Informes vacíos
En opinión de Roberto Salinas
Continuamos en temporada de informes, la mayoría de los legisladores locales y federales presentaron su segundo informe legislativo entre septiembre y diciembre del año pasado, los alcaldes y gobierno estatal estiran lo más que se pueda el calendario para estar más cerca del proceso electoral del 6 junio.
Es una lástima ver tanto vacío en los informes de los servidores públicos, pero finalmente es el resultado de sus acciones, de su capacidad profesional y del poco aprecio que le tienen a quienes deberían servir.
Aquí algunos ejemplos, el Diputado Alfonso Sotelo resalta la aprobación de iniciativas de la presente legislatura, pero que no han sido propuesta suya, sino parte de la presente legislatura, a este apartado de actividades legislativa dedica 3 cuartillas en su informe. En cambio, el Diputado Sotelo dedica 6 cuartillas a sus apoyos y gestorías como donación de material de construcción, pintura, láminas, pasteles, juguetes, luminarias, uniformes, balones, bicicletas, fertilizante o hasta padrino de generación escolar, la mayor parte de con recursos de nosotros los ciudadanos ya que se ha identificado que los legisladores podrían tener al menos 80 mil pesos mensuales para sus “gestiones”.
En el caso de los municipios, sucede lo mismo, se resaltan apoyos o inversiones públicas que representan un mínimo porcentaje de los recursos que se ejercen de forma anual. Informan la adquisición de vehículos y materiales, o la contratación de servicios, pero no transparentan la forma de adquirirlos y el costo que tienen.
A nivel estatal se difunden apoyos al campo, entrega de paquetes alimentarios, pero no se informa cuánto costaron y cómo se compraron, se presumen apoyos a las empresas como si fueran recursos propios, pero que en realidad la mayor parte son de la banca privada con garantía de Nacional Financiera.
Ningún servidor público en Morelos ha realizado ejercicios de verdadera rendición de cuentas, de informar de forma transparente las inversiones, los avances y pendientes, ninguno ha sido capaz de escuchar los reclamos y opiniones ciudadanas para encontrar de forma conjunta con la sociedad los medios para componer el rumbo.
Mientras tengamos funcionarios cerrados y sin capacidad, continuaremos con los mismos resultados. Necesitamos funcionarios abiertos a la crítica, al debate, a la rendición de cuentas y al apoyo de quienes puedan aportar mejores acciones para recomponer el dañado camino en el que estamos.
¡Necesitamos de forma urgente funcionarios capaces!