Escala de Grises - Problemas de salud pública
En opinión de Arendy Ávalos
María Trinidad Reyes Islas llevaba más de 70 años viviendo en Tlahuelompa, una localidad ubicada en el municipio de Zacualtipán de Ángeles, en el estado de Hidalgo. Gracias a que se dedicaba a vender el huevo que producían sus aves, Doña Trini era conocida en su comunidad.
La mujer de 76 años vivía sola en su casa, lugar en el que fue encontrada con golpes en la cabeza y el cuerpo, daños en el cráneo y en el rostro, además de signos de abuso sexual. Ante la gravedad de su situación, su familia decidió trasladarla al Hospital General de Pachuca.
Sin embargo, la gravedad de sus heridas fue tal que María Trinidad no sobrevivió y falleció un día después de ser localizada. Hasta el momento en que se redactó esta columna, la Procuraduría del estado no había realizado declaraciones respecto al caso. Sin embargo, se especula que el motivo de la agresión pudo ser un robo.
La situación ha conmocionado a la población hidalguense, por lo que los habitantes de Tlahuelompa han expresado su indignación con manifestaciones desde el 9 de febrero. El objetivo principal de las protestas es exigir a la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo localizar a las personas responsables del feminicidio de Doña Trini y juzgarlas conforme a lo establecido por la ley.
El llamado a las autoridades, de acuerdo con colectivas y mujeres feministas, es que las autoridades correspondientes investiguen los hechos y garanticen justicia para la mujer de la tercera edad. Por supuesto, la noticia no solo se abordó en los medios locales. Dadas las circunstancias, el feminicidio de Trinidad se viralizó a través de plataformas sociales, donde se criticó el silencio del gobierno estatal.
La violencia de género en México es un problema estructural que afecta a las mujeres de todas las edades, de todos los estados que conforman el territorio nacional y que, aparentemente, ya no tiene límites. María Trinidad, una mujer de 76 años, se encontraba en su casa cuando fue atacada. ¿En qué otro lugar podía estar más segura?
¿En qué momento el Estado estará dispuesto a garantizar la seguridad de las mujeres, independientemente de su edad o el lugar en el que se encuentren? La pregunta de siempre no se borra: ¿qué más necesita pasar para comprender y atender de forma efectiva la crisis a la que nos enfrentamos desde hace décadas?
En México son asesinadas 10 mujeres cada día y, aún así, parece que no es una cifra lo suficientemente alarmante como para que los tres niveles de gobierno sigan sin actuar para concientizar a la población respecto a la violencia de género que ya no solo es un problema de seguridad, sino también de salud pública.
Como si ese panorama no fuera suficiente, la violencia de género también está rodeada por problemas como la normalización, la criminalización o revictimización, la impunidad, la negligencia y la ausencia de capacitación por parte de las autoridades para atender delitos con la perspectiva adecuada… La lista es larga.
La violencia machista es una epidemia que, en mayor o menor medida, impacta a todas las esferas de la sociedad e involucra a todas las personas. La violencia de género nos atraviesa de diversos modos, que pone en riesgo la integridad y supervivencia de mujeres, niñas y adolescentes y que continúa sin atenderse de forma oportuna. ¿Hasta cuándo?
Clonazepam viral
De acuerdo con Hugo López Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, 45 jóvenes se han intoxicado por consumir clonazepam —un medicamento utilizado para tratar convulsiones y trastornos como la ansiedad— debido a un reto viral que circula en plataformas digitales.
El desafío, principalmente difundido por TikTok, consiste en ingerir dicho tranquilizante y no dormir durante el mayor tiempo posible. Los casos de intoxicación se han registrado en 18 estados de la república, en pacientes de 10 hasta 19 años, situación que ha provocado una alerta en el sector salud.
Para empezar, el clonazepam es un medicamento que necesita receta para poder adquirirse, lo que implica un uso abusivo por parte de la población que lo consume o una violación a la ley de Salud en farmacia. En ambos casos, se trata de un problema de salud pública que pone en riesgo la vida de jóvenes e infancias.
Y es que, de no ser ingerido bajo condiciones controladas, este medicamento puede provocar efectos secundarios por exceso de dosis y causar la muerte si se combina con sustancias psicoactivas como el alcohol. De acuerdo con el funcionario, las consecuencias podrían ser desde una somnolencia profunda que puede llegar al estado de coma hasta la muerte.
Ahora, no se trata de criminalizar el uso de medicamentos psiquiátricos o el uso de las drogas, en general, ya que andamos. El problema principal del reto viral es el consumo desinformado de un medicamento controlado cuyos efectos secundarios pueden ser mortales, literalmente.
Por supuesto, las 45 personas intoxicadas y la desinformación alrededor del desafío involucran a las autoridades de salud pública, quienes podrían empezar por realizar campañas de concientización al respecto que vayan más allá del estigma y contemplen información de calidad para madres, padres, infancias y jóvenes.
No perdamos de vista que los riesgos, además de ser individuales para las personas intoxicadas, también son colectivos. El consumo y adquisición descontrolada de clonazepam por parte de la población que no lo necesita, pone en riesgo el tratamiento de aquellas personas que sí lo necesitan.
¿Quien se duerma al último gana?
@Arendy_Avalos en Twitter