y obligación de las autoridades de proporcionarlo, es un servicio que el municipio debe prestar y que se considera básico porque además de iluminar calles, plazas y espacios diversos para embellecer las ciudades,  contribuye enormemente a inhibir la comisión de delitos, a generar confianza y percepción de seguridad entre la gente, a ahuyentar a los delincuentes y a propiciar ambientes de sano esparcimiento en colonias, comunidades y puntos públicos de reunión y convivencia social. El alumbrado público es en suma un servicio fundamental en cualquier parte, que por disposición constitucional debe prestar  el gobierno municipal y más aún cuando aparte del impuesto predial los ayuntamientos lo cobran en los requerimientos de servicios municipales, cuando se supone que precisamente el impuesto predial es para el mantenimiento de los servicios urbanos y el funcionamiento de la ciudad.

Lo que cada ayuntamiento paga por consumo de alumbrado público gravita fuertemente en el presupuesto de egresos del municipio y ante el constante crecimiento de la mancha urbana aumenta desde luego la necesidad y demanda social para la ampliación de redes y líneas de energía eléctrica, al tiempo que se dispara el gasto por colocación de postes y tendido de cables como parte de la infraestructura urbana pero sobre todo aumenta, compra de luminarias y el gasto por el consumo de alumbrado de calles y avenidas, por la iluminación que con motivo de fiestas y eventos de la comunidad se realizan en las diversas localidades. En el compromiso de satisfacer está necesidad colectiva los gobiernos municipales deben procurar la participación ciudadana para mejorar la calidad de este servicio con buenas luminarias, más aún que los jóvenes de ambos sexos claman y reclaman zonas iluminadas por donde transitar y donde practicar sus deportes favoritos y celebrar sus eventos sociales y culturales.

Por mucho, razones y argumentos sobran para sostener que el alumbrado público de calidad, además de frenar la incidencia delictiva, alejar la inseguridad y generar tranquilidad en la población, es también un  elemento fundamental para atraer  inversiones, reactivar la economía y mejorar la imagen de toda ciudad, colonia, población o núcleo habitacionales, por eso las partidas que para éste propósito se destinen en los presupuestos de egresos municipales deben ser prioritarias y desde luego las autoridades municipales deben contar con el más amplio apoyo de la Federación y del Estado, así como de la sociedad.