EL DÍA DEL EJÉRCITO
En opinión de Juan Salgado Brito
El pasado lunes 19 de febrero celebramos el día del Ejército y aunque esta gran institución fue creada en 1913 por Don Venustiano Carranza como gobernador de Coahuila; es el presidente Miguel Alemán quien por decreto del 22 de marzo de 1950 declaró como el Día del Ejército el 19 de febrero de cada año para conmemorar la creación del Instituto Armado. Hoy el ejército tiene el reconocimiento del pueblo por ser una de las instituciones más confiables, respetuosas y con mayor credibilidad, sus miembros representan y constituyen un valioso apoyo para la ciudadanía, tanto el pueblo como los gobernadores y los presidentes municipales necesitan que las fuerzas federales continúen apoyando a Estados y Municipios en tareas de seguridad pública pues las policías locales no están en condiciones de dar solas la batalla a la inseguridad y porque por lo general las corporaciones se integran con elementos insuficientes, bajos salarios y prestaciones, escasa capacitación y poco armamento, además de estar más expuestas a la cooptación del crimen organizado dejando a la población prácticamente en estado de indefensión. Ante esto es sin duda necesario que los militares continúen reforzando las acciones de seguridad en todo el territorio nacional y sobre todo en aquellos lugares donde la comisión de todo tipo de delitos parece incontrolable.
El artículo 21 constitucional, dice que las instituciones de seguridad pública serán de carácter civil, disciplinado y profesional. Desde luego que los jefes superiores de las fuerzas del orden o seguridad son el Presidente de la República en el país, los Gobernadores en las Entidades Federativas y los Alcaldes en los Municipios., todos desde luego son autoridades civiles que tienen la responsabilidad de la capacitación y formación de elementos profesionales y disciplinados para la protección de la sociedad tanto en la integridad física como patrimonial de cada persona, familia o comunidad; en este compromiso de garantizar la seguridad de la gente y combatir a la delincuencia y a los delincuentes, seguramente los militares están más capacitados y preparados con la disciplina y profesionalismo que la realidad exige. El mismo Presidente ha reconocido que su propósito era que al llegar a la presidencia los militares regresarían a sus cuarteles pero que al ver la realidad del país en términos de inseguridad cambió de opinión y es por ello que el ejército continúa apoyando Estados y Municipios en tareas de seguridad y combate a la delincuencia.
Hace muchos años, recuerdo que en cada Municipio del Estado de Morelos había una partida militar con sede en la cabecera municipal y que recorría patrullando constantemente, pueblos, colonias y comunidades de ese Municipio, lo cual significaba un gran apoyo para el Gobierno Estatal y Municipal en la seguridad pública y en la prevención de delitos; con las nuevas políticas institucionales es de esperarse que por el bien de todos, con más recursos y sobre todo con nuevas estrategias se frene la ola delictiva que azota a muchos lugares de Morelos y a diversas regiones del país, y aquí es donde debemos reconocer el papel que juega el ejército en múltiples tareas de interés público pero sobre todo en los temas de seguridad nacional y de protección integral de la sociedad.