Cuando sea demasiado tarde… - Un poco sobre Supervivencia Vial.

Seguimos esperando que abran las oficinas de Indautor para terminar con el proceso del segundo número del Manual de Supervivencia Vial. Por aquí les adelanto un poco del capítulo de tips para la supervivencia a la jungla de asfalto. Recordemos que la Supervivencia Vial es un segundo esfuerzo sobre las normas viales. No me queda muy claro dónde está el Reglamento de Tránsito para el Municipio de Cuernavaca, una búsqueda en internet arroja en las primeras dos opciones un reglamento en la página de Transparencia del Estado de Morelos (HACdCM, 2000), y otro que está en la página de Cuernavaca, pero trae leyendas de Desgobierno del Estado (CJdPEdEM, 2014). Curiosamente, el segundo fue aprobado durante el sexenio de Graco Ramírez (el Pequeño), cuyo gobierno se caracterizó por usar el conjunto total de las leyes locales, nacionales e internacionales a manera de papel de baño, por lo que me llama la atención que sea la Consejería Jurídica del Estado de Morelos quienes determinan la abrogación del primero y la aprobación del segundo. Lo poco que entiendo de legislación municipal me indica que el reglamento tendría que ser aprobado a nivel municipal, aunque seré el primero en admitir que fácilmente podría estar equivocado. Por ahí si saben cuál es el mero mero (¿se acuerdan cuando decían que los policías de tránsito traían su propio reglamento?), les ruego me lo señalen por favor. Como siempre, cabe señalar que el reglamento de tránsito, cualquiera que éste sea, debe de ser respetado por encima de lo que cualquier persona, empezando por su servidor, digamos al respecto.

            Esta ocasión nos atrae el fenómeno de ceder el paso en glorietas. Las glorietas son seres maravillosos que tienen la función de reducir las congestiones de tránsito en zonas aledañas. Urbanísticamente hablando, si uno observa que existe un cruce en el que existe gran afluencia de tránsito, lo apropiado es colocar dos o cuatro glorietas (dependiendo del flujo) a una calle del cruce altamente congestionado. Esto hace que la aglomeración se diluya hacia 4 puntos a distancia del punto original a ser abordado. Además, la infraestructura urbana se tiene que prestar para ello, no es cosa de venir y decir “Hmmm… ¿saben lo que le hace falta a este cruce? ¡Una glorieta¡” y zaz, proyecto de 2 millones de pesos para invertir un millón de pesos en una glorieta que vale 200 mil pesos. Después de la vida, es el flujo al que se le debe de dar prioridad (porque lo digo yo) (Dorantes-Argandar, 2016).

Es por esta razón que encuentro harto divertido el hecho de que pusieron una glorieta en el cruce de Río Balsas, Amacuzac, y Río Mayo, un cruce de por sí bastante peculiar desde un punto de vista científico. Primeramente, es preciso subrayar que este cruce no es uno, sino dos cruces encimados. Por un lado, la concentración de Río Mayo y Amacuzac en una sola vía en un espacio de 30 metros, y el camellón que tiene Amacuzac, hace imposible que sea una verdadera intersección. Por ejemplo, si usted viene circulando sobre Amacuzac hacia el sur, y desea dar la vuelta a la izquierda sobre Río Balsas para incorporarse a Río Mayo, encontrará que primero tendrá que atravesar el flujo sobre Río Balsas, dar la vuelta a la flamante glorieta que alguien tuvo el ingenio de colocar sobre el lugar donde siempre se hacía el nudo (¿sirvió de algo colocar dicha glorieta?), volver a enfrentar el flujo sobre Río Balsas y ya por fin incorporarse a Río Mayo. Es más fácil dar marcha en reversa (las marchas en reversa siguen siendo circular en sentido contrario, por si no lo sabía usted) sobre Amacuzac hasta el retorno, llegar por Calzada de los Estrada, y bajar por Chilpancingo o Iguala hasta Río Mayo, porque de lo contrario tendría que ir hasta Teopanzolco, cruzar el semáforo, hacer el cambio de sentido en esa rampa mal hecha, y esperar su turno para atravesar 3 carriles en los 50 metros donde tiene usted la oportunidad de incorporarse a Río Mayo en dirección de Galerías. Entiendo que la explicación sea confusa, el libro ya tiene las ilustraciones hechas por su servidor (son 4 los cruces ilustrados en esta sección). Sin embargo, una visita rápida al Google Maps le dará una fácil referencia a lo que aquí le señalo. Este cruce es simple y sencillamente incruzable, y sólo da servicio a Río Balsas y Río Mayo. Dar la vuelta de Amacuzac a Río Mayo o en sentido inverso es cuestión de valientes y hay que estar preparados para recibir por lo menos uno o dos improperios por parte del resto de los conductores.

            Por lo general la regla indicaría en estas situaciones ceder el paso para constituir el uno por uno, pero ¿cuándo cree usted que conseguiría pasar en dirección a su destino en caso de estar cediendo el paso en este cruce? Pues bien, encontrará usted que, aunque tome un par de minutos más atravesar la trinchera, es posible que se ahorre usted el estrés y los improperios. La ciudad de Cuernavaca, en sus orígenes, fue un pueblo carretero que creció a medida que creció el tránsito de Ciudad de México a Acapulco, hasta que algunos hechos históricos a mediados del siglo pasado y la constitución de la Ciudad Industrial del Valle de Cuernavaca (que paradójicamente está en Jiutepec) generaron la explosión urbana que hoy conocemos como el Área Conurbada del Valle de Cuernavaca, monstruo que comprende 5 municipios y la mitad de la población total del Estado de Morelos. La infraestructura vial ha sido planeada por nadie, construida por una decena de administraciones que cada vez vienen peor preparados para administrarse, y con la nueva imposición de facilitar la pérdida de vida a través de fallas en la construcción. ¿Ha notado usted lo mucho que ha aumentado la accidentalidad en los últimos 10 años? No es ocioso que en ese mismo lapso ha habido grandes modificaciones a la infraestructura vial. Dado, la impericia y factores disposicionales de los conductores necesariamente juegan un papel, pero de todas maneras redunda en las modificaciones hechas a las leyes al respecto de la provisión de la educación. Recuerdo cuando hace 20 años decidieron eliminar materias como Civismo y Filosofía de la currícula básica y media, pues tal vez de ahí venga un poco del por qué estamos como estamos.

            Un caso mucho más antropológico es la Glorieta de La Luna (cuyo nombre original no puedo recordar, pero “La Luna” es su apodo por una panadería que había por ahí hace algunos años), porque en sentido estricto no es una glorieta. ¿Cómo podría una glorieta tener semáforos y ser atravesada diametralmente por una de las arterias principales de la ciudad? No funciona como glorieta, y por lo menos la mitad de sus usuarios no respetan su uso como glorieta (si es que conocen cómo se respeta una glorieta). Concentra dos paraderos de autobuses y alberga varias decenas de vendedores ambulantes. Una buena manera de ayudar a resolver su funcionamiento sería la instalación de un sistema de puentes peatonales que impida la necesidad de que los peatones se arrojen sobre el flujo para poder llegar a su destino. La Glorieta de la Luna es un buen ejemplo de lo mal administrada que está la vialidad en la Ciudad de Cuernavaca, y tal vez sería un buen lugar por dónde empezar a estropear más la infraestructura vial, aprovechando que son tiempos electorales.

            Esto y mucho más encontraré usted en el “Manual de Supervivencia Vial 2: Agresividad Vial,” que espero poder tener ya listo para finales de este año.

Referencias

CJdPEdEM. (2014). Reglamento de Tránsito y Vialidad para el Municipio de Cuernavaca, Morelos. Consejería Jurídica del Poder Ejecutivo del Estado de Morelos. Disponible en línea: http://www.cuernavaca.gob.mx/dmer/wp-content/uploads/2018/12/regulaciones/32.pdf Consultado 14-05-2021, 14:00.

Dorantes-Argandar, G. (2016). Manual de Supervivencia Vial. Morelos: Editorial UAEM.

HACdCM. (2000). Reglamento de Tránsito para el Municipio de Cuernavaca. Honorable Ayuntamiento Constitucional de Cuernavaca, Morelos. Disponible en línea: http://www.transparenciamorelos.mx/sites/default/files/Reg_Transito_0.pdf Consultado 14-05-2021, 14:00.